Presidenta argentina cumple un complicado primer año de su segundo mandato
La presidenta argentina, Cristina Fernández, cumple el primer año de gestión de su segundo mandato de gobierno, un período signado por el resquebrajamiento del apoyo social y por complicaciones tanto en el frente político como en el económico.
Fernández, de 59 años, quien llegó a la Presidencia el 10 de diciembre de 2007, fue reelegida en octubre de 2011 para otro período de cuatro años con el 54 % de los votos y una imagen positiva que era del 63,3 %, de acuerdo a Management <><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>& Fit./p
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Según las últimas mediciones realizadas por esta consultora privada, a finales de noviembre pasado la imagen 'buena' o 'muy buena' de la mandataria era del 29,3 % y la mala del 42,6 %./p
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Para el analista político Patricio Giusto, éste 'fue un año en el que no se dio lo que el oficialismo esperaba, con una profundización de la crisis económica, el resquebrajamiento del gobernante Partido Justicialista (PJ), la división de la Confederación General del Trabajo, la mayor central obrera del país, el proyecto de reelección frustrado y la sociedad cada vez más enojada'./p
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Este enojo se cristalizó en la masiva protesta social del pasado 8 de noviembre y tuvo su continuidad en una huelga convocada el 20 de noviembre por sindicaos opositores./p
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Tras estas protestas masivas, el Gobierno convocó para hoy a un festival popular en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo, para celebrar el día internacional de los derechos humanos, los 29 años del retorno de Argentina a la democracia y los cinco años de gestión de Fernández, a quien sectores del oficialismo llamaron a respaldar con una asistencia masiva al festejo./p
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La agenda de Fernández este año ha estado signada por medidas polémicas, como las restricciones cambiarias y la expropiación de 51 % de las acciones de la española Repsol en la petrolera YPF, además de un creciente conflicto con Clarín, el mayor grupo de medios del país, por la aplicación de la ley de medios audiovisuales./p
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'Lo complicado es que quedan tres años de mandato y, si no se arreglan ciertas cosas, esto puede derivar en una crisis de gobernabilidad, con elecciones legislativas en 2013 que van a ser decisivas', dijo a Efe Giusto, de la consultora Diagnostico Político./p
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Fernández ya había tenido en su primer mandato un primer año complicado por el estallido de la crisis global y un severo conflicto con el sector agrario en 2008, que derivó en un varapalos electoral en 2009, tras el cual pudo recuperar capital político y lograr cómodamente la reelección en 2011./p
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La diferencia, apunta Giuso, es que entonces Fernández se apoyó en su esposo y antecesor, Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en octubre de 2010./p
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'Hoy ella tiene que cargar con todo el peso y es algo que le ha superado, se ha quedado con un entorno muy reducido y esto se ve en deficiencias claras de gestión. Es un gobierno que no resuelve los problemas', sostuvo el analista./p
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En el frente económico también ha sido un año gris para Argentina, que tras crecer entre 2003 y 2011 a un ritmo promedio anual del 8,3 %, concluirá 2012 con una expansión cercana al 1 %, según protecciones privadas./p
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'Este año estuvo signado por la desaceleración económica. Desaparecieron los pilares del crecimiento y, como consecuencia, desaparecieron las 'tasas chinas' de expansión', dijo a Efe el economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica./p
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Según el experto, se han deteriorado las variables macroeconómicas, con problemas fiscales y en la balanza comercial, y un déficit energético creciente.br /
'La situación es seria, aunque no estamos hablando de un colapso. Argentina no tiene la debilidad estructural de décadas previas, pero es evidente que no tiene la fortaleza económica de apenas algunos años atrás', sostuvo Castiñeira./p
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En el plano internacional, Argentina tiene varios frentes abiertos, entre ellos la pelea con fondos de inversión que le demandaron en EE.UU., la retención de la fragata Libertad en Ghana y el vigente conflicto con el Reino Unido por la soberanía de las Malvinas, de cuya guerra se cumplieron en 2012 treinta años./p
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'Hubo una radicalización de la política exterior del Gobierno: avanzar en el contexto latinoamericano, privilegiando el vínculo con Venezuela y Ecuador, ir fuerte contra las multinacionales, como en el caso de la nacionalización de YPF, y seguir instalando la cuestión Malvinas como la principal bandera de la política exterior argentino aunque sin resultados', dijo Giusto./p