Salgado Morales asegura que no impartió instrucciones para compra de pruebas rápidas
Explicó su intervención en la entrega de 500 pruebas rápidas para detectar el COVID-19, movida que fue denunciada por la exsecretaria interina de Salud, Concepción Quiñones de Longo.
El doctor Juan L. Salgado Morales libró al “Task Force” Médico que asesora a la gobernadora, Wanda Vázquez Garced, en la emergencia del coronavirus, o COVID-19, de haber ordenado la malograda compra de un millón de pruebas rápidas para detectar este enfermedad, responsabilidad que fijó en la ahora ex secretaria auxiliar de Administración del Departamento de Salud, Adil Rosa Rivera.
En sus declaraciones, emitidas bajo juramento durante una vista ejecutiva de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, Salgado Morales insistió que el “Task Force” Médico recomendaba cantidad de productos a comprar, pero no los evaluaba ni autorizaba el trámite, pese a que la evidencia documental y testimonial dicta lo contrario.
En un mensaje de texto enviado a Rosa Rivera, Salgado Morales le solicitó que buscara el visto bueno del coordinador del “Task Force” Médico, el doctor Segundo Rodríguez Quilichini, para completar las transacciones.
“Acuérdate que toda compra final tiene que estar aprobada por Segundo y/o la secretaria de salud [Concepción Quiñones de Longo]”, escribió Salgado Morales. “Llama a Segundo, quiere el número de track de las vacunas”, agregó.
Al ser confrontado con los mensajes durante la vista, Salgado Morales aseguró que fue malinterpretado.
“Yo lo que le dije a ella fue que todo lo que se vaya a comprar aquí lo va a recomendar el ‘Task Force’, pero tiene que ser aprobado por Segundo Rodríguez y es la Secretaria de Salud la que toma o no toma la recomendación. Nosotros recomendamos que se compren cuatro millones de mascarillas, pero no podía venir un miembro del ‘Task Force’ a decir ‘compra cuatro millones de mascarillas’. Tenía que ser Segundo. Segundo llevaba el mensaje de las recomendaciones del ‘Task Force’. Segundo le decía a Adil ‘dale pa’lante’, pero Adil tenía que ir a la Secretaria de Salud”, explicó Salgado Morales.
Sus palabras contradicen el testimonio de Rosa Rivera, quien exclamó que el “Task Force” Médico le dio la orden de comprar el millón de pruebas, en ese caso a Apex General Contractors (APEX), una compañía de construcción sin experiencia alguna en la venta de productos de salud, pero que fue referida por Rodríguez Quilichini.
“Ella confundió liderazgo con una orden”, aseguró Salgado Morales al salir de la vista, acompañado de su abogado, el licenciado Pedro Ortiz Álvarez.
Al contestar preguntas de los representantes, Salgado Morales demostró que se ha mantenido atento al proceso de vistas ejecutivas de la Cámara de Representantes, pese a que el miércoles no se personó por compromisos previos.
En más de una ocasión, el doctor se expresó de la misma forma que Rosa Rivera, Rodríguez Quilichini y William Méndez Latalladi, otro integrante del “Task Force” Médico, además de que pidió “clarificar” lo que esas personas dijeron.
No obstante, cuando en otras ocasiones el representante Juan Oscar Morales Rodríguez preguntaba sobre acciones de estas personas y otras ligadas a La Fortaleza, el doctor Salgado Morales reiteraba que no “podía hablar” por ellos.
A juicio de Salgado Morales, el referir a APEX no estuvo mal. “Aquí todo el mundo refirió. Referir no es el pecado. Trato preferencial es el pecado”, declaró.
El doctor Rodríguez Quilichini subrayó el miércoles que el “Task Force” Médico está separado del proceso de compras de Salud, pero confirmó que le dijo “dale pa’lante” a Rosa Rivera para que realizara la transacción porque eran pruebas “buenas”. La adjudicación de valor a las pruebas dieron la impresión a los representantes durante esa vista que el ente asesor en efecto las evaluó.
“Ese es otro ‘misconception’ [idea equivocada] que quisiera aclarar. Pruebas buenas o pruebas malas es como decir ‘la paciente tiene regla o la paciente está mala’”, argumentó Salgado Morales..
Aunque pasó el grueso de la responsabilidad a Rosa Rivera y a Mariel Rivera Rivera, analista de compras de Salud, Salgado Morales defendió el trabajo de ambas y señaló que, si hubo alguna omisión por parte de ellas, “lo hicieron de forma inocente, porque esas muchachas llegaban temprano y eran las últimas en irse”.
A preguntas de la prensa, indicó que se trataba de “muchachas” sin experiencia en compras.
“La prueba documental que tenemos demuestra que este grupo de personas [Task Force Médico] sí participaba del proceso de compra y tuvieron que ver con esto de comprarle a APEX $38 millones de dólares”, aseguró, por su parte, Juan Oscar Morales Rodríguez, presidente de la Comisión de Salud.
Dio direcciones al Gerente de Quest
Salgado Morales recalcó que no fue quien cambió el lugar de entrega de 500 pruebas rápidas, o “test kits”, para detectar el COVID-19 provenientes de Quest Diagnostics, del Laboratorio de Salud Pública del Departamento de Salud al Centro de Operaciones de Emergencia (COE), en Caguas.
Sin embargo, basado en su recuento de los hechos, fue quien le informó al gerente general de Quest, Miguel Ribas, que se encontraban en el COE porque la instrucción —que se desconoce quién la impartió— era gestionar todo desde ese edificio.
“Hablamos. Me dijo que venía de camino. La llamada era para decirle dónde estábamos, cómo llegar al COE y cómo subir”, relató Salgado Morales.
El mismo día en que presentó su renuncia como secretaria interina de Salud, Quiñones de Longo reveló en una carta que la ex jefa de personal de esa agencia, Mabel Cabeza Rivera, fue quien recibió las pruebas, pese a que para ese día ya había sido destituida de su cargo.
Luego de Cabeza Rivera, según la carta, el doctor Salgado Morales fue visto con las cinco cajas que contenían los “test kits” en el tercer piso del COE y se tomó una foto con ellas.
“Verlo llegar con las pruebas fue como ver a Jesucristo caminar por el agua. [Por eso me tomé una foto con ellas]. Claro que nos alegramos. Hicimos tremendo 'party' allí”, justificó Salgado Morales.
El doctor también reveló que fue él quien invitó al licenciado José Escobar a las reuniones del “Task Force” Médico, abogado que elaboró un compromiso de confidencialidad para el ente asesor, a modo de evitar la filtración de información.
Identifica a personal de Fortaleza
Salgado Morales no pudo especificar quién designó a Cabeza Rivera como enlace entre el “Task Force” Médico y La Fortaleza, ni dónde. Solo reconoció que esa determinación se aceptó de un momento a otro y que la instrucción se comunicó en una reunión en Salud o en la Mansión Ejecutiva.
Del mejor recuerdo del doctor, comunicó, se desprende que Cabeza Rivera participó en varias reuniones del equipo asesor en el COE o en Fortaleza. De igual modo, reconoció a Marisol Blasco Montaña —ayudante especial de la Gobernadora— en una de las reuniones.
“La vi [a Cabeza] varias veces, en varias reuniones, pero no en todas las reuniones. A veces la veíamos, a veces no la veíamos. No leí sus funciones de trabajo, pero es darle la información. Ella era como si había que enviar un mensaje a Fortaleza, se le decía a ella. Ella era como una intermediaria”, declaró Salgado.
Sobre Blasco Montaña, quien se ha testificado que llamó a Quiñones de Longo para presionarla a autorizar una compra millonaria de ventiladores artificiales, dijo que “ella siempre estaba por el lado, por si la Gobernadora necesitaba algo”.
A Salgado Morales se le suministró una fotografía de la subsecretaria de la Gobernación, Lillian Sánchez Pérez, para preguntarle si la había visto anteriormente en las reuniones.
Sánchez Pérez está copiada en correos electrónicos con la ex Secretaria Auxiliar de Administración de Salud y Cabeza Rivera que detallan la transacción con APEX.
“No la reconozco... es que ahí [en esa foto] está peinada y maquillada. Usted sabe que en estos tiempos la gente no se peina ni se maquilla. Es que yo tengo esposa e hija y en mi casa no se ve un blower hace tiempo”, respondió Salgado Morales.