EEUU no descarta armar a rebeldes libios
Estados Unidos y Reino Unido evalúan la posibilidad de suministrar armas a las milicias rebeldes que luchan para derrocar a la dictadura de Muamar el Gadafi en Libia si los ataques aéreos llevados a cabo por la coalición aliada no fuerzan al dictador a abandonar el poder, informa The Guardian.
Al término de la conferencia internacional celebrada ayer en Londres, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo por primera vez que entregar armas a los rebeldes libios sería legal y estaría amparado por la resolución 1973 aprobada por la ONU hace dos semanas, que autorizó los ataques aéreos para establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia, publica el diario español El País.
El Consejo Nacional libio reclamó ayer tal medida para colocarse en pie de igualdad con las fuerzas de Gadafi. En opinión de la jefe de la diplomacia estadounidense, la resolución podría dar lugar a una transferencia legítima si alguien decide hacerla. 'Interpretamos que la 1973 enmendó o anuló el embargo absoluto de armas a Libia', añadió Clinton.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, coincidió con su colega estadounidense en que la resolución daba amparo para 'dar a la gente ayuda con el objetivo de defenderse en circunstancias particulares'. Eso, traducido en hechos, autorizaría el suministro de armamento.
El Gobierno de Estados Unidos está sumido en un intenso debate sobre la conveniencia o no de suministrar armas a las milicias rebeldes que combaten en el este de Libia para derrocar a la dictadura de Gadafi. El diario The New York Times asegura que el principal temor que despierta tal posibilidad es la creencia, apoyada en los últimos informes de los servicios de inteligencia, de que en sus filas se han infiltrado miembros de grupos extremistas como Al Qaeda o la milicía proiraní Hezbolá. A ese miedo se suma otro: armar a los rebeldes implica para Estados Unidos involucrarse en una guerra civil y en un escenario con demasiadas similitudes con Irak.
Pero la realidad es que la alternativa de armar a los enemigos de Gadafi sigue sobrevolando los despachos en Washington. Esta madrugada, el presidente Barack Obama, en entrevista con la cadena NBC, no descartó dar más mordiente a los sublevados en Libia. Preguntado por tal posibilidad, el presidente declaró: 'No lo descarto, pero tampoco lo incluyo'.
Lo que sí confirmó es que su país les prestará ayuda humanitaria, equipamiento médico y de comunicaciones. En la misma entrevista, el presidente demócrata aseguró que Gadafi está muy debilitado y que en última instancia abandonaría el poder, abriendo la puerta a su exilio, una salida que también se valoró durante la conferencia de Londres en la que Obama participó junto al resto de líderes de los países que conforman la coalición.
Los dirigentes de más de 40 países y organizaciones internacionales encabezadas por Naciones Unidas consideraron ayer que el exilio del coronel podría ser la vía rápida para encontrar una salida a la crisis libia. Mientras llega o no ese momento, los reunidos en Londres acordaron crear un grupo de contacto que seguirá cercando al régimen hasta que deje sitio a una Libia democrática.
La operación militar, a la que ayer se sumó Suecia, continuará sin descanso por tiempo indeterminado bajo la dirección ejecutiva de la OTAN, supervisada políticamente por aliados y países que participan en ella conforme al modelo de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán.