Río de Janeiro - Un motín en un reformatorio de la localidad brasileña de Cabo de Santo Agostinho (Pernambuco, noreste) acabó hoy con tres jóvenes muertos, uno de ellos decapitado, informaron fuentes oficiales.

Los tres cadáveres de las víctimas fueron encontrados carbonizados, por lo que las autoridades no pudieron confirmar su identidad ni su edad, según dijo un portavoz de la Policía Militarizada a Efe.

La revuelta comenzó alrededor de las 18.00 hora local (21.00 GMT) y fue controlada por la policía a las 3.30 (5.30 GMT) con el uso de gas lacrimógeno y balas de goma.

La Policía arrestó a cuatro jóvenes de entre 18 y 19 años acusados de liderar el motín, que ocurrió en la Fundación de Atención Socioeducativa (Funase), un reformatorio con capacidad para 166 personas y que actualmente acogía a 368 jóvenes de entre 17 y 21 años, ubicado en el municipio de Cabo de Santo Agostinho, a 40 kilómetros de Recife, la capital regional.

Al comienzo del motín los internos tomaron como rehenes a tres agentes del reformatorio durante cerca de dos horas y los liberaron ilesos después de negociar con una directora de la Funase.

Los internos quemaron colchones y causaron grandes daños a los muebles y las instalaciones de tres de los ocho pabellones que integran el reformatorio, según dijeron responsables de la Funase.

Los amotinados lanzaron la cabeza del joven decapitado por encima del muro del reformatorio envuelta en una sábana y colgaron el cuerpo boca abajo en una reja, según el relato de medios locales.

El motivo de la revuelta fue el descontento con la gestión del reformatorio. Algunos internos se quejaban de la alimentación, de malos tratos y de restricciones a las visitas de familiares y novias, según dijeron parientes citados por medios locales.