Dos décadas de acción de Grandes Ligas en Puerto Rico
Hoy se cumplen 20 años del primer partido oficial de las Mayores en suelo boricua y desde entonces se han celebrado en el Estadio Hiram Bithorn casi medio centenar de juegos de temporada regular.
El primer 'Playball'' de la temporada 2001 del béisbol de las Grandes Ligas fue en Puerto Rico.
Un día como hoy hace dos décadas, se escribió una importante página en la historia deportiva puertorriqueña, cuando el Estadio Hiram Bithorn fue escenario de la inauguración oficial de la campaña.
En una soleada tarde del domingo 1 de abril de 2001, ante una asistencia oficial de 19,981 fanáticos que abarrotaron el estadio capitalino, los Vigilantes de Texas “visitaron” a los Azulejos de Toronto, en un partido dominado por los “locales” con pizarra de 8-1.
El evento fue más especial para la afición boricua ya que vieron acción dos de los más grandes peloteros puertorriqueños de todos los tiempos, los que en ese momento estaban en su apogeo. El vegabajeño Iván Rodríguez fue el receptor y quinto bate de los Vigilantes mientras que el aguadillano Carlos Delgado el inicialista y limpiabases de los Azulejos. Ambos se llevaron las ovaciones más grandes de la jornada.
El jardinero José ‘Cheíto’ Cruz también fue parte de la presencia boricua al estar en la alineación de Toronto bateando octavo y jugando en el bosque izquierdo.
Como si fuera poco, el partido tuvo como atracción el debut con los Vigilantes del torpedero dominicano Álex Rodríguez tras firmar en la temporada muerta un contrato por 10 temporadas y $252 millones, el que fue un récord en ese momento.
“Fue una experiencia inolvidable, me sentía y me siento superhonrado de ser parte del primer juego de temporada regular en Puerto Rico y obviamente la recepción de la fanaticada cuando hicieron la presentación inicial. El hecho de que Texas vino con Ivan Rodríguez, en Toronto estoy yo que somos peloteros de aquí, pues fue superemotivo”, recordó Delgado hace unos días en entrevista con NotiCel.
“Jugar frente a tu pueblo, frente a tus fanáticos tiene un valor más grande. No importa si has jugado en escenarios grandes, puedes ir al Yankee Stadium, puedes ir al Juego de Estrellas, pero venir a jugar a Puerto Rico tiene un significado increíble, especial. Hemos jugado en muchos parques y con más gente que aquí en Puerto Rico, pero por alguna razón, aquí la vibra es diferente, la gente grita más, se oye más duro. Fue una chulería”, agregó el líder histórico entre los boricuas en cuadrangulares y carreras empujadas en las Mayores mencionando también la Serie del Caribe de 1995 ganada por el ' Dream Team' de Puerto Rico y los Clásicos Mundiales de Béisbol como eventos en que se ha sentido ese calor sin igual de la fanaticada local.
En ese partido de 2001 muchos jugadores estadounidenses descubrieron esa pasión del público local por el béisbol y otros recordaron cuando tuvieron la oportunidad de jugar en alguna de las ligas invernales, dijo Delgado.
“A ellos le gusta que en las gradas estén los panderos, que estén cantando y que estén bailando salsa, porque en Estados Unidos típicamente tu no ves instrumentos musicales. Hay peloteros que se lo gozan, hay peloteros que tienen buenos recuerdos de cuando jugaron en alguna liga invernal, ya sea en Puerto Rico, Dominicana o Venezuela, porque lo han vivido antes”.
Al ser una oportunidad nunca antes vista de ver esa calidad de béisbol en suelo boricua y que tal vez muchos no pueden llegar hasta los Estados Unidos a presenciar los partidos, la demanda por boletos de amigos y familiares también fue un reto para los jugadores del patio.
“Ahí hay que cerrar el círculo desde temprano, porque de otra manera no se puede. Pero tu quieres invitar a gente que son importantes en tu vida, importantes en tu carrera, tu familia. Siempre es un reto y parte del negocio es aprender a decir que no porque no puedes atender a todo el mundo aunque quisieras”, expresó Delgado.
Victoria de los "locales"
Esa tarde Delgado se fue de 4-1 con una carrera impulsada. Los Vigilantes tomaron una temprana ventaja en la primera entrada con carrera anotada por ‘A-Rod’ y remolcada por el cubano Rafael Palmeiro, otra de la estrellas que participaron en el choque. Los Azulejos empataron en la tercera con cuadrangular de Shannon Stewart y agregaron dos en la cuarta y una en la quinta. Toronto remató con ramillete de cuatro carreras en la octava entrada que abrió la pizarra 8-1.
Stewart tuvo una tarde feliz al irse de 5-3 con dos anotadas y dos remolcadas. Por la novena canadiense también hubo vuelacercas del campocorto cubano Alex González y del antesalista dominicano Tony Bautista. Cruz tuvo un incogible en cuatro oportunidades con una anotada. El lanzador ganador fue el mexicano Esteban Loaiza quien ponchó a nueve en siete entradas.
Por Texas, perdió Rick Helling quien toleró cuatro carreras limpias en seis entradas. Iván Rodríguez, uno de cinco puertorriqueños exaltados en el Salón de la Fama en Cooperstown, se fue en blanco en cuatro turnos y 'A-Rod' bateó de 4-2.
“Del juego 'per se' yo no me acuerdo de nada. Yo me acuerdo de todo lo demás, cuando nosotros llegamos que el equipo completo hicimos una cena con nuestras familias, hubo un juego de práctica el día antes, tuvimos una clínica con jóvenes de las pequeñas ligas. Pero el juego... yo no me acuerdo que pasó. Una vez empieza el juego uno no puede pensar ‘estoy jugando aquí en Puerto Rico’, porque no te concentras. Tu piensas todo eso antes de, pero una vez empieza el juego es tú y el pitcher, no importa donde estén jugando”, dijo Delgado.
Fue solo el comienzo
Hasta ese momento, en Puerto Rico se habían celebrado decenas de partidos de pretemporada, pero nunca uno oficial. El éxito en todos los aspectos de este ‘Opening Day’ -que incluyó un juego de exhibición la noche antes-, sirvió para que el Bithorn se convirtiera en los años siguientes en una parada frecuente para las Grandes Ligas.
El montaje del evento del 2001 estuvo a cargo del productor Angelo Medina.
En el 2003 y 2004 Major League Baseball (MLB) tuvo las riendas de los Expos de Montreal y en lo que le encontraban un nuevo hogar permanente a la franquicia, San Juan tuvo en el itinerario 22 partidos en cada una de esas temporadas, siendo una sede alterna muy exitosa. El lanzador ponceño Javier Vázquez (2003) y el intermedista sabaneño José Vidro fueron las grandes atracciones locales de los Expos.
La estadía de Montreal en la Isla fue con MB Sports de la familia Muñoz como empresa promotora. Desde entonces, MB Sports ha tenido el montaje de todos los partidos de Grandes Ligas en Puerto Rico.
MLB volvió en el 2010 para una serie de tres partidos entre los Mets de Nueva York y los Marlins de Florida, que tuvo como atracción especial que el ponceño Edwin Rodríguez había entrado como dirigente de los Marlins semanas antes, siendo el primer boricua en tener el cargo de piloto en las Grandes Ligas. Durante esa serie, Rodríguez fue nombrado en propiedad.
La acción de Grandes Ligas sobre el terreno del Bithorn tuvo otro emocionante capítulo en el 2018 con una serie de dos encuentros entre los Indios de Cleveland y los Mellizos de Minnesota. La tribu tuvo en su elenco al receptor mayagüezano Roberto ‘Bebo’ Pérez y al sensacional campocorto cagüeno Francisco Lindor, quien conectó un cuadrangular en el primer juego que estremeció el viejo estadio. Por los Gemelos vieron acción el jardinero guayamés Eddie Rosario y el lanzador derecho bayamonés José Orlando Berríos, que tuvo una buena salida en el segundo partido.
En total, suman 49 los partidos oficiales de Grandes Ligas disputados en Puerto Rico, ya que en el 2004 hubo una suspensión por lluvia. Ese total es el más alto en la historia en cualquier lugar que no sea sede de una franquicia.
Cabe destacar que, por diversas razones, dos series pautadas para Puerto Rico han sido canceladas. En el 2016 los Piratas de Pittsburgh debieron enfrentar a los Marlins en una serie de dos juegos, pero la preocupación de varios jugadores con relación al virus del Zika provocó su cancelación y el año pasado los Mets y los Marlins no pudieron jugar aquí la serie de tres choques que estaba en agenda, ya que debido a la pandemia del coronavirus, el itinerario fue alterado y la temporada reducida a apenas 60 partidos.
“Obviamente en ese momento, tu no podías predecir que la gente de los Expos iba a venir a jugar tantos juegos en Puerto Rico, porque desde el punto de vista de logística y económica, no se sabia si era viable. Pero siempre que tienes la oportunidad de dar pasos y exponer el deporte a un país que tiene tanta tradición deportiva y beisbolística, es bueno. Yo pienso que la recepción que da el fanático de aquí es importante. Recuerdo cuando vinieron Minnesota y Cleveland, fue una experiencia chula también como fanático, cuando 'pitcheó' Berrios, cuando Paquito Lindor la sacó. Son como regalos superchulos a la fanaticada”, finalizó diciendo el extoletero aguadillano, quien jugó 17 temporadas en las Mayores (1993-2009) con los Azulejos, Marlins y Mets.