Un tibetano murió al prenderse fuego en un acto de protesta contra el control del Gobierno chino en la región de Adril, en el este del Tíbet, lo que elevó a 118 los casos de inmolados desde 2009, informó hoy la agencia tibetana en el exilio Phayul.

Tenzin Sherab, de 31 años, se quemó a lo bonzo el lunes y murió a causa de sus quemaduras en el mismo lugar de la protesta, precisó la agencia tibetana.

Según el monje Jampa Younten, que reside en el sur de India y que fue citado por Phayul, la familia y amigos de Sherab se enteraron de la inmolación cuando ya se había producido.

'Después de la protesta, las fuerzas de seguridad chinas llegaron al lugar y confiscaron el cuerpo de Tenzin Sherab', relató el monje Younten, quien añadió que el cuerpo fue entregado el martes a los familiares.

En los días precedentes a su inmolación, Sherab había hablado con sus amigos acerca de las políticas 'malignas' del Gobierno chino y expresado su preocupación por la posible 'aniquilación' de la religión y cultura tibetana, manifestó Phayul.

'No podemos soportar vivir bajo la tortura constante de China y su represión', indicó Sherab a sus amigos, según la fuente.

El pasado 25 de abril, tres tibetanos, entre ellos una mujer y dos monjes, de 20 y 22 años respectivamente, se prendieron fuego y fallecieron también en protesta contra la ocupación del Gobierno chino, en la prefectura autónoma de Aba, en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China.

Pekín acusa al Dalai Lama y a los grupos de apoyo al independentismo tibetano en el exilio de aplaudir y animar estas inmolaciones, pese a que el líder espiritual y Premio Nobel de la Paz de 1989 ha pedido el cese de las protestas suicidas.

China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región gozaba de una independencia de hecho hasta que fue ocupada por las tropas comunistas en 1951.