Fuera de la Junta José Carrión III y Carlos M. García
Tras 4 años, no buscarán otro término con el impuesto ente federal.
Tras cuatro años dirigiendo la Junta de Control Fiscal, su presidente, José Carrión III, anunció hoy su salida, efectiva el 5 de octubre de 2020, o cuando el Presidente y el Congreso designen un sucesor, lo que ocurra primero.
Carrión anunció hoy, en la reunión pública del ente, que le ha informado a la Casa Blanca que no estará disponible para ser renominado a un segundo término como miembro de la Junta.
Por otro lado, el miembro de la Junta Carlos M. García también anunció hoy que no estará disponible para servir un segundo término en la entidad creada por el Congreso para implementar la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica para Puerto Rico de 2016, mejor conocida como PROMESA.
“Cuando fui designado, me comprometí a servir un término de tres años, y he aquí que pronto cumpliremos cuatro, este próximo agosto”, dijo Carrión, quien aprovechó la ocasión para agradecer a su familia por toda su paciencia, comprensión y sabios consejos. “Así mismo, agradezco al Presidente y al liderato del Congreso por la oportunidad de haber servido a Puerto Rico”, añadió en declaraciones escritas.
“Le he notificado a la Casa Blanca que luego de cuatro años en la Junta de Supervisión, no estaré disponible para servir otro término”, dijo García. “ha sido un honor trabajar al lado de mis compañeros miembros de la Junta, y estoy orgulloso de lo que se ha logrado en estos cuatro años en circunstancias bien complicadas”, añadió.
García permanecerá en la Junta hasta el 31 de agosto de 2020.
“Hacia el final de 2016, recibí una llamada que eventualmente resultaría en el trabajo más desafiante, difícil y exigente que haya tenido jamás en mi carrera profesional. Sin embargo y sin reparos, debo decir que servir como presidente de la Junta de Supervisión también ha sido el que mayor oportunidad me ha dado de contribuir positivamente a Puerto Rico”, dijo Carrión.
“He sido afortunado y me siento agradecido de haber trabajado hombro con hombro con seis talentosos colegas de diferentes trasfondos, ideologías y experiencias de vida. Juntos hemos tomado literalmente cientos de decisiones, difíciles pero justas, para beneficio de Puerto Rico, casi todas ellas de forma unánime. Mis compañeros y compañera miembros de la Junta han abogado por Puerto Rico firme y apasionadamente, y lo han hecho sin compensación monetaria alguna. De igual modo, me enorgullece el grupo de profesionales que trabajan en la Junta de Supervisión—expertos en política pública, individuos de impresionante compromiso, empuje y pasión, puertorriqueños en su mayoría, que han propulsado las mejores ideas, independientemente de sus preferencias políticas”, dijo Carrión.
Al cabo de la reunión pública de la Junta de Supervisión celebrada hoy, Carrión compartió la noticia de su partida e hizo un breve recuento de los logros de la Junta durante estos pasados cuatro años.
“Juntos hemos logrado muchas cosas. Me enorgullece especialmente haber defendido las pensiones de todos los empleados públicos a pesar de la insolvencia de los sistemas públicos de pensiones. También, hemos certificado planes fiscales y presupuestos responsables, con controles apropiados, independientemente de consideraciones políticas. Ha sido gracias a esa disciplina fiscal que hemos podido ayudar al gobierno con asistencia económica significativa para poder responder rápidamente a las diferentes crisis que hemos enfrentado, como los terremotos de este año y la presente emergencia del COVID-19. Me siento orgulloso del progreso que hemos hecho en la reestructuración de la deuda pública, ahorrándole al pueblo de Puerto Rico miles de millones de dólares en principal e intereses. Y por último, pero no menos importantemente, la semana pasada aprobamos preliminarmente la alianza público-privada para transferir a un consorcio independiente del sector privado la gerencia, operación y mantenimiento de los sistemas de transmisión y distribución de la Autoridad de Energía Eléctrica. Este acuerdo representa el tipo de transformación de nuestra compañía de electricidad que es tan crucial para el pueblo de Puerto Rico”, dijo.
Carrión dijo que su incumbencia como presidente de la Junta de Supervisión tuvo también su cuota de decepciones, la principal entre ellas la falta de compromiso y voluntad política para implementar reformas estructurales necesarias para propulsar la economía de Puerto Rico más allá de su dependencia en transferencias federales. “A Puerto Rico no le faltan
recursos humanos, ni capital, ni ideas, ni planes, ni estudios para mejorar su economía. Lo que le falta es la determinación para implementar esta reformas transformacionales para beneficio de nuestra gente”, dijo Carrión.
“PROMESA ha sido y es una imposición del gobierno federal sobre Puerto Rico. Sin embargo, es también un salvavidas y una herramienta que ha evitado que Puerto Rico se ahogara en un mar de deuda. Ciertamente no es perfecta, pero si se utiliza apropiadamente, puede continuar ayudando a nuestro gobierno a encontrar la salida de su incapacitante deuda pública y establecer las bases de un futuro más próspero para generaciones de puertorriqueños”, sentenció Carrión.