Cruz Roja alivia tragedia humanitaria en Yemen
Cuatro meses de disturbios en Yemen se han saldado con decenas de muertos y heridos mientras el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja evacuan a los afectados y los fallecidos en Saná y ayudan a abastecer de agua a la población. En otras zonas del país, administran primeros auxilios a las personas afectadas por la violencia.
'Como consecuencia de los combates, el personal médico ha tenido dificultades para acceder a algunas zonas de Saná', explicó en un comunicado al que tuvo acceso NotiCel Jean-Nicolas Marti, jefe de la delegación del CICR en Yemen.
'En cuanto se recobraba un poco la calma, decenas de personas llamaban al CICR pidiendo ayuda para trasladar a los heridos al hospital y recoger los cadáveres', añadió.
Desde el 4 de junio, equipos conjuntos del CICR y la Media Luna Roja de Yemen han recogido 20 cadáveres en Saná y sus alrededores y trasladado a 5 personas heridas a los hospitales.
Sólo el 7 de junio, recogieron 7 cadáveres en al Hassaba, en el norte de la capital.
En las operaciones participaron cuatro colaboradores del CICR y cerca de 20 voluntarios de la Media Luna Roja de Yemen.
'Ahora más que nunca, estamos decididos a llevar a cabo nuestra labor humanitaria neutral e imparcial, tanto en Saná como en el resto del país', aseguró Marti.
'Saná ya no es lo que era, una ciudad bulliciosa llena de gente y de vehículos por el día e iluminada con las luces de las tiendas abiertas hasta bien entrada la noche. Ahora se respira la tensión en las calles', indicó.
'La gente vive al día y está acumulando provisiones de alimentos y agua por lo que pueda pasar. No salen de casa por temor a la delincuencia y están mandando a sus mujeres y a sus hijos a casa de sus familiares, en zonas más seguras', explicó.
'En Saná y en el resto del país la gente vive en constante estado de alerta. Hasta hace poco se oían explosiones y disparos todos los días. La gente tenía miedo de que sus casas fueran las siguientes en ser alcanzadas por una bala perdida o por algo mucho peor.
Aunque en la ciudad reina ahora una calma inusual, el nerviosismo y la tensión se siguen mascando en el ambiente'.
Como muchos empresarios están cerrando sus negocios, un gran número de trabajos están en la cuerda floja, por lo que los yemeníes tienen que arreglárselas como pueden
para subsistir. Por si no tuvieran suficientes problemas, la población tiene que hacer frente al desabastecimiento de electricidad en todo el país, que les obliga a pasar las noches a oscuras.
'El país también lleva tiempo sufriendo escasez de agua, por lo que el nerviosismo y la preocupación de la población son constantes, al no saber si tendrán suficiente agua potable para todo el día', explicó Johannes Bruwer, jefe del departamento de agua y hábitat del CICR en Yemen.
El pasado fin de semana, el CICR suministró al organismo de agua y saneamiento de Saná dos generadores, instalados en dos plantas de abastecimiento de agua de la capital,para reforzar la red existente, lo que ha permitido abastecer de urgencia a más de 270.000 habitantes.
La prestación de ayuda también es difícil fuera de la capital.
El CICR está haciendo todo lo posible para atender las necesidades más urgentes de la población allí donde se plantean, defienden sus miembros. Colabora con la Media Luna Roja de Yemen y dispone de oficinas en Saná,
Sadá, Amran y Aden para proporcionar una asistencia humanitaria lo más eficaz posible.