Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
LGBTT

Visible el doble discrimen hacia adultos mayores de la comunidad LGBTT

Cada año, la Oficina de la Procuradora para las Personas de Edad Avanzada (OPPEA) organiza una actividad general que sirve como espacio de encuentro para que adultos mayores de 60 años disfruten y se conozcan. Sin embargo, hace dos años, en un encuentro playero en Playa Santa, en Guánica, ese espíritu de armonía y unión se vio fracturado cuando unas mujeres rehusaron compartir el apartamento con otra de las asistentes. Era lesbiana.

'A pesar de que la aceptaban, es toda la mitología de que por ser lesbiana te va a agredir, te va a buscar, y eso se puede estar replicando. Tenemos que sensibilizar a los mismos viejos y viejas porque cuando llegamos a edad avanzada, llegamos con todos los gustos, pensamientos, preferencias, orientaciones', dice la procuradora Carmen Delia Sánchez Delgado.

En lo que se supone sea la primera vez en la historia en que esta agencia visibiliza desde la propia institución el discrimen que enfrenta la comunidad LGBTT en la población de adultos mayores de 60 años, la Procuradora hizo un llamado en el marco de la 'Conferencia Internacional sobre la Adultez Mayor LGBTT en Puerto Rico y América Latina', para que, a pesar del discrimen que durante décadas ha latido alrededor de esta población, procuren los servicios que ofrece la OPPEA.

'Lo que estamos haciendo por primera vez en la oficina es tratando de visibilizar a la comunidad gay en PR mayor de 60 años. No se acerca a buscar servicios porque se sienten discriminados porque tienen una orientación sexual diferente a la normalidad entre comillas, y también porque son viejos y viejas', manifiesta la doctora en Trabajo Social y especialista en Gerontología en entrevista con NotiCel.

En ese doble discrimen camina a diario esa población. Por un lado, reciben los embates del discrimen por su edad avanzada. En una sociedad que 'se vale por lo que se produce', critica Sánchez Delgado, los adultos mayores se ven aislados, condenados a un ostracismo casi automático luego de la jubilación, discriminados porque ya no participan activamente de la producción y, por lo tanto, 'no sirven para nada'.

A eso se le añade el ojo que juzga y la palabra cortante hacia la comunidad LGBT. 'La sociedad nos establece normas de comportamiento que hay que llevar a cabo cuando somos mayores de 60 años', lamenta la Procuradora.

Ya se concretó un estudio, realizado por la Universidad de Puerto Rico bajo la dirección de la doctora Mabel López Rodríguez y el fenecido profesor José Toro Alfonso, que tuvo como objetivo 'explorar y describir las experiencias de vida de un grupo de hombres gay y mujeres lesbianas de adultez avanzada'. En este, 60 participantes con edad promedio de 64 años, respondieron un cuestionario donde se pusieron bajo análisis las variables de calidad de vida, salud, estados de ánimo, apoyo social, homofobia internalizada y necesidades psicosociales.

En el estudio, salió a relucir que las mujeres y hombres de la comunidad LGBTT reciben el llamado obligatorio en sus familias a ocupar el puesto de cuidadores, debido a que en su mayoría 'no están cansados' y por consecuente, 'están solos' a los ojos de los demás y les cae el peso de toda la responsabilidad que conlleva cuidar a sus familiares, a pesar de tener hermanos y parientes, relata la Procuradora.

A través de talleres y reuniones de orientación, la OPPEA pretende 'empoderar' a esta población, con información detallada sobre sus derechos, a dónde acudir si los mismos son violados, servicios de psicología de ser necesarios para enfrentar el discrimen o la falta de autoaceptación, unido a proyectos de sensibilización propios de la agencia, todo para que 'simplemente no se sientan excluidos y que son les violen sus derechos, que se les trate con respeto'

El Departamento de Salud de Estados Unidos ya ha divulgado campañas para atraer la atención a dicha población, pero es la primera vez que oficialmente en Puerto Rico se le brinda herramientas directas. Por el momento, la OPPEA ha empezado por reevaluarse a sí misma, por lo que ha dirigido iniciativas para sensibilizar al personal de la Oficina sobre cómo atenderlos, valiéndose de profesionales de la conducta humana con quienes hablaron del discrimen por orientación sexual.

'Es un mensaje pertinente para todas las agencias. Lo que estamos haciendo en esta Procuraduría, se debe replicar en Colecturía, Obras Públicas, etcétera, sobre cómo trabajar con esta población, exhortando a todos los servidores pública a que no discriminen por orientación sexual. Ellos mismos (las personas avanzadas de la comunidad LGBTT), nos lo dicen, cuando van a buscar servicios se topan con frases como ‘tras de viejo, también x o y'', expresa Sánchez Salgado.

También plantean adentrarse en lugares que frecuenta la comunidad, como bares, clubes sociales, entre otros puntos de encuentro, para brindar información sobre la Procuraduría, y así se corra la voz con el fin de que reciban los mismos servicios que sus homólogos heterosexuales.

La OPPEA vela por el cumplimiento de cada uno de los renglones de la Ley 121, mejor conocida como la Carta de Derechos de la Persona de Edad Avanzada, 'lo más cercano que hay a una ley de protección para que no se les discrimine', apunta Sánchez Salgado.

Desde la Oficina, intervienen con el servicio de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) si los adultos mayores reciben un trato indigno cuando tienen que ser llevados a una cita porque quizás se tardaron en bajar las escaleras, o si asisten a Colecturía y se les impide colocarse en la línea de preferencia, para evitar que se les explote financieramente, que reciban trato justo y digno en agencias gubernamentales, entre otros derechos en los renglones de vivienda, seguridad, salud, transportación y demás.

(Juan R. Costa / Archivo NotiCel)
Foto: