El primer ministro de la República Checa, el conservador Petr Necas, presentó hoy su dimisión al presidente del país, Milos Zeman, tras verse salpicado por un escándalo de espionaje ilegal y corrupción política, informó Radio Praga.

Con la entrega de su dimisión al jefe del Estado, Necas hizo oficial de acuerdo con la ley su retirada, tras haberla anunciado el domingo y después de tres años al frente del Gobierno.

Según Radio Praga, la razón principal que llevó al líder conservador a tirar la toalla fue la detención y envío a prisión preventiva de la jefa de su gabinete, Jana Nagzyová, bajo sospecha de abuso de poder y corrupción.

Por su parte, el presidente de la República pidió al primer ministro y al Gobierno salientes que continúen en el poder hasta que se nombre un nuevo Ejecutivo.

Zeman adelantó que entre los próximos viernes, sábado y domingo recibirá a los líderes de los partidos con representación parlamentaria para buscar una solución a la crisis desatada por lo que la prensa califica como uno de los mayores escándalos de corrupción desde la caída del comunismo en el país centroeuropeo.

Necas se vio salpicado por un escándalo de espionaje, soborno y corrupción política que involucra a varios colaboradores suyos y a Nagyova, su mano derecha, detenida en una espectacular redada en las oficinas gubernamentales la semana pasada.

Nagyova, a la que el diario Çeské Noviny atribuye 'una estrecha relación con Necas', está acusada de abuso de poder por recurrir a la inteligencia militar para espiar a la esposa del primer ministro saliente.

Poco antes de su reunión hoy con el jefe del Estado, Necas había dimitido también del cargo de presidente del conservador Partido Democrático Ciudadano (ODS).

Según declaró a la prensa en Praga el sucesor interino de Necas en la presidencia del ODS, Martin Kuba, el partido decidió negociar con sus aliados la renovación de la coalición bajo un nuevo primer ministro, informó Çeské Noviny en su edición digital.

El ODS espera así poder elegir al sucesor del primer ministro para continuar en el poder hasta las elecciones legislativas regulares previstas para mayo de 2014 y evitar que se anticipen, como exige la oposición socialista.

En una rueda de prensa, Kuba subrayó que el ODS desea mantener en el poder a sus dos aliados, el centrista Top09 del ministro de Exteriores, Karel Schwarzenberg, y el partido liberal Lidem.

No obstante, la última palabra la tendrá el presidente, a quien compete oficialmente determinar qué políticos integrarán un nuevo Ejecutivo, de acuerdo con la Constitución.