Iglesia belga promete evitar abusos sexuales
La Iglesia Católica belga realizará exámenes psicológicos a los seminaristas que aspiren al sacerdocio para impedir que aquellos que muestren tendencias a la pedofilia ingresen a la institución, golpeada por una ola de denuncias de abusos a menores por parte de sacerdotes.
'La Iglesia debe proteger a sus niños', subrayó el arzobispo André Joseph Leonard, informa AFP.
Al igual que Estados Unidos, Irlanda y Alemania, la Iglesia Católica belga se ha visto manchada por un escándalo de pedofilia, con más de 500 denuncias contra sacerdotes.
El viernes, cerca de 70 víctimas de presuntos abusos sexuales cometidos por sacerdotes o religiosos en Bélgica lanzaron una acción legal contra el Vaticano y la cúpula de la Iglesia Católica belga.
Las denuncias de abusos sexuales se acumularon contra la Iglesia belga después de que el obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, reconociera que había abusado sexualmente de un sobrino, lo que le llevó a dimitir.
La Iglesia preparará un código, que será publicado en breve, para evitar los abusos a menores, explicó Leonard.
Los seminaristas que quieran convertirse en sacerdotes serán 'rigurosamente analizados', destacó. 'Se les hará un perfil psicológico desde el inicio de su formación'. 'Serán luego analizados en varias sesiones especiales por psicólogos', añadió.
'Me dedicaré sobre todo a tratar la cuestión del celibato', explicó a la prensa el profesor de psicología clínica de la Universidad Católica de Lovaina (KUL), Joseph Corveylen, quien fue designado para analizar a los seminaristas, durante cuatro sesiones anuales para los estudiantes de primer año.
'Estos jóvenes salen de la adolescencia y el celibato puede resultarles una opción difícil', explicó.
'Quiero comprobar que no hayan elegido el sacerdocio debido a que, por ejemplo, tienen un miedo a la sexualidad o a la intimidad, o que tengan otros problemas con su sexualidad', añadió.
Desplazado de Bélgica a Francia, donde debía hacer penitencia y caer en el olvido, Roger Vengheluwe volvió a escandalizar a la opinión pública belga reconociendo que, en realidad, había abusado de dos de sus sobrinos y minimizando los hechos.
En septiembre de 2010, una comisión publicó los testimonios de cerca de 500 personas que acusaban a eclesiásticos de haber abusado de ellos durante su juventud.
La mayoría de los testimonios se referían a abusos cometidos entre los años cincuenta y ochenta, por lo cual han prescrito tanto para la justicia civil como para la eclesiástica.
Tras meses de silencio, los sacerdotes reconocieron en junio pasado su 'responsabilidad moral' y se comprometieron a indemnizar a las víctimas, al igual que a mejorar la selección de sus aspirantes a sacerdotes.