Oakland y Las Vegas, dos historias deportivas opuestas
Oakland está a punto de perder su última franquicia profesional de liga mayor.
Los Atléticos de la MLB dejan Oakland por Las Vegas. Siguen el camino de los Raiders de la NFL, que también cambiaron California por Nevada. ¿Por qué el alma obrera de la Bahía de San Francisco se desangra deportivamente y la refulgente ciudad del juego no para de sumar nuevos equipos?
Charles Dickens ambientó en Londres y París su novela "Historia de dos ciudades", pero quizá si viviera ahora y fuera un fan del deporte tal vez empezaría así su famoso libro: "Era el mejor de los tiempos en Las Vegas, era el peor de los tiempos en Oakland".
900 kilómetros separan a Oakland de Las Vegas, la distancia que recorrerán los Atléticos de la MLB cuando concreten su mudanza al hogar de los casinos abiertos las 24 horas.
La semana pasada se dio a conocer que los Atléticos han comprado un terreno muy cerca del Strip, la columna vertebral de Las Vegas, para construir un estadio de béisbol.
Desde hace unos años, los nueve veces campeones de las Series Mundiales tenían el punto de mira puesto en Las Vegas, pero el anuncio de sus planes para construir un nuevo estadio han sumido a los aficionados de Oakland en la depresión y el enfado tras más de medio siglo de Grandes Ligas en su ciudad.
La cruz de Oakland...
Lamentablemente, perder un equipo no es algo nuevo para los vecinos de Oakland y, de hecho, Las Vegas ya es una pesadilla recurrente.
En 2020, los Raiders de la NFL dejaron atrás su hogar de Oakland, desembarcaron en la ciudad del juego y se convirtieron en Las Vegas Raiders para jugar en el flamante Allegiant Stadium, que acogerá en 2024 la Super Bowl y que en 2022 fue el recinto elegido por el Real Madrid y el Barcelona para medirse en un amistoso.
Sin MLB dentro de poco y ya sin NFL, ¿qué le queda a Oakland? Poca cosa. Tampoco tiene ya NBA porque en 2019 los Golden State Warriors abandonaron el Oracle Arena de Oakland para instalarse en el Chase Center de San Francisco, que, a grandes rasgos, es la parte más rica y privilegiada de la Bahía.
¿Qué hay del hockey? Nada, ya que el equipo de la NHL de la Bahía son los San Jose Sharks. ¿Algo de fútbol? No, puesto que en la MLS compiten los San Jose Earthquakes. Y en fútbol americano está claro que los reyes son los San Francisco 49ers, que, pese a su nombre, disputan sus partidos en el Levi's Stadium de Santa Clara.
Ante la perspectiva de perder pronto a los Atléticos, la alcaldesa de Oakland, Sheng Thao, calificó los planes de un nuevo estadio en Las Vegas como una noticia "extremadamente decepcionante".
"La ciudad de Oakland ha trabajado durante años para llegar a un acuerdo que mantuviera a los Atléticos aquí", afirmó en una rueda de prensa antes de acusar al equipo de manipularles para conseguir un mejor trato en Las Vegas.
"Quiero ser muy clara: este anuncio (de la compra de terreno) sucedió a mitad de nuestras negociaciones y muestra que no tenían ningún interés en llegar a un acuerdo con Oakland. Esta ciudad no está interesada en que la usen como palanca en sus negociaciones con Las Vegas. Es irrespetuoso para nuestros residentes y para nuestros fans", agregó.
En cambio, Rob Manfred, comisionado de la MLB, salió en defensa del equipo. "Tienes propietarios que quieren ganar y creo que Las Vegas presentará una oportunidad real de aumentar ingresos. Creo que van a tener un buen producto", dijo Manfred, según The New York Times.
La precaria situación del viejo Oakland Coliseum y la escasa afluencia al estadio son dos de las razones de los Atléticos, con muy malos resultados deportivos en los últimos años, para dejar Oakland por una Las Vegas que ofrece un mayor y más vibrante mercado, unas infraestructuras de primera y un lugar en el que no tendrán que competir por la atención con un potente vecino como los Gigantes de San Francisco.
El último intento de Oakland y los Atléticos por continuar su relación incluía un ambicioso proyecto de desarrollo urbanístico de 12,000 millones de dólares en la Terminal Howard del puerto para construir un nuevo estadio de 1,000 millones además de edificios residenciales, oficinas y espacios comerciales.
Pero parece que ese proyecto se quedará en papel mojado y Oakland tendrá que afrontar el coste económico de dejar marchar un nuevo equipo. Como referencia, las autoridades de Las Vegas estiman en 620 millones al año el impacto económico del Allegiant Stadium de los Raiders, que costó 2,000 millones con una aportación pública de 750 millones.
... y la cara de Las Vegas
Dentro de su mastodóntica oferta de entretenimiento (conciertos, espectáculos, discotecas, casinos, hoteles de lujo...), Las Vegas ha encontrado recientemente en el deporte una nueva joya para su corona.
Además de los Raiders y del inminente aterrizaje de los Atléticos, varias franquicias se han instalado en el desierto de Nevada como los Vegas Golden Knights de la NHL (creados en 2017) o Las Vegas Aces de la WNBA (aterrizadas en 2018 desde San Antonio y que en 2022 se llevaron el anillo con Becky Hammon como entrenadora).Hay más planes en el horizonte.
Uno que aparece en un futuro relativamente cercano es el desembarco de la MLS ya que Las Vegas y San Diego, otra ciudad que está ganando enteros recientemente en el deporte en EE.UU., figuran como destinos destacados para la expansión de la liga de fútbol.
Aunque el proyecto en mayúsculas de la "fiebre deportiva" en Las Vegas tiene como protagonista a LeBron James, que en varias ocasiones ha dicho que quiere ser propietario en esa ciudad de un nuevo equipo de la NBA.
Al margen de las franquicias establecidas, Las Vegas también ha apostado por espectáculos puntuales y muy mediáticos más allá de las tradicionales e históricas veladas de boxeo
Por ejemplo, en 2022 se convirtió en la primera ciudad en organizar dos All-Star a la vez: el Pro Bowl de la NFL y el partido de las estrellas de la NHL.
Y este junio, la Concacaf celebrará en Las Vegas la Final Four de la Liga de Naciones con una semifinal protagonizada por Canadá y Panamá y otra muy picante y rodeada de gran expectación entre EE.UU. y México.