Estos pescadores están en esas tierras desde el 1972.

La Asociación de Pescadores Comerciales de Río Grande denunció ante la Legislatura las aparentes intenciones del municipio de expropiarles los terrenos y estructuras que integran esa villa pesquera desde los años 70.

La denuncia la formularon ante la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción del Senado de Puerto Rico, que preside el senador José Vargas Vidot, que celebró una vista pública para investigar precisamente la situación de un posible desplazamiento por parte de la administración del Municipio de Río Grande de la Villa Pesquera a las orillas del río Espíritu Santo ubicada en el mencionado municipio.

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El presidente de la Asociación de Pescadores Comerciales de Río Grande, Inc., Santiago Hernández Pizarro, informó que la villa pesquera se estableció en el año 1972, y aseguró que desde entonces había existido un acuerdo cordial entre el ente gobierno municipal y la Asociación.

“Somos una comunidad pesquera que ha logrado gestionar la construcción de nuestro centro de trabajo. Además, nuestra villa pesquera es un parque que brinda acceso a todo Puerto Rico a la magia del río Espíritu Santo”, resaltó.

Sostuvo que a pesar de esas relaciones, el pasado año el funcionario municipal Antonio Rosa le hizo llegar una ordenanza pública a la Asociación para proponer un alquiler del área aledaña al río.

“La ordenanza del Municipio es para autoproclamarse dueño de la villa y así pretender apropiarse de ella, fue aprobada el 22 de mayo de 2023 a espaldas de la Asociación y del pueblo de Río Grande. Nos enteramos de la existencia de la ordenanza y del reglamento aprobado por el Municipio al amparo de ella, cuando el señor Antonio Rosa nos llevó copia en su lamentable visita del 9 de junio de 2023”, dijo.

Informó Hernández Pizarro a la Comisión que la Asociación de Pescadores cuenta con una serie de evidencias del traspaso del terreno ubicado en el barrio Herreras de Río Grande con fecha del 14 de enero de 1982.

Señaló que aunque los pescadores tienen estos permisos, que los catalogan como los dueños del lugar, la ordenanza municipal establece lo contrario, y aunque han tratado de hablar con el alcalde de Río Grande, Ángel González, no han recibido respuestas.

“Hemos tratado de buscar un diálogo directamente con el alcalde para entender por qué ha tratado de apropiarse de nuestra villa, pero no lo hemos logrado”, añadió Hernández Pizarro.

Esta situación, advirtió, provoca una gran preocupación entre los pescadores por la posible pérdida de fondos federales, asignados por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, (FEMA) para la reconstrucción de la comunidad de pescadores que se ha afectado por los recientes eventos climáticos.

“En esta audiencia lo que deseamos es brindar un espacio a la comunidad de pescadores del municipio de Río Grande para que expresen sus preocupaciones en cuanto al acceso a la pesca del río Espíritu Santo y al igual que la calidad de agua”, sostuvo el presidente de la Comisión senatorial, el senador Vargas Vidot.

Indicó que “he tenido varias reuniones con la asociación y la comunidad y nunca he percibido un ambiente adversario. Al contrario, he sentido un deseo de progreso y desarrollo, siempre centrado en el ser humano y respetando las posiciones que han existido dentro de lo que es una villa pesquera. Al menos, esa es mi percepción”.