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Legislatura

Férrea defensa por el derecho absoluto de los padres sobre sus hijos

La primera vista pública sobre las prohibición de las "terapias de conversión" subrayó que en este tema no existe la neutralidad.

El senador José Vargas Vidot presidió los trabajos de la comisión.
Foto: Archivo/Juan R. Costa

Los detractores del Proyecto del Senado (PS) 184, que busca prohibir las “terapias de conversión”, se aferraron a su “derecho” sobre otros humanos, en este caso sus hijos menores de edad, para evitar que sean homosexuales, tal como fue desplegado durante la primera y extensa vista pública sobre la medida.

Debido al alto número de deponentes, los procesos se dividieron en dos bloques, pero eso no detuvo que la vista —que comenzó a eso de las nueve de la mañana— se extendiera hasta poco después de las siete de la noche.

Los deponentes que se expresaron en contra en un segundo bloque de la vista, en su mayoría identificados con el sector religioso cristiano y fundamentalista, insistieron en cuestionar si las “terapias de conversión” existían en Puerto Rico y subrayaron la necesidad de redefinir el concepto en el proyecto de ley.

“Mi punto de vista como abogada y como defensora de derechos humanos es que no es vaga la definición de terapias de conversión. Es completa, es clara, es adecuada, cumple con los parámetros internacionales y ha pasado el cedazo de evaluación judicial. Mi posición es que no debería manipularse ni enmendarse”, exclamó Amarilis Pagán Jiménez, directora ejecutiva del Proyecto Matria.

El senador Rafael Bernabe Riefkohl, uno de los coautores del PS 184, se reafirmó en la definición provista en la medida y aseguró que el problema principal yacía en que a “algunos” no les gustaba la definición. “Es una práctica llevada a cabo por un profesional de la salud que tiene como objetivo cambiar la orientación sexual de una persona”, añadió el senador del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC).

En otras ocasiones, los opositores del proyecto buscaron desviar la discusión en el Salón Leopoldo Figueroa del Capitolio hacia las personas transgénero y tratamientos hormonales, temas que no están incluidos en el PS 184, lo que propició la aclaración del presidente de la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción, José Vargas Vidot, a deponentes y senadores a enfocarse en el tema.

Ante el choque de posturas, la senadora del Partido Nuevo Progresista (PNP), Wanda Soto Tolentino, preguntó si podía establecerse un punto medio entre ambas posturas respecto a las “terapias de conversión”. Sin embargo, el portavoz del Comité Amplio en Búsqueda de la Equidad (CABE), el licenciado Osvaldo Burgos Pérez, subrayó que era imposible ser neutral en esta discusión.

“Las posiciones neutrales sobre este proyecto es ser cómplice del maltrato a menores. Las terapias de conversión son maltrato en cualquier circunstancia, por tanto no hay otra alternativa de regularla. La ciencia, organizaciones de derechos humanos, organizaciones pediátricas, de la conducta, a nivel del mundo, hay consenso que este tipo de práctica debe ser prohibida taxativamente. No hay circunstancia alguna que lo permita, porque aquí no hay nada que cambiar, nada que revertir, nada que corregir”, declaró Burgos Pérez.

En su ponencia, Burgos Pérez estableció que el término “terapia”, proveniente del griego, denota “curación”, cosa que distaba de las “terapias de conversión”, por tanto, debían llamarse “torturas de conversión”. Señaló que han sido referidas por otros nombres, como “terapias reparativas”, “terapias restaurativas”, “terapias de reorientación”, “ministerios transformacionales” y “consejerías espirituales sobre sexualidad”.

En defensa del derecho de los padres

Entre los deponentes de la porción de la tarde se encontraron Marta Caraballo, de Alerta Puerto Rico, y la pediatra Rosalina Valcárcel-Ruiz, quienes se expresaron en contra del PS 184.

“Somos nosotros los padres, quienes tenemos el derecho y la autoridad primaria de criar y educar a nuestros hijos según nuestros valores y principios. En virtud de la patria potestad, los padres ejercemos el derecho a decidir sobre cuestiones fundamentales respecto a la crianza y educación de los hijos y las normas sociales, morales y religiosas bajo las que nuestros hijos crecerán”, subrayó Caraballo.

En su ponencia, recalcó en que legislación estatal y federal les cobija “el derecho a elegir el contenido ideológico y las creencias que formarán” a sus hijos, a la vez que citó como referencias a páginas digitales que no existían o que se referían a los medios de comunicación como “medios de conspiración” y tenían como lema que batallaban activamente contra lo que dicta la ciencia.

En un panel anterior, la senadora Ana Irma Rivera Lassén le preguntó al pastor René Pereira en qué fuentes de información sacaba su definición de “ideología de género” y el deponente no pudo mencionar ni una sola.

La deponente insistió en que el Estado no debía entrometerse en la crianza que los padres quieran inculcarle a sus hijos y aseguró que estaba en contra de cualquier tipo de maltrato infantil.

La doctora Valcárcel-Ruiz, por su parte, se postuló en contra de la medida porque, a su juicio, el PS 184 carece de maneras inclusivas y abarcadoras para atender a los niños e “incide de manera inherente en la intimidad personal y familiar, en los derechos parentales, en los derechos de la niñez a experimentar el crecimiento y desarrollo normal propio de su edad y en el buen juicio de la práctica médica y salubrista basada en evidencia científica”.

La senadora Ana Irma Rivera Lassén, por otro lado, manifestó que el concepto propietario de la niñez no era absoluto y el Estado podía intervenir en situaciones de maltrato. También explicó que el PS 184 era una manera de atemperar la ley estatal al momento histórico en que se encuentra Puerto Rico y el mundo.

“El derecho no es neutral, recoge y privilegia normativas sociales del momento en que se encuentran. Tal es así que la esclavitud era legal, las mujeres en general no teníamos ningunos derechos, los hombres en matrimonio heterosexual podían violar a sus esposas, y estoy hablando de Puerto Rico. Las mujeres no tenían derecho a nada hasta el 1976, las personas podían ser discriminadas en sus empleos, y ahora estamos aquí tratando que se prohiban por ley [“las terapias de conversión”]. Estamos simplemente aterrizando con la ley lo que el momento histórico dice, lo que todas partes del mundo dicen. Ponerlas al día”, expresó Rivera Lassén.

“La conversación es tóxica”

Durante la extensa vista pública, también depusieron los exsenadores Eduardo Bhatia Gautier y Zoé Laboy Alvarado, quienes fueron coautores del PS 1000 el pasado cuatrienio que buscaba prohibir las terapias de conversión, pero no se convirtió en ley, así como el joven Gustavo Villanueva.

Villanueva, de 28 años, relató que fue sometido a “terapias de conversión” de la mano de una psicóloga clínica que lo obligó a pensar en “su futura esposa” mientras se masturbaba, entre otras cosas. El proceso lo llevó a dudar de sí mismo y a intentar suicidarse en dos ocasiones.

“Estuve un año y medio viendo a la psicóloga, pero no veía una mejoría. Mientras más tiempo pasaba, más abusaba el uso de alcohol y sustancias controladas. De hecho, en ocasiones me miraba al espejo y me miraba con asco”, narró Villanueva.

Tras sus intentos de quitarse la vida, la psicóloga refirió a Villanueva a un psiquiatra específico, que trabajaba en el mismo edificio, en lo que el joven describió como una red de torturas, ya que se conocía que estos médicos licenciados llevaban a cabo estos procedimientos, pero no se anunciaban públicamente como tal.

Mientras, Bhatia y Laboy Alvarado acudieron a modo de recomendarle a los senadores a no actuar con miedo, ni creer en chantajes o en “falsos profetas” y a instarlos a defender los derechos humanos y aprobar el PS 184.

“Ustedes son líderes. Hay que cambiar el diálogo y la discusión que se está dando con líderes religiosos del país. La conversación es tóxica. Se está demonizando de un lado y de otro. Hay que tener un diálogo más constructivo”, exclamó Bhatia Gautier.

El exsenador del Partido Popular Democrático (PPD), quien depuso pasadas las seis de la tarde, lamentó que ningún senador de su colectividad estuviera presente en la vista pública.

Laboy Alvarado, por su parte, destacó que Puerto Rico ha cambiado y los senadores y las senadoras debían atemperarse a esos cambios.

“Las elecciones del pasado noviembre lo demuestran. Esta legislatura, si hay una característica que lo demuestra, es diversidad. Las terapias de conversión el único propósito que tienen es anular la diversidad. Respetando ese mandato del pueblo de que quieren la diversidad, ustedes deben en este cuatrienio, la prohibición de las terapias de conversión”, indicó Laboy Alvarado.

Laboy Alvarado indicó que en su tiempo no enfrentó cuestionamientos sobre la definición de las terapias de conversión.

El senador Vargas Vidot contó que ha recibido amenazas por liderar este proyecto. Durante la vista pública reiteró que prefiere dormir con una conciencia tranquila a amilanarse al alegado costo político que podría enfrentar por apoyar la prohibición de las “terapias de conversión”.

Periodista que cubre temas de gobierno, tribunales y política. También le interesan los deportes, las películas y la música. Es exalumna de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.