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LGBTT

Dramático aumento de mayores entre la población VIH

Por primera vez en la historia de Puerto Rico, la mitad de la población diagnosticada con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es mayor de 50 años, lo que no solo supone un riesgo adicional al bienestar de los envejecientes sexualmente activos, sino que además exige de los proveedores de salud mayor rigurosidad a la hora de tratar pacientes de la tercera edad.

El detalle fue objeto de preocupación para expertos en el campo del VIH, que coincidieron que la población envejeciente no ha sido debidamente informada sobre el asunto.

'Queremos concienciar a los profesionales de la salud y a la comunidad que esto es una realidad y que tenemos que pensar que en que en un futuro cercano vamos a tener que cuidar mucha de esta población envejeciente que hasta ahora nunca la habíamos tenido', atestó el doctor Jorge Santana Bagur, director de la Unidad de Experimentos Clínicos del SIDA (ACTU en ingles).

En síntesis, la problemática se alimenta del estigma que aún persiste contra pacientes VIH positivo y la equivocación en presumir que envejecientes no sostienen relaciones sexuales. Según Santana Bagur la comunidad medica ha asumido este pensamiento al no cuestionar a sus pacientes envejecientes sobre su actividad sexual, lo que podría llevarlos a un diagnóstico impreciso, ocultando la prognosis de VIH con otras enfermedades comunes para envejecientes.

'Tenemos que ser más proactivos como trabajadores de la salud para llevar el mensaje de que hasta los 80 y ochenta y pico de años la gente está teniendo sexo y más hoy en día con la maravilla de los medicamentos que tenemos, y eso es bueno. Pero hay que preguntar porque si no le preguntamos, ellos no lo dicen', insistió Santana Bagur.

En la medida que un profesional de la salud no profundice sobre la actividad sexual de sus pacientes envejecientes, es más susceptible a emitir diagnósticos falsos, tal como de enfermedades cardiovasculares o padecimientos neurodegenerativos, como el Alzheimer. Esto, sin embargo, se podría evitar con una prueba de VIH.

'Muchas personas llegan con problemas de memoria y a veces asumimos que por la edad o porque tienen un historial familiar de esta condición, pero debemos pensar que todo paciente mayor con anorexia, perdida de peso, olvido frecuente, infecciones recurrentes, sobre todo si esta sexualmente activo, debe tener una prueba de HIV', explicó la doctora Ivonne Jimenez Velázquez, directora del departamento de Medicina del Recinto de Ciencias Medicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico.

Según abundó la doctora Valerie Wojna, investigadora principal del programa NeuroVIH, el 50% de la población VIH es propensa a desarrollar desórdenes neurodegenerativos que atentan contra la memoria en sus etapas más tempranas. Esto es más prevalente en las mujeres, pero cada diez años el riesgo aumenta en un 20%.

Combatir estas enfermedades adicionales al VIH se circunscribe a la prevención y a la sumisión de una rutina saludable. Wojna enfatizó que pacientes deben consumir sus medicamentes regularmente, ejercitarse, mantener la mente activa mediante lectura y someterse a evaluaciones medicas.

No obstante, el llamado para poner mayor atención sobre la prevalencia del VIH entre envejecientes se da más bien por el enfoque que se le ha dado a las campañas de prevención que, además de ser escaso en los medios, se dirige principalmente a los jóvenes. No obstante, el estigma relacionado con la enfermedad tambien hace difícil la aceptación de las personas mayores a esta enfermedad, máxime si es gay.

'Muchas de las personas tambien mayores, especialmente de las poblaciones LGBTT, son personas que despues que pasan de los 50 años, para poder recibir servicios sociales y servicios de salud regresan al closet porque piensan que no solo es el estigma por el VIH, sino el estigma porque es viejo, más el estigma porque pertenece a las poblaciones LGBTT. Así que estamos hablando de triple estigma aparte de estigmas adicionales que pueda haber por condición económica o por raza', sostuvo Ángel Hernández, miembro del comite científico del AIDS Clinical Trials Group (ACTG).

En ese sentido, Hernández resaltó que la estrategia de comunicación debería dirigirse directamente a envejecientes para así estar consciente que un diagnóstico de VIH no debería ser motivo de vergüenza. Esta educación, combinado con una mejor política pública sobre el manejo del VIH, sería integral para promover la prevención entre la comunidad envejeciente, como tambien las ayudas disponibles para esta enfermedad vitalicia.

Por primera vez en la historia de Puerto Rico, la mitad de la población diagnosticada con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es mayor de 50 años. (Archivo / NotiCel)

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