Mariano Rivera fue reconocido unánimemente como uno de los mejores lanzadores de las Grandes Ligas al ingresar en su primer año al Salón de la Fama del beisbol profesional con el 100% de los votos, pero nunca olvidará sus enfrentamientos con el bateador designado de los Marineros de Seattle, Edgar Martínez.

'Yo no quería encontrarme a Edgar en una situación difícil. Cuando te enfrentas a un bateador como Edgar tienes que traer todas tus destrezas porque si no te va a comer para desayuno, almuerzo y comida', expresó Rivera en conferencia de prensa durante su nombramiento al Salón de la Fama hoy, miercoles.

Martínez tambien recordó lo difícil que era conseguir darle a la bola y que 'aún cuando lograbas darle, no se sentía como un hit'.

'Cuando llegabas tarde a un juego a enfrentarte a Mariano tú sabes que va a ser un reto', rememoró Martínez mientras ambos jugadores, junto a Mike Mussina y familiares de Roy Halladay, recibían sus nuevos uniformes como miembros del Salón de la Fama en Cooperstown.

De igual forma, Mussina recordó lo difícil que se le hacía lanzar cuando Martínez llegaba al bate.

Según Mussina, 'no importaba lo que hacíamos cuando eras tan buen bateador como Edgar'.

'No haces las cosas que el [Edgar] hacía y no terminabas frustrándonos a nosotros como pitchers', aseguró Mussina, quien aseguró no saber aún que gorra llevará en su placa de Cooperstown.

El reconocimiento del Salón de la Fama de las Grandes Ligas, que fue anunciado en la noche de ayer, ha sido un gran honor para Martínez, quien lo catalogó como 'el más alto de los honores para un jugador de pelota'.

'Se que el pueblo de Puerto Rico, mis amistades, y todos allá están muy contentos. Le mando un saludo cariñoso [a PR]', expresó Martínez.

La nueva matrícula del Salón de la Fama será ingresada oficialmente este próximo julio. Esta es la primera vez en la historia de las Grandes Ligas que dos jugadores latinos ingresarán a la misma vez al celebrado 'equipo'.

Martínez por su parte se convertirá así en el quinto puertorriqueño en llegar al Salón de la Fama. Previo a este, Puerto Rico ya tenía a cuatro jugadores en los pasillos de Cooperstown. Estos son: Roberto Clemente, Orlando Cepeda, Roberto Alomar e Ivan Rodríguez.