Significados del nombramiento de Maite Oronoz
El reciente nombramiento de la Jueza Asociada Maite Oronoz ha servido al mismo tiempo para visibilizar e invisibilizar. Mujer joven y abiertamente lesbiana. Ciertamente this is a first, y esto me acuerda el recuento que hace Christine Zuni Cruz de una conversación que tuvo con Margaret Montoya:
…being first is hard on the soul of the first person, because it is like we are put through a sieve not made for us. And going through that tiny hole that wasn't made for us, hurts, bruises and tear us, but as we go through the hole, we also misshape that hole, making it larger for those who follow us, so that it doesn't hurt and tear and bruise the next person quite so much …
Es la primera vez que una persona abiertamente gay logra acceder, muy a pesar de nuestra sociedad euroheteropatriarcal, a una posición de rango constitucional en Puerto Rico. Esto es importante. Muy importante porque la visibilidad es importante. En nuestra sociedad mediática lo invisible no existe. Para que exista tiene que hacerse visible, incorporarse. Maite Oronoz representa el cuerpo de una joven mujer lesbiana que es a su vez compañera, abogada, política, exitosa y ahora jueza asociada del Tribunal Supremo. Y ahora que está el cuerpo presente podemos conocer de sus historias. Y muchos y muchas jóvenes pueden pensar en posibilidades, en abrir puertas, en ocupar espacios. Como diría Badiou, este nombramiento 'declares the existence and valence of what had previously been without valence, thereby deciding that those who are here belong here'. Y esto es fantástico para aquellas que creemos en construir una sociedad distinta en la cual se valora la diversidad y se facilitan los accesos populares a las esferas de poder, o más aun donde el poder se ejerce efectivamente por todos y todas.
Y aquí está parte del problema. El nombramiento de Maite Oronoz hace visible otros asuntos que a veces quedan hidden in plain view. La desfachatada oligarquía blanca y semi rica que gobierna en el país. Semi rica por la venta de influencias y el uso del apellido como moneda legal. Los mismos apellidos, de las mismas caras, que cenan, duermen, trabajan, cobran, votan y hasta vacacionan juntas. Y así el cenar, dormir, cobrar, votar y vacacionar juntos se convierte en la legitimidad necesaria para acceder a las limitadísimas esferas de poder con las que jugamos en la mini colonia.
Una vez más perdimos la oportunidad de tener una conversación ponderada sobre el proceso de llenar las vacantes en el Tribunal Supremo. Conversar sobre qué precisamos en una jueza del Tribunal Supremo, más allá de la afiliación política y la convergencia de intereses. Ya tanto Érika Fontánez como Luis José Torres Asencio se han encargado de encaminar la conversación. Necesitamos jueces y juezas que sepan descorrer el velo de la neutralidad del derecho.
Que reconozcan que more often than not el derecho no es otra cosa que un mecanismo de control y de dominación que perpetúa los privilegios establecidos en nuestra sociedad euroheteropatriarcal. Que entiendan la naturaleza indeterminada del derecho que se evidencia por la arbitrariedad, prejuicio y muchas veces incoherencia que permea las decisiones judiciales.
Una jueza que se aleje de la obsolescencia suprema. Que se aleje de repetir el estribillo del auto confort 'la Constitución de Puerto Rico es de factura más ancha'. Que se percate que a veces y solo a veces se cuela una decisión progresista que avanza derechos sociales. Así de momento nos emocionamos cuando baja un caso así como In Re: Santiago Concepción. Y entonces leemos Alvarado Pacheco v. ELA y se nos impone el 'interest convergence' de Derrick Bell. Una jueza que sienta vergüenza ajena ante la arrogancia e insensibilidad desplegadas por el pleno del Tribunal durante la vista oral en el caso de Brau vs. ELA. Que tenga el valor de hacerles frente.
El debate sobre el nombramiento de Maite Oronoz ha también invisibilizado el progresivo desmantelamiento que sufre el sistema judicial. Mientras se discutió el nombramiento de la nueva jueza, pasaba casi desapercibido el cierre de los centros judiciales de Cataño, Moca y Naranjito. Se trata, según la Jueza Administradora, de los primeros pasos de un plan más abarcador que podría incluir en el futuro el cierre de los tribunales municipales de Maunabo, Dorado, Las Piedras, Naguabo, Aguas Buenas, Gurabo, Trujillo Alto y Toa Baja. El cierre de estas salas municipales representa un grave problema de acceso a la justicia. Afecta la capacidad de los sectores sociales más vulnerables de tener acceso efectivo al sistema de justicia. En particular, pone en riesgo la vida de cientos de mujeres que carecerán de acceso oportuno a un tribunal para atender situaciones de violencia doméstica. Los tribunales municipales son además el foro principal de solución de conflictos en muchas comunidades. Necesitamos una jueza asociada que entienda que el trabajo que realizan estos jueces y juezas es mucho más importante que el suyo propio.
En fin, necesitamos una jueza que se posicione en una perspectiva de anti subordinación, que entienda de justicia por encima del derecho. Una jueza que no solo sea diferente sino que haga diferencia.
*La autora es Es catedrática auxiliar en la Clínica Legal de Inmigración de la Escuela de Derecho de la Universidad de Pittsburgh. Tomado de 80 Grados.