La guagua de Tata Charbonier en el ojo de la pesquisa
Quiso blanquear la procedencia de su pago disfrazándola como gasto de campaña.
La guagua Toyota Highlander en la que recogieron a la representante María Milagros “Tata” Charbonier a su salida del Tribunal Federal tras su arresto el pasado lunes, es parte de la investigación que las autoridades federales llevaron en su contra y que resultó en acusaciones.
De acuerdo a información obtenida por NotiCel, la legisladora utilizaba ese vehículo para uso público y privado, pero no fue hasta enero, cuando rompió relaciones de manera abrupta con su entonces director de oficina, Jonathan Alemán, que comenzó a hacer arreglos para reportarla en los informes de ingresos y gastos, y “blanquear” la procedencia de los fondos para pagarla. Fue en febrero que comenzó a reportarla formalmente en los informes ante la Oficina del Contralor Electoral.
Antes, según trasciende de la investigación, Charbonier la pagaba con sus fondos privados, pero, alegadamente con dinero producto de lo que se alega era el esquema de "kickbacks" con sus empleados. Durante la presentación de cargos contra la representante, la fiscalía federal alegó que en la gaveta de esa guagua su empleada dejaba el dinero en efectivo producto de los "kickbacks" o comisiones ilegales.
El pliego acusatorio describe más de una docena de instancias relacionadas con el esquema ilegal de pago de soborno con el cual la legisladora recibía entre $1,000 y $1,500 mensuales de “comisiones". Frances Acevedo, también acusada, ganaba $800 quincenales de 2014 a 2017, cuando se le aumentó a $2,100. Desde mediados de 2017 hasta julio de 2020 ganó entre $2,700 y $2,900.
La Fiscalía federal alega que Acevedo devolvió parte de su salario a Charbonier mediante pagos en efectivo a través de transferencias en incrementos de $500 por la aplicación ATH Móvil y dejando sobres con efectivo en lugares predeterminados. Otras dos personas- también empleados de Charbonier, que no fueron acusados, recibieron pagos que debían entregar a la legisladora. Es el mismo patrón por el cual se le acusó ayer al representante Nelson del Valle. Ambos, se alegó, recibieron sobre $100,000 productos de ese esquema.
El pasado 22 de julio, luego de que agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) visitaran la casa de la legisladora y se llevaran equipo de comunicaciones suyo y de su esposo, Orlando Montes, la funcionaria dijo en rueda de prensa que tenía dos vehículos y que “la Oficina del Contralor fue consultada por miembros de mi campaña sobre el uso de vehículos privados para campaña y seguimos todas las instrucciones al respecto”.
Entonces, el contralor electoral, Walter Vélez, aseguró que su oficina no tenía récord de consultas realizadas por Charbonier o su equipo de trabajo sobre ese u otro asunto.
Este mismo día, agentes del FBI habían acudido a la Oficina del Contralor Electoral en busca de copias certificadas de todos sus informes de ingresos y gastos.