La CIA armará a los rebeldes sirios
La CIA estadounidense se prepara para hacer llegar armas y municiones a los rebeldes sirios en las próximas semanas a partir de bases secretas localizadas en Turquía y Jordania, según reveló hoy el diario The Washington Post.
Según este periódico, una mejor comprensión por la CIA de los elementos que componen el frente rebelde y la experiencia acumulada sobre el terreno con la entrega de ayuda humanitaria han facilitado la decisión del Gobierno estadounidense, anunciada el pasado jueves, de proporcionar ayuda militar directa a la oposición que combate contra el régimen de Bachar Al Asad.
'Hoy tenemos relaciones en Siria que no teníamos hace seis meses', asegura Benjamin Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional del presidente de EE.UU., Barack Obama, citado por el diario.
Gracias a ello, en estos momentos Estados Unidos está en disposición no sólo de entregar material bélico en el interior del país, sino de hacerlo llegar 'a las manos correctas', añade la fuente.
Desde que se planteó la cuestión de la ayuda militar a los rebeldes, EE.UU. ha mantenido una actitud de suma cautela, por el temor a que las armas acabaran en manos de extremistas islámicos o grupos terroristas que decidieran volverlas contra Washington o cualquiera de sus aliados en la zona, especialmente Israel.
Pero la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) ha logrado en los últimos meses un conocimiento más fiable del 'rompecabezas' sirio y de los elementos que componen el frente de oposición a Al Asad.
El Post asegura incluso que la decisión de Obama de armar a los rebeldes es anterior a la supuesta constatación, por parte de los servicios de inteligencia estadounidenses, de que el Ejército sirio ha utilizado armas químicas en varias ocasiones contra sus oponentes.
Según el periódico, el presidente estadounidense ordenó a finales de abril que comenzara la planificación del envío de armamento, después de que resultara evidente que el bando gubernamental estaba recuperando la iniciativa en la guerra gracias al apoyo de Hizbulá y de milicianos iraníes.
Por su parte, el New York Times afirma hoy que Obama, reticente desde el comienzo a toda intervención en Siria, tomó la decisión debido a la presión de sus asesores e incluso del expresidente de EE.UU. Bill Clinton, que esta semana criticó, por poco agresiva, la gestión de la Casa Blanca del conflicto sirio.
Todo parece indicar que los primeros envíos de material consistirán en armas ligeras y municiones, pero no armamento antitanque ni antiaéreo, en contra de lo que reclaman con desesperación los rebeldes sirios.
Especialmente delicada es la cuestión de si se provee o no al bando rebelde de misiles antiaéreos portátiles, los llamados 'Manpad', que ayudarían a contrarrestar la superioridad aérea del Ejército de Al Asad, pero que se volverían extremadamente peligrosos de caer en manos terroristas.
Entre los grupos que combaten al régimen de Damasco figuran varios muy radicales, como el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda en Irak, o Anhar al Sham, que propugna un tipo de Gobierno para Siria similar al que impusieron los talibanes en Afganistán.
Las armas estadounidenses irán destinadas a reforzar la capacidad del Consejo Militar Supremo del Ejército Libre Sirio (ELS), a cuya cabeza se encuentra el general Salim Idris, y que defiende la creación de un gobierno democrático en el país.
Aunque la CIA no tiene una presencia permanente dentro de Siria, sí ha utilizado desde que comenzó el conflicto bases en Turquía a lo largo de la frontera siria, cerca de donde opera el general Idris.
Otra previsible vía para la entrega del material bélico es por el sur, desde Jordania, un país cuyos servicios de inteligencia cooperan estrechamente con los estadounidenses.