Los Mellizos le apuestan a los bates latinos para volver a la cima de las Mayores
El boricua Carlos Correa es la nueva figura de la novena de Minnesota.
Los Mellizos de Minnesota han decidido volver a ser un equipo contendiente en la temporada 2022 y por ello han apostado al poder de los bates de jugadores latinos en su ofensiva.
En el mercado de agentes libres de Grandes Ligas la novena de Minnesota ejecutó una de las movidas menos predecibles al sumar al campocorto puertorriqueño Carlos Correa por tres años a cambio de 105.3 millones de dólares.
El equipo de la división central de la Liga Americana también adquirió mediante un cambio desde los Yankeess, al receptor dominicano Gary Sánchez y al antesalista colombiano Gio Urshela, por el ex Jugador Más Valioso Josh Donaldson y por el torpedero Isiah Kiner-Falefa.
Los recién llegados, se unen al talento de los que ya estaban, como lo son los dominicanos Jorge Polanco y Miguel Sanó, quienes arribaron a las Grandes Ligas con el conjunto de Minnesota.
Correa, Polanco, Sanó y Urshela se proyectan para ocupar la titularidad en el campocorto, la intermedia, la inicial y la antesala respectivamente, mientras Sánchez dividirá su tiempo entre la receptoría y como bateador designado.
La pasada temporada los Mellizos terminaron con el peor récord de su división, con registro de 73-89, ocupando el puesto 17 entre los 30 equipos de MLB en promedio de bateo colectivo, con .241.
A pesar de conectar una gran cantidad de jonrones, al finalizar en la quinta posición con 228 tablazos de vuelta completa, los Mellizos tuvieron problemas para poder anotar carreras, ubicándose en el decimocuarto escalón en este departamento, con 729 y para producirlas, remolcando 690 de manera colectiva.
Con la contratación de Correa, los Mellizos mejorarán su aporte en la ofensiva.
Entre los torpederos de la Liga Americana, Correa fue segundo en jonrones (26), anotadas (102) y carreras remolcadas (92), una muestra de lo productivo que fue su bate, entre los defensores de esta posición.
El estelar bateador puertorriqueño mostró sus mejores resultados en situación de corredores en posición de anotar y dos outs, respondiendo con promedio de .306 (85-26), con siete dobles, cuatro cuadrangulares y 33 vueltas impulsadas, demostrando que puede manejar la presión y producir cuando es indispensable batear un imparable para sumar a la causa de su equipo.
A la defensiva, Correa también ganó los Guantes de Oro y de Platino en la Liga Americana.
En el caso de Polanco, el poder de su bate lo ha situado entre los defensores de la segunda almohadilla más productivos del menor de los circuitos, situándose en el tercer escalón entre sus colegas en carreras remolcadas (98), anotadas (97), dobles (35) y jonrones (33).
La pasada temporada Polanco fue el principal hombre al ataque por los Mellizos a quienes lideró en los principales renglones de ofensiva, incluido promedio de bateo (.269) e imparables (158), una producción que la gerencia de Minnesota apuesta a que pueda mantener para esta campaña.
Sánchez ha tenido problemas para lograr un promedio de bateo respetable en las últimas temporadas, algo que se atribuye a su preocupación por mejorar su defensa detrás del plato, un factor que cambiará positivamente en Minnesota, ante la posibilidad de desempeñarse con mayor frecuencia como bateador designado.
A pesar de lidiar con la falta de juego, que lo limitó a 117 encuentros la pasada temporada, Sánchez fletó 23 jonrones, mientras empujó y anotó 54 carreras, producción que podría mejorar en un escenario de mucho menos presión como Minnesota.
Sanó es otro bate de poder y bajo promedio, que viene de conectar su mayor total de cuadrangulares en una temporada en su carrera en Grandes Ligas, con 30 jonrones, además de llevar a 75 corredores al plato.
El inicialista es un bate fundamental en el medio de la alineación y su labor de protección es clave en las aspiraciones de los Mellizos.
Urshela quizás no cuenta con el poder de cuadrangular de Donaldson, quien fletó 26 jonrones, ante los 14 que pegó el antesalista colombiano que posee una mayor capacidad de hacer contacto con la pelota.
Donaldson conectó apenas un imparable más (113-112) que Urshela, a pesar de haber participado en 19 juegos más (135-116) que el de Colombia y haber agotado 37 turnos más (457-420) que el exjugador de los Yankees.
A pesar de no ser un jonronero, Urshela mostró que puede ser sumamente productivo con sus batazos de largo metraje, ya que el 57% de sus jonrones, es decir ocho de sus 14 tablazos de vuelta completa fueron con corredores en las bases, remolcando con ellos 43 de las 49 carreras que produjo en la campaña.
El objetivo de Minnesota es volver a la cima de la división Central de la Liga Americana y que estos bates latinos puedan responder al nivel que han mostrado, es vital para alcanzarlo.