Fukushima tomará medidas urgentes para evitar más filtraciones de agua radioactiva
Una semana después de desvelar fugas desde algunos de sus tanques de almacenamiento de agua contaminada, el operador de la accidentada central de Fukushima ha anunciado medidas urgentes para evitar mayores filtraciones radiactivas.
Entre las contramedidas aprobadas por Tokyo Electric Power (TEPCO) se encuentran la creación de una dotación especial de trabajadores para vigilar las unidades de almacenamiento, la instalación de indicadores para calibrar el nivel del agua acumulada o realizar controles adicionales de las válvulas de drenaje.
'Después de tomar en consideración la opinión de grupos de expertos y reuniones a nivel nacional, hemos realizado los mayores esfuerzos para resolver este problema, considerado como la mayor prioridad a nivel de gestión', detalló el operador en un comunicado.
Al margen de las fugas desde los sótanos de la planta, hace apenas una semana TEPCO reveló una filtración de cerca de 300 toneladas de agua radiactiva desde uno de sus contenedores, mientras que descubrieron altos índices de radiación en la parte inferior de otros dos.
En estas cisternas, de las que hay cerca de 1.000 repartidas por toda la central, se almacena parte del agua altamente radiactiva acumulada en los sótanos de los reactores, que se incrementa a diario por la filtración de líquido procedente del sistema de refrigeración y de los acuíferos bajo la planta.
La nueva dotación especial de trabajadores creada por TEPCO estará formada por cerca de un centenar de operarios, liderados por el presidente de la eléctrica, Naomi Hirose, y gestionados desde la planta por el vicepresidente, Zengo Aizawa.
Aproximadamente 50 trabajadores del contingente reforzarán el equipo de manera inmediata y se responsabilizarán del estado de los tanques y de inspeccionar y reportar posibles daños en las cubiertas de estas unidades.
Estos operarios contarán con dosímetros para medir la radiación y termógrafos capaces de identificar el nivel de agua dentro de los tanques, lo que permitirá individualizar fugas con una simple inspección visual.
En concreto, esta dotación centrará su investigación en los cerca de 350 tanques del mismo modelo que los tres que hasta el momento han resultado defectuosos.
Se trata de depósitos de fabricación rápida y económica en los cuales se ha empleado resina para unir las juntas, en vez de soldadura, como se realiza habitualmente.
Hasta el momento, TEPCO no ha logrado desvelar las causas de las filtraciones, mientras se afana por completar inspecciones en todos estos modelos de tanques, construidos de forma apresurada tras el inicio de la crisis nuclear en marzo de 2011.
Además, los operarios han procedido a transferir el agua contaminada desde los tanques defectuosos y excavado alrededor de ellos para recoger muestras de tierra de cara a buscar trazos de radiación en el subsuelo por posibles filtraciones desde su base.
Las nuevas contramedidas de TEPCO se anunciaron en la víspera con motivo de la visita a la planta de Fukushima del ministro japonés de Industria, Toshimitsu Motegi, que trasladó a la operadora el apoyo del Gobierno.
El Ejecutivo dará 'un paso adelante' en su ayuda a TEPCO, apuntó el ministro, en el objetivo de resolver las fugas en la maltrecha central nuclear que, según estiman, filtra al mar unas 300 toneladas diarias de agua radiactiva.
Motegi además solicitó a TEPCO reforzar sus mecanismos para acabar con las fugas y a poner en marcha lo antes posible un nuevo sistema de tratamiento del agua contaminada, que la operadora utiliza para mantener los reactores en 'parada fría'.
Este nuevo Sistema de Procesamiento Avanzado de Líquido (ALPS), fabricado por Toshiba, se espera que sea capaz de eliminar hasta 62 de los 63 tipos de material radiactivo presentes en el agua, lo que solventaría en parte el problema de su almacenaje.
A primeros de agosto, el Gobierno nipón manifestó su disposición de involucrarse a nivel logístico y financiero para resolver el 'problema urgente' del agua contaminada en la planta con medidas 'rápidas y eficaces', para lo que no descarta usar fondos reservados.
Entre ellas, barajan verter al océano agua con bajos niveles de radiación o congelar el subsuelo alrededor de los reactores para crear un muro que bloquee el paso del agua, en su objetivo de poner fin a las fugas radiactivas, actualmente el principal desafío para acabar con la crisis en Fukushima.