Militares disparan al aire en el Cairo
Los militares han abierto fuego al aire para dispersar a los grupos de partidarios del presidente egipcio, Hosni Mubarak, que se enfrentan hoy a los manifestantes que piden la dimisión del rais y el fin de su régimen, en la plaza de la Liberación, en El Cairo, epicentro de las masivas protestas contra su gobierno.
Intentan asíalejar a los matones y partidarios de Mubarak, que esta mañana han violado el cordón militar y han intentado tomar la plaza e incluso han disparado sobre algunos manifestantes. Las facciones libran un enfrentamiento encarnizado por el control de la simbólica plaza, centro neurálgico desde el pasado martes de las masivas protestas contra el régimen de Mubarak, publica el diario español El País.
Oficialmente solo se han confirmado cinco fallecidos y más de 800 heridos, según cifras del Ministerio de Sanidad, pero la BBC, Reuters y otros medios aseguran que esta mañana se han producido nuevas víctimas. El Ejército ha creado una zona de seguridad de unos 80 metros para evitar que haya más víctimas, aunque no ha intervenido.
El primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, ha pedido 'perdón' por la violencia, ha insistido en que el Gobierno no tiene nada que ver con los choques violentos y asegura que se debieron a un 'claro error' en la seguridad, que está siendo investigado. Ha asegurado, además, que no habrá más episodios de violencia.
Mientras tanto, el Ejecutivo egipcio se distancia de los enfrentamientos en la capital. Los periodistas internacional sufren el acoso de los partidarios de Mubarak, con permanentes agresiones cuando tratan de moverse por la plaza.
Los Hermanos Musulmanes, el principal grupo opositor al presidente, ha hecho un llamamiento para lograr un gobierno de unidad nacional que reemplace a Mubarak. El grupo, de corte islamista, goza de una influencia creciente que preocupa a los aliados occidentales de Egipto. Tanto este grupo como El Baradei, símbolo de la oposición egipcia y ex director del Organismo Internacional para la Energía Atómica, ha dicho, por su parte, quese niega a acudir a la llamada del gobierno para buscar una solución conjunta mientras Mubarak siga en el poder.