Las farmacéuticas como Pfizer, AbbVie y Baxter Healthcare tuvieron los mayores niveles de infracciones documentadas por OSHA en la última década, según se informó en una vista pública.

Un informe realizado en agosto del 2022 por parte del Centro para la Democracia Popular, en colaboración con la organización Hedge Clippers, reveló un patrón de lesiones en los empleados que trabajan en farmacéuticas en Puerto Rico.

Según el licenciado Julio López Varona, codirector de Campañas del Centro para la Democracia Popular, los registros de la última década de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), las plantas farmacéuticas basadas en Puerto Rico han recibido alrededor de 80 quejas, informes de accidentes o referencias por problemas de salud y seguridad.

Actualmente, Puerto Rico cuenta con casi 50 plantas farmacéuticas que producen medicamentos para el tratamiento de pacientes con artritis, derrames cerebrovasculares, cáncer, entre otros.

La senadora por el Partido Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Ana Irma Rivera Lassén, llevo a cabo una vista pública en torno a la Resolución del Senado 207 para investigar dichas condiciones de trabajo, salarios, relaciones obrero- patronales, adiestramiento y readiestramiento de los trabajadores. Allí surgió información sobre las querellas.

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Además, múltiples denuncias sobre las condiciones de trabajo en las farmacéuticas del país de parte de empleados y subcontratos de compañías que le prestan servicios a farmacéuticas.

El informe que se presentó, titulado: Promesa rota de las farmacéuticas, desglosa prácticas concurridas que van en contra de los derechos de los empleados.

El primer hallazgo del informe tiene que ver con pobres prácticas patronales.

“Las ganancias de las farmacéuticas aumentan, pero estas ganancias no alcanzan ni a sus trabajadores ni al pueblo. A modo de ejemplo, los directivos de las farmacéuticas ganan un promedio de $20 millones al año, más de 1,131 veces lo que ganan sus trabajadores puertorriqueños, cuyos sueldos empeoran cada año debido a la inflación y al aumento al costo de vida”, destacó López Varona en la vista pública.

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“Entre los trabajadores entrevistados, la mayoría informaron que ganan el salario mínimo, ahora $8.50 por hora, o poco más del salario mínimo”, continuó.

El segundo hallazgo responde a los problemas de salud y seguridad.

Algunas de las multas que se han registrado corresponden a la fábrica Mylan en el 2017 en Caguas, cuándo recibió una multa por parte del gobierno por una infracción que afectó alrededor de 10 trabajadores a quienes se les brindó protectores de seguridad inadecuados en máquinas pesadas.

En el 2020, la compañía Pfizer en Barceloneta recibió varias multas por infracciones relacionadas con falta de control de maquinaria pesada. Además, violaciones de salud y seguridad.

En la vista. López Varona aseguró que Pfizer, AbbVie y Baxter Healthcare tuvieron los mayores niveles de actividad (infracciones) documentadas por OSHA en la última década.

Eleida Santos Ortiz, vecina de Trujillo Alto, expuso en vista pública que estuvo ocho años trabajando en el área de seguridad de la planta farmacéutica Lilly, donde enfrentó múltiples complicaciones de salud por la precariedad que vivía en horas laborables.

“Renuncié a ese puesto porque decidí priorizar mi salud mental. Mi salario en Lilly era de $9.00 la hora. Un trabajo que no proveía ni cobertura de salud, por lo que tuve que acudir al plan de la Reforma cuando me enfermaba. Es un trabajo que impacta mucho el cuerpo, y he tenido problemas en la cadera, espalda y pierna, ya que a menudo debía estar sentada por largos periodos de tiempo observando solo el monitor de seguridad…”, expresó Santos Ortiz.

“Siento que aquí en Puerto Rico no se vela por el bienestar de los trabajadores. Además de que no hay unión, no ofrecen ningún beneficio en absoluto. Hay muy pocas leyes para defender a los empleados, y las pocas leyes que existen no se hacen valer”, continuó.

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Por parte de Joel Rodríguez Reyes, residente de Barceloneta, relató sus experiencias durante los siete años con la compañía One Source y ABM, que brinaron servicios de limpieza para la planta de AbbVie en dicho municipio.

“Mi salario era de $8.75 la hora. Tengo dos hijos adolescentes a los que les pago pensión, en adición a mis gastos mensuales de renta, agua, luz, celular, gasolina y comida. Durante el huracán María trabajé ese tiempo en la farmacéutica, lo perdí todo y no nos brindaron ninguna ayuda. Durante el tiempo de la pandemia nos bajaron las horas y era bien complicado mantenerme económicamente, incluso estuvimos un tiempo sin trabajar”, … contó Rodríguez Reyes.

Su salario, según confirmó, rondaba en unos $400 bisemanales.

Magaly García Berríos, del pueblo de Gurabo, denunció también sus condiciones de trabajo en una planta de Antilles Fuller.

"Me lastimé con una aguja de uno de los cuartos que limpio. Estaba sacando basura y parece que la bolsa estaba rota, la aguja estaba por fuera y se me espetó en un dedo de la mano izquierda. Después, la mano se me inflamó y solo me llevaron a enfermería. Me enviaron para casa por descanso de 24 horas, pero tampoco me pagaron ese tiempo", contó García Berríos.

"Otra experiencia frustrante de salud fue cuando me dio Covid durante la pandemia. Yo estuve ausente del trabajo por 10 días por enfermedad y me los descontaron del cheque", continuó.

Departamento del Trabajo y Recursos Humanos asegura que es diligente

El Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) compareció a la vista pública asegurando que las farmacéuticas cumplen con altos estándares y que son reguladas de manera periódica.

“El sector de la manufactura farmacéutica comprende las clasificaciones industriales. Debido a su naturaleza, estas industrias están altamente reguladas e históricamente han mantenido índices bajos de lesiones y enfermedades ocupacionales. Desde el 2014 hasta la fecha, OSHA ha realizado 77 inspecciones en el sector industrial farmacéutico, siendo 18 de estas motivadas por querellas. De las 77 inspecciones, solo nueve resultaron en la emisión de citaciones de índole seria”, explicó la licenciada Naihomy Álamo Rivera, procuradora del trabajo.

El DTRH también planteó que el pasado 22 de junio, la agencia había informado que el Negociado de Normas del Trabajo, había atendido 33 querellas desde el 2018, la mayoría de las cuales fueron archivadas por desinterés, desistimiento o declaradas sin lugar por carecer de méritos.

Rivera Lassén, horas antes de la vista pública, realizó una solicitud de información para conocer si a los empleados de varias farmacéuticas mencionadas se les notifica la cantidad de vacaciones y de enfermedad que tienen los empleados, ya que han denunciado de igual forma que les limitan los días de vacaciones y enfermedad.

La meta de la Comisión actualmente, es continuar realizando vistas públicas para profundizar en las denuncias.

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