Fortuño ni pío sobre la estadidad en el podio de su partido (vídeo)
El gobernador Luis Fortuño participó el miercoles en la noche de la Convención Republicana con un discurso en el que recicló su controvertible anecdota del soldado moribundo que le generó críticas cuando primero la usó en el mensaje de situación del país en febrero pasado. El máximo líder del Partido Nuevo Progresista tampoco hizo alusión alguna a la estadidad para Puerto Rico.
La versión de la convención de cómo visitó al soldado puertorriqueño Emmanuel Meléndez en el hospital militar Walter Reed para susurrarle al oído que no se rindiera, tuvo menos detalles que en febrero, y sirvió de estribillo para que los delegados le corearan el 'nunca nos rendiremos'.
Pero en la letanía de cosas y personas por las que 'nunca' se rendirá... no estaba la estadidad.
En febrero, Fortuño dijo que visitó al soldado cuando era Comisionado Residente, algo que no cuadraba con el récord congresional ni con las fechas de inconciencia del militar. Luego, el propio Meléndez dijo que su familia le había dicho que sí, que el Gobernador lo visitó poco antes de juramentar como Comisionado Residente.
El Gobernador también repitió el relato que usa en discursos fuera de Puerto Rico de cómo entró al poder con un déficit de $3,200 millones, al borde de la bancarrota, de que recortó gastos empezando por su salario, redujo el déficit, invirtió en escuelas, hospitales y autopistas, redujo impuestos en 50% para individuos y 30% corporaciones, y de cómo, como resultado de todo esto, 'nuestro sector privado—la economía real—comenzó a crear empleos de nuevo'.
Sin embargo, el récord del Departamento del Trabajo federal indica que el empleo en el sector privado en 2009, cuando Fortuño asumió el poder, se componía de 483,000 personas, mientras que en 2012 va por 343,000 personas.
Esta noche de la convención cerró con el discurso de aceptación del candidato vicepresidencial Paul Ryan quien ofreció un plan para crear 12 millones de empleos en los próximos cuatro años y un mensaje de 'optimismo, oportunidad y crecimiento', dirigido a la clase media.
Mientras, líderes del Partido Demócrata en la Isla denunciaron que Fortuño no sólo apoya a Romney, sino que es un fiel defensor y creyente de la 'nefasta agenda republicana'.
En conferencia de prensa, Eduardo Bhatia, José Alfredo y Juan Eugenio Hernández Mayoral, precisaron que esta agenda incluye más despidos de empleados públicos y recortes de fondos para importantes programas de educación, construcción, salud, seguridad, y la creación de empleos.
Esto supuestamente porque ambos, Fortuño y Romney, creen en despedir empleados, creen en que el dinero público no debe ir a obras sino a la empresa privada, y creen en recortes a Medicaid y Medicare.
Traducción oficial del discurso, según divulgado por el PNP:
Muchas gracias. Buenas noches Puerto Rico! Buenas noches Florida! Buenas noches América!
Como americano, orgulloso de servirle a cerca de cuatro millones de ciudadanos americanos en Puerto Rico, me honra estar con ustedes esta noche.
Nos reunimos para celebrar las esperanzas y los sueños de cada americano. Todos creemos en la grandeza de esta nación, y esa grandeza reside dentro de cada uno de nosotros.
Los americanos que trabajan arduamente, luchan cada día para proveer para ellos y para sus familias; y para dejar un país más próspero para la próxima generación. Eso es cierto aquí en Florida, es cierto en Puerto Rico, y es cierto en toda nuestra gran nación.
Pero, mientras las familias han tenido que recortar sus presupuestos, Washington continúa malgastando de más. A menos que elijamos líderes que asuman responsabilidad ahora, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos pagarán por ello más tarde.
Tú y yo sabemos que hay una mejor manera, y como muchos gobernadores conservadores, lo estamos demostrando.
Cuando asumí la Gobernación de Puerto Rico, heredé un déficit presupuestario de $3,300 millones; por persona, el déficit más grande en cualquier lugar de la nación. No podíamos tan siquiera pagar la nómina. Estábamos al borde de la quiebra.
Pero no rehuimos nuestra responsabilidad de gobernar.
Recortamos los gastos del gobierno casi un 20 por ciento, comenzando por mi propio salario.
Redujimos nuestro déficit un 90 por ciento, mientras seguimos invirtiendo en nuestras escuelas, hospitales y carreteras.
Al mismo tiempo, recortamos los impuestos, 50 por ciento a los individuos y 30 por ciento a las empresas. El recorte de impuestos más grande en la historia de Puerto Rico.
Y nuestro sector privado—la economía real—comenzó a crear empleos de nuevo.
Imagínense si tuviéramos políticas a nivel nacional que apoyen en vez de ahogar el crecimiento económico! Seríamos entonces capaces de verdaderamente desatar el motor de la prosperidad que nuestro país y nuestra gente se merecen.
Eso es lo que Mitt Romney y Paul Ryan harán por América. Ellos entienden que los retos de cada comunidad son únicos, pero las respuestas son las mismas.
Los presupuestos de nuestras familias no pueden crecer si los políticos siguen agrandando el presupuesto de Washington.
Necesitamos que el gobierno se salga de nuestro camino y que la libertad y el espíritu de los americanos brillen.
Podemos pensar más, soñar más, trabajar más y producir más que cualquiera en el mundo. Yo lo sé, ustedes lo saben, y Mitt Romney y Paul Ryan lo saben.
Ellos tienen un plan y una visión que pone nuestra fe en ustedes, el pueblo americano, no en Washington.
Pregúntele a cualquier dueño de pequeño negocio en América hoy— desde el ganadero en Appleton, Wisconsin hasta el dueño de una bodega en Kissimmee, Florida: lo que quieren es crecer... producir... emplear gente.
Pero están preocupados, temerosos de que Washington continúe castigándolos con impuestos más altos, más burocracia y más control del gobierno.
Denles la libertad de crecer y verán cuántos empleos crean!
Me gusta mucho hablar de libertad, porque la libertad es la esencia de quiénes somos como americanos.
Más de 200 mil puertorriqueños han servido en el ejército para defender nuestra nación y la libertad que tanto valoramos.
Como en cualquiera de sus estados, nosotros nos levantamos y saludamos la bandera americana. Al igual que nuestros conciudadanos en Florida o Virginia, compartimos el mismo espíritu imbatible como americanos.
Permítanme compartir con ustedes un ejemplo de ese espíritu.
Hace varios años visité a un soldado puertorriqueño en el Walter Reed Army Medical Center.
Este joven había servido valientemente en combate y le habían dado poca oportunidad de sobrevivir.
Sin saber si él podía oírme, en cada visita, le susurraba al oído lo orgullosos y agradecidos que estábamos por su dedicación y sacrificio, y le añadía, No Te Rindas.
Meses más tarde, al cabo de su milagrosa recuperación, tuve el honor de hacerle entrega del Corazón Púrpura. Él nunca se rindió.
Por él, y por todos los americanos en uniforme, nunca nos rendiremos.
Por cada madre que lucha, ahorra y se sacrifica para que sus hijos tengan mejores oportunidades, nunca nos rendiremos.
Por cada pequeño comerciante que levanta su negocio para tener una vida mejor, nunca nos rendiremos.
Por Mitt Romney y Paul Ryan, que saben lo que hace falta para reencaminar a América y ponerla a trabajar, nunca nos rendiremos.
Y por los valores que hacen a América grande:
la justicia que es nuestro derecho, la libertad para dar rienda suelta a la grandeza que reside dentro de cada uno de nosotros y la libertad con la que Dios dotó a cada americano, por eso...yo nunca me rendiré, ustedes nunca será rendirán, nosotros nunca nos rendiremos!
Que Dios los bendiga y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América!
…y muchas gracias, Puerto Rico. Regreso a casa mañana!
*Actualizado