Suu Kyi no jurará por una Constitución antidemocrática
Bangkok - La líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, y los 42 candidatos electos de su partido no tomarán posesión de sus escaños mañana porque se niegan a prometer que salvaguardarán una Constitución que consideran antidemocrática.
El asunto, a quien la propia Suu Kyi resta gravedad, puede solucionarse en las próximas horas si las autoridades reemplazan el verbo 'salvaguardar' por el de 'respetar' en el texto del juramento.
El Legislativo enmendó la Ley Electoral el año pasado para introducir este cambio y otros que exigía la Liga Nacional por la Democracia (LND), la formación de Suu Kyi, con el fin de abandonar la clandestinidad, tras ser proscrita en 2010, y participar en los comicios legislativos parciales del pasado 1 de abril, en los que ganó 43 de los 45 escaños en juego.
La disyuntiva radica en que la modificación no ha llegado a la Constitución, de 2008.
La LND remitió una carta el viernes pasado al presidente de Birmania (Myanmar), el exgeneral Thein Sein, para que mediase en el asunto después de que fracasasen sus trámites con el Tribunal Constitucional, al que acudieron la víspera.
Thein Sein se encuentra de visita oficial en Japón para renegociar la cooperación económica y asistir a una reunión de los países de la cuenca el Mekong, y no tiene previsto regresar hasta el lunes.
El primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, anunció ayer que, en respuesta a los avances democráticos en Birmania, reanudarán la ayuda financiera y condonarán la deuda del país, que asciende a 300.000 millones de yenes (2.783 millones de euros).
Noda explicó a Thein Sein en Tokio que la decisión está destinada a apoyar la transición del país hacia un gobierno democrático, la reconciliación nacional y el desarrollo económico.
Al igual que Japón, otros países de la comunicad internacional han suavizado o retirado sus sanciones contra Birmania en respuesta a las reformas democráticas que ha impulsado Thein Sein los 13 meses que lleva gobernando la nación tras la disolución de la última junta militar.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea tienen previsto reunirse mañana y suspender por un año todas la sanciones contra Birmana, con la excepción de la venta de armas.
La acción europea iba a coincidir en un principio con la entrada del movimiento democrático de Suu Kyi, Nobel de la Paz en 1991, en el Parlamento birmano.
Aunque los 43 escaños ganados por la LND no alteran la supremacía del partido de Thein Sen en el Legislativo, su presencia supone un paso en el camino hacia la plena democracia.
Suu Kyi adelantó durante la campaña electoral que si ganaba un asiento en el Parlamento nacional una de sus prioridades sería tratar de enmendar las partes antidemocráticas de la Constitución actual.
La Carta Magna, redactada por una comisión nacional elegida a dedo por los dirigentes del régimen militar que se sostuvo en el poder durante casi medio siglo, reserva a las Fuerzas Armadas 110 de los 440 escaños que componen el Parlamento y 56 de los 224 que constituyen el Senado.
El texto constitucional además concede al jefe de las Fuerzas Armadas el derecho a asumir el poder en condiciones extraordinarias, como la amenaza de la desintegración nacional, y exonera a los militares de cualquier crimen cometido en el pasado.
La Constitución también impide a Suu Kyi acceder a la jefatura del Estado o a la vicepresidencia por tener relación familiar con extranjeros, como lo fue su marido, el profesor británico Michael Aris, fallecido en 1999.
Birmania ha estado gobernada por regímenes militares desde 1962 hasta 2001.