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Legislatura

Charbonier borró mensajes de su teléfono para tapar esquema de soborno

La representante enfrenta imputación de obstrucción a la justicia por su reacción a la orden de registro que agentes le diligenciaron en su casa.

La representante enfrenta 13 cargos federales por supuestamente inflar el salario de una empleada para quedarse con parte de ese dinero.
Foto: Nahira Montcourt

La mañana del 15 de julio pasado, en algún momento entre que agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) le dijeran que tenían una orden de allanamiento contra su teléfono celular y que ella finalmente lo entregara, la representante novoprogresista María Milagros Charbonier Laureano borró información de su aparato telefónico que era determinante para la investigación que realizaba el FBI en su contra.

Así queda plasmado en la acusación de un gran jurado contra Charbonier Laureano, su esposo, Orlando Montes Rivera, su hijo Orlando Gabriel Montes Charbonier y su empleada Frances Acevedo Ceballos que las autoridades federales publicaron hoy después de arrestar al grupo por 13 cargos de conspiración, recibo de soborno, pago de soborno, lavado de dinero, fraude con transferencias electrónicas, robo de fondos federales, confiscación y obstrucción a la justicia. Los cargos conllevan entre 10 a 20 años de cárcel.

El cargo de obstrucción a la justicia solo pesa en contra de la representante específicamente por esa maniobra que se le achaca realizar el 15 de julio, el día en que agentes del FBI fueron a su hogar en el complejo Hillside Village Apartment de Río Grande y se llevaron los teléfonos y dos tabletas suyas y de su esposo. La representante supo de la investigación no más tarde del 11 de julio, pero fue cuando los agentes la visitaron con la orden que “borró casi todo el registro de llamadas, casi todos los mensajes de WhatsApp y casi todos los iMessages asociados con su número de teléfono”. El presidente de la Cámara, Carlos Méndez Núñez, ha dicho que ese cuerpo cumple hace tiempo con requerimientos de información que le han sometido las autoridades federales con relación a las oficinas de varios legisladores pero no ha dicho cuáles son esas oficinas.

Tras el allanamiento del 15 de julio, la representante dijo que contestó preguntas de los agentes porque ellos “desconocían lo que son los procesos de la Cámara administrativos” y que “con mucha deferencia, no fueron hostiles, me dijeron que yo no era tarjeta de investigación, porque les pregunté directamente”.

El gran jurado emitió el pliego el 7 de agosto, el viernes antes de la primera fecha de las primarias, pero las autoridades federales deliberadamente esperaron hasta hoy, tras la culminación de la primaria de ayer, porque de esa manera entienden que cumplieron con la directriz del Departamento de Justicia federal de llevar a cabo pasos investigativos cuando sean necesarios, pero también cuidarse de mantener imparcialidad en procesos eleccionarios.

Aunque pospusieron los arrestos hasta hoy, la visita del FBI a Charbonier Laureano y la implícita confirmación de que estaba involucrada en una pesquisa federal pudo haber tenido efecto en la primaria ya que la representante pasó de ser la candidata a la Cámara por acumulación con más votos en el Partido Nuevo Progresista (PNP) en las primarias de 2016 a ser la candidata con la menor cantidad de votos en las primarias de ayer.

El esquema que acusa el pliego, en palabras del jefe de fiscales federales, W. Stephen Muldrow, es “sencillo”: Charbonier Laureano le cobró a su empleada Acevedo Ceballos una comisión por el salario que le pagaba y los pagos se canalizaban no solamente directamente con la representante sino también a través de su esposo y su hijo. Muldrow totalizó en unos $100,000 la cantidad de dinero que el esquema pudo dejarle a la representante.

La también expresidenta de la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes “explotó su posición como legisladora” para “enriquecerse con el salario fraudulentamente inflado” de Acevedo Ceballos, quien también se lucró de un salario inflado en detrimento de los recursos del Gobierno de los Estados Unidos asignados a Puerto Rico. De hecho, el pliego establece el deber fiduciario que tenía Charbonier Laureano sobre los fondos públicos al citarle dos secciones del Código de Ética de la Cámara.

La acusación indica que otras dos personas fueron conducto de los pagos de Acevedo Ceballos a la legisladora pero no los nombra ni los describe como “coconspiradores no acusados”, el término que se usa normalmente para describir a cooperadores o a gente que todavía es objeto de investigación.

Por su descripción, la “Persona A” es Jonathan Alemán Arce, un empleado del Departamento de Corrección que se convirtió en director de la oficina legislativa de Charbonier Laureano y en su pupilo político antes de abandonarla y regresar a Corrección como parte de la pugna primarista entre Pedro Pierluisi Urrutia y la gobernadora Wanda Vázquez Garced. Alemán Arce fue objeto de aumentos de salario mientras estaba con Charbonier Laureano al punto de que llegó a tener un contrato de $20,000 por mes y medio de trabajo.

“Para Tata”, decían los mensajes de pagos por ATH Móvil

Por otro lado, la “Persona B” es la persona que sucedió a Alemán Arce en la dirección de la oficina, Sheila Mangual Monzón.

El pliego describe varias instancias relacionadas con el esquema ilegal de pago de soborno con el cual la legisladora recibía entre $1,000 y $1,500 mensuales que ilegalmente se suman a su compensación oficial de $5,000 mensuales netos. Acevedo Ceballos ganaba $800 quincenales de 2014 a 2017, en 2017 se le aumentó a $2,100 y de mediados de 2017 a julio de 2020 ganó entre entre $2,700 a $2,900.

Acevedo Ceballos devolvió parte de su salario a Charbonier Laureano mediante pagos en efectuvo, pasar los fondos a las personas “A” y “B” para que lo pasaran a la representante, mediante transferencias en incrementos de $500 por la aplicación ATH Móvil y dejando sobres con efectivo en lugares predeterminados, como la gaveta de la guagua de la legisladora.

La acusación da detalles de 15 instancias en las que la empleada depositó su cheque de salario y después hizo transacciones para hacerle llegar el dinero a la legisladora.

“Fran, cambiaste?”, “Fran, le pasaste eso a Orlando?”, “[P]onme en la gaveta de la guagua el sobre. Si cambiaste”, “Fran llama a Gaby para que pase por tu casa y me traiga eso” y “Fran, llévaselo a Gaby”, son algunos de los mensajes de Charbonier Laureano a su empleada que el pliego presenta como que están relacionadas con los pagos ilegales.

“Para Tata”, ponía Acevedo Ceballos como mensajes en sus tranferencias de ATH Móvil.

Para ver la acusación federal contra la representante Charbonier Laureano y otras cuatro personas, pulse aquí.

PDF: Acusación federal en caso US v Charbonier Laureano agosto 2020
Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.