Los ticos, como se conoce a los ciudadanos de Costa Rica, le están plantando cara a los narcos mexicanos porque tanto las autoridades como las organizaciones civiles no están dispuestas a tolerar que el país centroamericano quede atrapado en una guerra por el control de las rutas del narcotráfico en la región.

BBC Mundo explica que en los últimos cinco años aumentó el número de narcotraficantes de México en Costa Rica, donde los índices de violencia aumentaron, especialmente los homicidios vinculados con venganzas de la delincuencia organizada.

Pero parece que los costarricenses no están dispuestos a permitir que se instale el narco. En redes sociales o manifestaciones callejeras los ciudadanos expresan su rechazo a lo que llaman invasión de los carteles de la droga.

Una situación que, reconocen las autoridades, pone en riesgo la tranquilidad que Costa Rica, país sin ejército, ha tenido desde hace varias décadas.

El fiscal para el narcotráfico Álvaro Montoya, dijo a BBC Mundo que hay miedo de que los narcotraficantes importen la violencia que viven México, Colombia o Guatemala. Para enfrentar este riesgo, insistió, el país sólo cuenta con la policía 'bastante profesional, pero policía al fin'.

'Nos preocupa que vengan grupos de México a imponerse con violencia como lo han hecho en México o Guatemala, y sabemos que la capacidad de respuesta de nosotros sería muy deficitaria, probablemente', reconoció.

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