Frustración en Houston por dejar a Biggio fuera de Cooperstown
Los seguidores de los Astros de Houston mostraron su frustración al ver como un año más, el exjugador del equipo Craig Biggio, todo un símbolo dentro de la franquicia volvió a quedar fuera de los elegidos para estar en el Salón de la Fama.
Para Biggio, el resultado de la votación no pudo ser más agónico y frustrante ya que consiguió 427 votos y un 74,8 por ciento, con lo que igualó a Nellie Fox, en 1985, y a Pie Traynor, en 1947, con el margen más estrecho para un pelotero que se quedó corto del porcentaje mínimo necesario, que es del 75 por ciento.
El nombre de Biggio, exsegunda base con los Astros, fue seleccionado en 388 de las papeletas cuando debutó el año pasado, pero su consuelo es que casi seguro que logrará ser elevado a Cooperstown en la próxima vuelta.
'Estoy decepcionado por haber quedado tan cerca', declaró Biggio, según un comunicado ofrecido por los Astros. 'Ojalá el próximo año sea el bueno'.
Todo lo contrario de lo que sucedió con los exlanzadores Greg Maddux y Tom Glavine y el extoletero Frank Thomas, tres peloteros fuera de toda sospecha de dopaje, elegidos al Salón del Fama del béisbol en el primer año de consideración por los cronistas.
Pero Biggio se quedó corto por apenas dos votos y las señaladas estrellas de la 'era de los esteroides' volvieron a ser ignoradas y sin posibilidades de algún día llegar al recinto sagrado del béisbol profesional.
Antes que Thomas fuese elegido ya opinó que jugadores como Barry Bonds y Roger Clemens, los rostros más visibles de los escándalos de dopaje, no merecen tener una placa en Cooperstown.
Como se esperaba Maddux no tuvo problemas al ser seleccionado en 555 de las 571 papeletas que fueron entregadas por miembros de la Asociación de Cronistas de Norteamérica.
La única interrogante que había en cuanto a su elección era si la misma se daría de forma unánime y eso no sucedió a pesar que Maddux logró cuatro veces seguidas el premio Cy Young entre 1992-95 y sumó 355 victorias.
No logró la elección unánime, que hubiese sido el primer pelotero en conseguirlo ni superó el porcentaje más alto de votos, dado que el del 97,2 es el octavo más elevado en la historia de la votación.
Glavine, su compañero en la rotación de los Bravos de Atlanta y ganador de dos premios Cy Young, consiguió 525 votos y un 91.9 por ciento.
Si fueron los primeros lanzadores abridores que ingresan al Salón de la Fama al haber comenzado sus carreras tras la década de los 70 después que ambos lograron más de 300 victorias como profesionales. Dennis Eckersley fue abridor durante 12 años, pero fue elegido en 2004, principalmente por su desempeño como relevista.
Thomas, un bateador designado durante la mayor parte de su carrera, recibió 483 votos y también entró a formar parte del recinto sagrado del béisbol profesional.
También ganó dos veces el premio al Jugador Más Valioso (MVP) y conectó 521 cuadrangulares en su trayectoria 19 temporadas, en la que estuvo 16 años con los Medias Blancas de Chicago.
El trío será exaltado en Cooperstown el 27 de julio junto a los exmanejadores Bobby Cox, que dirigió a Maddux y Glavine, Joe Torre y Tony La Russa, seleccionados el mes pasado por un comité de expertos para la era de la expansión.
Se trata del mayor número de nuevos miembros seleccionados por los cronistas en un mismo turno desde que Nolan Ryan, George Brett y Robin Yount fueron elevados en 1999.
Esa elección había sido hasta hoy la única en la que se seleccionaron a tres peloteros en su primer año.
Después de los tres elegidos y Biggio, que se quedó a las puertas, le siguió el exreceptor Mike Piazza, que militó con los Dodgers de los Ángeles y los Mets de Nueva York, al recibir un 62,2 por ciento. Fue un repunte con respecto a su 57.8 el año pasado.
Pero el que no tendrá más oportunidades de entrar al Salón de la Fama fue Jack Morris, que consiguió un 61,5 corto por 78 votos, en su decimoquinta y última aparición en la papeleta.
Los peloteros cuyas estadísticas han sido viciadas por la era de los esteroides siguen sin poder levantar vuelo en la votación, tanto así que Clemens y Bonds vieron reducirse el porcentaje de apoyo en su segundo año de tener opción de ser elegidos.
El apoyo para Clemens declinó de 37,6 a 35,4; el de Bonds bajó de 36,2 a 34,7; y el del dominicano Sammy Sosa descendió de 12,5 a 7,2, mientras que en su octavo año, Mark McGwire bajó de 16,9 a 11.0.
Bonds es el rey jonronero de las mayores y el ganador de la mayor cantidad de galardones de MVP en la historia del béisbol de las Grandes Ligas, con siete, lo mismo que sucede con los siete premios Cy Youngs de Clemens, que son un récord en las Grandes Ligas.