Seis parejas del mismo sexo inscribieron hoy en juzgados de Costa Rica sus uniones de hecho amparados en una ley que aparentemente lo permite, y ahora deberán esperar algunos meses por la decisión de los jueces.

Las parejas acudieron a los juzgados de familia de las provincias de San José, Heredia y Guanacaste con el fin de dar un paso adelante para lograr el reconocimiento de sus derechos humanos y patrimoniales, explicó a los periodistas el presidente del Movimiento Diversidad, Marco Castillo.

En el juzgado de familia de San José se hicieron presentes Lorenzo Serrano, de 29 años, y Alberto González, de 26, quienes viven como pareja desde hace seis años y trabajan en un negocio propio.

'Como ciudadano costarricense lo único que estoy exigiendo son mis derechos. Yo pago impuestos, pago el seguro social, pero mis derechos dónde están?', declaró González a los periodistas.

González dijo que lo que pretenden con las uniones de hecho es que las parejas del mismo sexo puedan asegurarse entre sí, acceder a préstamos bancarios y heredar en caso de que alguno muera, derechos que en la actualidad no tienen.

'Tenemos amigos a quienes se les ha muerto la pareja y la familia le quita todos los bienes a la otra persona a pesar de los años de esfuerzo. Si yo me muero quiero que a él (Serrano) le queden mis bienes, tenemos derecho a pelear por algo tan sencillo como eso', expresó.

González hizo un llamado a las parejas homosexuales para que se acerquen sin temor a los juzgados de familia a inscribir sus uniones de hecho y exigir sus derechos.

'No tengan miedo. La ley está firmada y publicada. Hay que hacer presión para que los jueces sepan que no somos una minoría, que no somos pocos los que peleamos por nuestros derechos, que somos una cantidad de gente muy grande que está siendo limitada', manifestó.

Según la interpretación de los grupos homosexuales, un artículo incluido en la norma de Reforma a la Ley General de la Persona Joven, que entró en vigor el pasado lunes, les permite a las parejas del mismo sexo legalizar las uniones de hecho.

El artículo establece el 'reconocimiento, sin discriminación contraria a la dignidad humana, de los efectos sociales y patrimoniales de las uniones de hecho que constituyan de forma pública, notoria, única y estable'.

Tras la inscripción de las uniones de hecho en los juzgados, las parejas deberán esperar que un juez analice cada caso y resuelva, un proceso que en parejas heterosexuales suele tardar alrededor de un año.

En este sentido existen varios posibles escenarios: Que los juzgados legalicen las uniones, que las rechacen o que pidan una interpretación de la ley a la Sala Constitucional.

La reforma a ley de la persona joven se aprobó con normalidad y sin objeciones en el Congreso Nacional, hasta que el diputado José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio, festejó la presencia del artículo que aparentemente legaliza las uniones entre parejas del mismo sexo.

Ante la queja de varios legisladores que se oponen a este tipo de uniones, Villalta les criticó por no leer los proyectos que votan.