Buenos Aires, Argentina.- Los legisladores argentinos, blanco de críticas generalizadas por duplicar sus ingresos en medio de una estrategia de ajuste, defienden la medida para 'restituir la dignidad' de los parlamentarios y no dejar la política 'a los ricos o ladrones', según el presidente del Parlamento, Julián Domínguez.

'Se ha legitimado el trabajo que hace el Congreso. Hemos sincerado una situación. La política no puede ser sólo cosa de ricos, que solamente la hagan aquellos que reciben dinero de los grupos concentrados', sostuvo el oficialista Domínguez en declaraciones al canal local C5N.

Domínguez y el vicepresidente y titular del Senado, Amado Boudou, acordaron en diciembre aumentar la dieta de los legisladores, aunque la decisión no ha trascendido hasta ahora, en un contexto de recortes de subsidios a empresas y consumidores y llamamientos del Gobierno a la moderación salarial.

La medida desató críticas de dirigentes gremiales y división en el Parlamento por una resolución que habilita a diputados y senadores a cobrar más de 35.000 pesos mensuales (unos 8.000 dólares), frente a los 17.000 pesos (alrededor de 3.900 dólares) anteriores a la subida, dijeron fuentes legislativas.

'Para acabar con lo que pasó en el pasado, con el modelo de la Banelco (en alusión al cobro de sobornos), el modelo del lobby haciendo operaciones en las cámaras y con la corrupción generalizada para que las leyes respondan a grupos potentados debe ser visible lo que cobra un legislador', manifestó Domínguez, ministro de Agricultura hasta diciembre pasado.

'Todo el mundo se rasga las vestiduras y a mí me parece que es una hipocresía, porque hay una desconsideración por lo público. Nadie pregunta cuánto gana un empresario', subrayó el funcionario que, pese a sus declaraciones, rehusó detallar el salario medio de un legislador y sus complementos.

Además del sueldo, los legisladores cuentan con otros beneficios, como pasajes de avión canjeables por efectivo si no se utilizan y un plus por desarraigo para residentes a más de cien kilómetros de Buenos Aires que varía según la distancia.

Los legisladores argentinos fueron ya duramente criticados el pasado año por el escaso número de sesiones parlamentarias que desarrollaron, quince en el Senado y diez en Diputados, la menor cantidad registrada desde el retorno de la democracia, en 1983.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, se ha mantenido al margen de la polémica, aunque ha defendido el recorte de subsidios, la política de ajuste y ha llamado a la moderación salarial a los sindicatos.