EEUU al rescate de Japón
Con camiones cisterna cedidos por las fuerzas estadounidenses, el Gobierno japonés ha decidido refrigerar por las bravas los reactores 3 y 4 de la central de Fukushima después de comprobar que están perdiendo mucha agua y las barras de combustible están a punto de quedar al descubierto.
Pocos minutos antes de las diez de la mañana en Japón, varios helicópteros del Ejército rociaron con agua de mar el reactor 3 (el más peligroso porque contiene plutonio en lugar de uranio). Las aeronaves lanzaron en cada uno de sus cuatro vuelos 7,500 litros de líquido. Se trata de una auténtica lucha contrarreloj para evitar la fusión de los núcleos, publica el diario español El País.
A pesar de que el reactor 4 se consideraba hasta ahora prioritario por los altos niveles de radiación que desprende, los militares descubrieron ayer en un vuelo de prospección que las barras de combustible del reactor 3 estaban a punto de quedarse sin agua y producir una fusión. 'Hoy era el día límite para intervenir en este reactor', explicó Toshimi Kitazawa, el ministro de Defensa japonés, en una intervención posterior a la primera fase de la operación.
Defensa dio el visto bueno a la operación a pesar de que el miércoles la había cancelado por el excesivo nivel de las emisiones. Aunque éstas no han desaparecido, las autoridades consideran que hay que intervenir a cualquier precio. Los helicópteros solo podrán acercarse a la central 40 minutos al día para evitar una contaminación excesiva; vuelan a 300 metros de altura y una pantalla reflectante protege a los soldados de la radiación. Las autoridades aseguran que la primera fase del operativo ha funcionado y el agua llegó hasta la vasija del reactor.
Once camiones cisterna de la policía metropolitana han llegado ya a la central para comenzar con la vertiente terrestre del plan. La policía debe inyectar agua en la piscina de los reactores 3 y 4 -este último ya ha sufrido dos incendios y su carcasa está arrasada- con cañones de agua a través de un agujero en el muro. Si las barras de residuos altamente contaminantes que contienen esta piscina se fusionan, el material radiactivo saldrá a la atmósfera.
'Esta operación tiene que ser exitosa', han explicado ingenieros de Tepco (Tokyo Electric Power Company, la empresa que gestiona la central) en la televisión japonesa NHK. 'Es prioritario que tenga éxito: de eso dependen las demás intervenciones', aseguraban. Si no se consiguiera evitar la fusión, los niveles de radiación serían demasiado altos como para que los trabajadores pudieran seguir participando en las labores de extinción de incendios y refrigeración.