Solo seis centros para pacientes con pérdida de función renal
El Consejo Renal informó que Puerto Rico también enfrenta un problema de diagnóstico tardío de la enfermedad.
En la isla solo hay seis centros para más de 300,000 pacientes que se estiman que pudieran sufrir pérdida gradual en su función renal.
Así lo aseguró la directora interina del Consejo Renal de Puerto Rico, Nilsa Ortega, en vista pública de la Cámara de Representantes de Puerto Rico.
La expresiones surgieron ante la Comisión de Salud, presidida por la representante Sol Higgins Cuadrado, para discutir el Proyecto de la Cámara 1176 (P. de la C. 1176), de la autoría de Juan José Santiago Nieves, que busca crear el protocolo de emergencia salubrista para pacientes de diálisis en Puerto Rico.
La directora informó sobre dos problemas que enfrenta Puerto Rico: el diagnóstico tardío de la enfermedad renal, y las pocas clínicas que existen de atención para esta población en estadios tempranos, que se conocen como "CKD clinics", ya que solo hay seis centros.
De igual manera, la directora explicó que el diagnóstico renal se clasifica en cinco estadios; del 1 al 4 se consideran etapas tempranas de la enfermedad renal, y el quinto son aquellos que ya se encuentran en fallo renal, teniendo como modalidad de tratamiento la diálisis y el trasplante. Asimismo, señaló que aproximadamente 6,500 personas requieren tratamiento de diálisis en el país.
“Tras el huracán María, estadísticas del Departamento de Salud y del US Renal Data System mostraron un incremento en mortalidad de pacientes renales que no necesariamente se pueden adjudicar a pacientes en tratamiento de diálisis..La tasa de mortalidad en 2017 en pacientes de diálisis no excedió el promedio de años anteriores lo que nos lleva a pensar en pacientes en estadios 4, cuya fragilidad ha sido demostrada en múltiples estudios e investigaciones. Esta es una de las poblaciones que más hospitalizaciones y atención médica requiere durante el año”, indicó Ortega.
Relacionado al P. de la C. 1176, Ortega señaló que el protocolo de emergencia salubrista propuesto no debería limitarse a la población renal bajo tratamiento de diálisis, y que reciben tratamiento en las diversas unidades de diálisis, sino que “contemple justamente a los que se dializan en el hogar”.
“Aquellos que se encuentran en etapas tempranas de la enfermedad, particularmente estadios 3 y 4, y trasplantados; y sobre todo, menores de 18 años que cuentan con un solo centro de diálisis en todo Puerto Rico. De esta forma, validaríamos lo que en la exposición de motivos se describe sobre reafirmar un modelo salubrista exitoso, sostenible e inclusivo”, puntualizó Ortega.
Como parte de los planteamientos, Ortega recomendó que los pacientes renales de Puerto Rico tengan una identificación, ya que considera vital que cuenten con una tarjeta física o digital para identificarlos. Esta iniciativa ayudaría con los servicios de transporte de emergencias a través de municipios, agencias gubernamentales, a nivel estatal, u otras entidades sin fines de lucro.
De igual manera, Ortega anunció que el CRPR se encuentra trabajando en un proyecto junto a la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3), con fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para la construcción de un ‘safe room’ para pacientes renales en tiempo de emergencias, que debe integrarse al protocolo propuesto, una vez se complete, aproximadamente, el año 2025.
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