Se encontró en vista ocular que las bombas no cuentan con mantenimiento y tampoco equipo de seguridad para los empleados. Sin embargo, el representante Edgardo Feliciano sostuvo que el funcionamiento es “óptimo”.

A pesar de que las bombas de agua en Cataño y San Juan pueden estar funcionando, las condiciones no son las adecuadas para que los empleados puedan ejecutar su trabajo con las debidas precauciones, según se constató en una vista ocular celebrada hoy de la Comisión de Recursos Naturales, Asuntos Ambientales Y Reciclaje de la Cámara de Representantes.

Por ejemplo, hay seis empleados contratados en la casa bomba de Juana Matos (Cataño) y están distribuidos en tres turnos. Se trata de exempleados de la Autoridad de Energía Eléctrica y no cuentan con equipo de seguridad -especialmente de botas de seguridad-, ni tampoco hay focos de luz instalados.

Además, no tienen aire acondicionado en las oficinas.

Estos trabajadores llegaron el 5 de julio y se les solicitaron las medidas para la compra de equipo. El 29 de agosto sometieron nuevamente la información y todavía esperan por las botas.

“Hacemos lo máximo con los recursos económicos que tenemos”, expresó en la vista ocular Waldemar Quiles, Secretario Auxiliar de Operaciones y Director de la Oficina de Recuperación en el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

Tampoco cuentan con el presupuesto para dar mantenimiento a las bombas, según trascendió en la vista.

“Yo no tengo la fecha exacta desde cuando no se le da mantenimiento porque llegué (hace) apenas un año. Estamos conscientes de que hay que conseguir un dinero para dar mantenimiento. El presupuesto que habíamos preparado no se aprobó cuando llegó a la Legislatura con la intención de darle cariño a las casas bombas, que son facilidades viejas, pero lamentablemente no pasó”, admitió Quiles.

El presupuesto rondaba en los $4 millones y sería distribuido entre el área operacional, mantenimiento de aceite y para reparar el lugar que permanecen los empleados cuando entran al turno.

El tanque de diésel en Cataño está oxidado, la verja del terreno donde se ubica la bomba está inclinada y el portón eléctrico no sirve.

Las instalaciones fueron construidas en la década de 1950.

“Antes el mantenimiento se hacía de forma preventiva. Ahora es córrelo hasta que se dañe porque el tiempo que se apague es dinero”, mencionó uno de los operadores, quien no se quiso identificar.

“Me preocupa que ellos sigan sin el equipo. Trabajan bajo lluvia para bregar con cables eléctricos. Me preocupa demasiado la seguridad de los empleados”, destacó el representante Edgardo Feliciano, presidente de la comisión cameral, cuando se enteró que los empleados no cuentan ni con botas de seguridad.

No obstante, luego indicó a NotiCel que el funcionamiento de las bombas visitadas era “óptimo”, aunque identificó lo que llamó “carencia de recursos”.

“Lo primordial es que las bombas estuvieran en funcionamiento y lo están. Ahora es cuestión de ajustar lo que falta en el camino. La ciudadanía que mantenga la calma porque si pasa un fenómeno atmosférico, las bombas tanto de Cataño como Baldorioty están en funcionamiento óptimo”, expresó Feliciano.

El legislador de primer turno indicó que hace aproximadamente un mes, residentes del área de Ocean Park y Cataño se comunicaron con él exigiendo más atención al sistema de control de inundaciones. En la vista de hoy fue acompañado, solo en Cataño, por sus correligionarios Deborah Soto, Héctor Ferrer Santiago, Estrella Martínez y Angel Morey Noble.

Feliciano visitó con su equipo la estación en Baldorioty de Castro en conjunto de la representante Mariana Nogales Molinelli.

Las casas bombas fueron construidas para el control de inundaciones, por lo que ubican en o cerca de zonas propensas a inundaciones. Cuentan con un sistema de bombeo que descarga a las lagunas o directamente al mar las aguas de escorrentías, a través de canales o tuberías.

Casa de Bombas Juana Matos recoge escorrentías pluviales, alcantarillado pluvial del sector Juana Matos y la urbanización Coquí. Sirve una población aproximada de 20,000 habitantes. Las aguas recogidas son descargadas en la Bahía de San Juan.

Por otro lado, en la Casa Bomba Baldorioty de Castro se recoge las escorrentías pluviales del área delimitada por el norte de la avenida McLeary, incluyendo Ocean Park, la calle Cacique, por el sur la avenida Eduardo Conde y por el este la calle Taft y calle Igualdad, entre otras calles alternas.

Esta área incluye el sistema de alcantarillado pluvial de sectores del área de Isla Verde como Ocean Park, Santa Teresita, el residencial Luis Llorens Torres y Villa Palmeras.

Sirve una población aproximada de 150,000 habitantes.

Las aguas recogidas son descargadas a un canal que desemboca en la laguna Los Corozos, que a su vez descarga en la laguna San José.

Esta casa de bombas cuenta con generadores de alta tecnología, aunque también presentan problemas para el mantenimiento del sistema de bombas.

Viviana Pastor, líder comunitaria de Ocean Park llegó a la vista ocular solicitando ayuda para su comunidad.

“Yo llevo con el reclamo desde antes del 2006 y siempre en Ocean Park se ha inundado. El huracán María fue un despertar de toda la comunidad de lo que nos estaba pasando cada vez que este complejo -casa bomba- no funciona y de lo que dependemos para poder tener calidad de vida”, explicó.

La urbanización Ocean Park es propensa a las inundaciones cuando llueve copiosamente.

La situación particular en casa bomba Baldorioty es que el agua baja por escorrentías y cuando llega a un determinado nivel, entonces las bombas se activan.

“El problema es que en lo que las bombas se activan, nosotros nos inundamos en cuestión de minutos", indicó Pastor.

La mujer dijo que perdió todo en su pasada casa ubicada en Ocean Park debido a las lluvias asociadas con el huracán Irma. Por espacio de 15 días el agua alcanzó los tres pies.

Ahora vive en otra propiedad, también en Ocean Park.

“Nosotros estuvimos para el huracán Irma casi nueve días con 14 camiones de carga sacando basura de la cantidad de pérdidas que hubo. ¡Nosotros no dormimos! Tenemos post trauma de todo lo que nos ha pasado, porque sabemos que si las bombas no funcionan y está lloviendo, vamos a caer en un estado de histeria”, contó a NotiCel.

Los residentes de Ocean Park han llegado al límite de colocar cámaras cerca de las escorrentías para conocer de antemano si sufrirán una inundación más.

Allí están registradas 300 propiedades.

“Después de esta vista ocular solo me resta confiar. Ya he estado en muchas y no le doy crédito a la gente hasta que me demuestren lo contrario. No voy a parar hasta que casa bomba este hecha de nuevo a la cantidad de agua que se necesitan porque estamos por debajo de lo que necesitamos bombear”, sostuvo Pastor.

Se bombea alrededor de 860 galones por minuto y según los estudios hidrográficos se necesita capacidad para 1,060 galones por minuto.