Muchos fanáticos de los cómics están en ascuas y probablemente muchos nostálgicos de la caza de brujas del 'McCarthismo' reclamen una vuelta a la feroz censura política de las artes porque uno de los símbolos de ficción del poderío estadounidense ha puesto en duda su propio patriotismo. Y es que Superman está pensando en renunciar a la ciudadanía estadounidense.

El personaje de ficción evalúa tomar una decisión con la que emularía al puertorriqueño de la vida real Juan Mari Brás (1927-2010), quien renunció a la ciudadanía estadounidense en Caracas en 1993 junto a José 'Fufi' Santori Coll, entre otros, para poner de manifiesto la situación colonial de Puerto Rico.

Los puertorriqueños gozan de la ciudadanía estadounidense desde 1917, pero mantienen desde 1898 un estatus político de subordinación a EEUU que no se resolvió, salvo temporalmente, en 1952, cuando se constituyó el Estado Libre Asociado.

EEUU siempre ha sido una tierra de acogida de inmigrantes a pesar de los prejuicios de los que llegaron un par de generaciones por delante que los últimos, y si Superman nació en Krypton, los puertorriqueños son boricuas aunque nazcan en la Luna, según el poeta borincano Juan Antonio Corretjer.

Las razones para que el Hombre de Acero considere renunciar a la ciudadanía recuerda también la historia de unos valientes y sacrificados puertorriqueños que lucharon hasta la muerte en varias guerras destacando en batallas decisivas y heroicas, especialmente en Corea. Sobre el legendario regimiento de voluntarios puertorriqueños 65 de Infantería cayó en un momento dado el desprestigio provocado por errores e inquinas cometidas por la alta jerarquía militar o pusilánimes mandos directos.

Y es que Superman esta 'cansado' de que sus buenas acciones 'se interpreten como instrumentos de la política' en Washington, dice Clark Kent enfundado en su traje de superhéroe en el último número, el 900, del cómic publicado el pasado miércoles por la editorial DC Comics.

La declaración, aunque se trate de un personaje de ficción, ha provocado reacciones airadas entre los conservadores de EEUU, como la del The Weekly Standard, que asegura es 'la mayor tontería que DC Comics podía hacer'.

Más pragmático es The Hollywood Reporter, que insinúa que la verdadera intención de esta amenaza es vender más en el mercado internacional.

En el último número de las aventuras del superhéroe, a Superman le critican que haya estado en Irán en una manifestación contra el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, y su reacción es amenazar con dejar de ser ciudadano de los Estados Unidos de América. Superman asegura que llevará su caso a las Naciones Unidas, como hizo Juan Mari Brás, quien aunque no tuvo mucho éxito ante ese foro con sede en Nueva York, sí que viajó a diferentes países durante los últimos años de su vida, entrando y saliendo de EEUU, volando sin pasaporte, aunque en aviones.

Se desconoce que decisión tomará en el próximo número el superhéroe, o si a sus guionistas se les ocurrirá que solicite el certificado de ciudadanía puertorriqueña que se puede adquirir a través del Departamento de Estado del país caribeño o, como bromean algunos seguidores en foros de Internet, acabará siendo un inmigrante ilegal.

Superman, concebido en 1938 por Jerry Siegel y Joe Schuster fue desde su llegada a la Tierra procedente de Krypton un emblema de los valores estadounidenses, como reflejan los colores que viste, el rojo y el azul.

La editorial DC Comics ha aclarado que su idea era que las aventuras de Superman adquirieran un 'enfoque global', aunque esto no signifique que deje de estar comprometido con el país donde aterrizó su nave después de quedarse sin planeta.