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La frustrada tregua temporal acaba en Siria

La tregua temporal, declarada en Siria con motivo de la Fiesta musulmana del Sacrificio, acaba hoy sin que la violencia haya remitido en el país, sacudido por continuas hostilidades entre las partes y un atentado cerca de la capital.

En el suburbio de Yarmana, ubicado a las afueras de Damasco y de mayoría drusa, un vehículo cargado con explosivos estalló y dejó al menos diez muertos y medio centenar de heridos, además de incendiar varias decenas de coches y dañar otras tantas tiendas.

La agencia de noticias oficial siria Sana acusó a supuestos terroristas -como el régimen denomina a la oposición armada- de cometer ese atentado y violar la tregua decretada, si bien ningún grupo ha reivindicado la acción.

Una activista de la red opositora Sham, Iman al Huda, residente en las inmediaciones de la capital, dijo a Efe por internet que este tipo de atentados son una 'nueva estrategia' en el conflicto que contempla los ataques a civiles con coches bomba en zonas populosas.

Mientras, los bombardeos aéreos de las fuerzas del régimen continuaron en otras zonas cercanas a Damasco como Al Guta, Zamalka, Al Sharquiya y Harsata, donde los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) se enfrentaron también a los soldados gubernamentales.

Los activistas Comités de Coordinación Local informaron en un comunicado de la muerte hoy de al menos 68 personas, treinta de ellas en Damasco y sus alrededores, en línea con las decenas de fallecidos registradas en los otros tres días que ha durado la tregua.

En otras partes del país, las tropas gubernamentales bombardearon por aire localidades como las de Al Bukamal (en la provincia oriental de Deir al Zur y fronteriza con Irak) o Maarat al Nuaman (en la provincia septentrional de Idleb), según la Comisión General de la Revolución Siria.

En la ciudad de Homs, en el centro del país, varias personas resultaron heridas por los bombardeos de artillería pesada del Ejército mientras este cercaba el barrio de Deir Balaba, agregó la Comisión.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos destacó que aviones militares bombardearon los alrededores del campamento de Wadi al Deif, considerado un reducto del régimen en la provincia de Idleb, dominada en buena parte por los insurgentes, y escenario en las últimas semanas de duros combates.

Este tipo de actos ha dinamitado la tregua temporal planteada por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, el argelino Lajdar Brahimi, como una forma de cesar la violencia o, por lo menos, de reducirla para después iniciar un proceso de transición política.

Tanto el régimen como parte de los rebeldes se comprometieron el pasado jueves a respetar el alto el fuego bajo ciertas condiciones, pero lo comenzaron a incumplir al poco tiempo del inicio de la Fiesta del Sacrificio, importante festividad de los musulmanes que este año se ha visto nuevamente bañada de sangre.

El portavoz del rebelde Ejercito Libre Sirio (ELS) Sami Kurdi amenazó con intensificar sus operaciones contra el régimen a partir de mañana, martes, controlar las vías de suministro logístico que utilizan las fuerzas leales a Damasco y afianzar el dominio de los insurgentes en las provincias de Alepo e Idleb, ambas en el norte.

En declaraciones a Efe por teléfono, Kurdi acusó a Damasco de estar detrás del atentado de Yarmana, mientras que otro de los portavoces de este grupo rebelde, Fahad al Masri, pidió la intervención extranjera en Siria e insistió en que 'no ha habido tregua porque el régimen la violó desde el principio'.

En medio de ese cruce de acusaciones entre las autoridades sirias y los opositores, Brahimi lamentó hoy desde Moscú que su propuesta de alto el fuego fuera ignorada por las partes.

Tras reconocer el fracaso de su iniciativa, el mediador se mostró dispuesto a seguir cooperando con todos los actores internos y externos para poner fin al conflicto sirio.

'Si esto no es una guerra civil, entonces no sé lo que es. La guerra civil debe terminar. La situación ahora es muy complicada, empeora y toda la comunidad internacional debe unirse y ayudar al pueblo sirio a encontrar una salida a la crisis', subrayó Brahimi tras reunirse con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

El enviado especial de la ONU consideró 'indispensable' el apoyo de Rusia y los demás miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, si bien descartó el despliegue de cascos azules en Siria.

Un grupo de sirios inspeccionan los edificios dañados tras la explosión de un coche bomba en la zona de Al Rawda. (EFE)
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