En uniforme y en días libres, policía traficaba droga en el aeropuerto
Autoridades federales arrestaron a un agente y a dos parientes basándose en grabaciones de cámaras de seguridad.
El agente de la Policía que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) arrestó el domingo por supuesto narcotráfico realizó los actos en uniforme y portando su arma de reglamento, tanto en días en que estaba asignado a laborar en el cuartel del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, como en días en que se supone estuviera libre.
Además, según se desprende de la declaración jurada del agente federal Jonathan Vega, las autoridades cuentan con grabaciones de cámaras de seguridad. Los otros dos arrestados con el policía son parientes suyos y uno de ellos se mostró inclinado a cooperar, aunque ninguno de los tres arrestados hizo declaraciones y reclamaron su derecho a estar asistidos por representación legal.
Además de estos tres detenidos, hay por lo menos otros tres individuos involucrados en los eventos, pero no están identificados ni arrestados.
El policía Zachary Quiñones Bon no estaba asignado a trabajar en el aeropuerto los días 4 y 11 de febrero pasado cuando las cámaras del lugar lo captaron retirando maletas de una Toyota Tundra registrada a nombre de un pariente, Alexander Martínez Andino. Usando sus credenciales, el oficial evadió los cotejos de seguridad para adentrarse al terminal y allí se encontró con Alexander y con otro pariente, Joseph Quiñones Andino.
La intervención de Quiñones Bon aparenta limitarse a usar su posición y credenciales como policía para pasar las maletas al terminal sin pasar por los registros de seguridad porque la declaración de Vega relata que una vez ocurría la entrega de las maletas dentro del terminal, los parientes entraban al baño, se repartían la droga en bultos más pequeños, dejaban las maletas en el baño y abordaban vuelos. En esta parte de la operación es que habrían participado otros tres individuos de los que no se tienen detalles.
El 4 de febrero fue un vuelo a Nueva Jersey y el 17 de marzo sería un vuelo a Fort Lauderdale, que el trío no realizó porque fueron detenidos. Martínez Andino y Quiñones Andino irían y regresarían a Fort Lauderdale el mismo domingo. En el vuelo del 4 de febrero, tres de los cinco implicados regresaron a la isla el mismo día y abordaron la Tundra.
El 11 de febrero hubo una tercera transacción en la que, después de que el policía entregó las maletas en el terminal, tres individuos fueron al baño, se distribuyeron material, viajaron a Nueva Jersey y volvieron ese mismo día.
En la declaración jurada no se identifican a las otras dos personas involucradas en las conspiración.
El domingo, un can policíaco detectó narcóticos en las cuatro maletas que manejaron los arrestados. En ese equipaje, se ocuparon 67 kilos de cocaína.
Al arrestar a Quiñones Bon y sus dos parientes, se le ocupó el arma de reglamento al oficial y “los tres individuos reclamaron que estuvieran presentes sus abogados”, según Vega. “Antes de pedir abogado, Martínez Andino pregunto, en esencia, si los agentes podían garantizar que nada le pasaría”, añadió.
Los tres enfrentan imputación de traficar con sustancias controladas, pero el policía tiene además, una imputación de uso de arma de fuego mientras cometía el narcotráfico.
Reacciona Aerostar
En declaraciones escritas, Aeroestar confirmó que colaboró con las autoridades.
“Nuestro equipo de seguridad trabaja mano a mano y es adiestrado por las agencias federales para prevenir incidentes y actuar estratégicamente cuando alguien decide fallarse a sí mismo y a la responsabilidad que emana de su función”, lee una declaración de la empresa.
Aerostar indicó que ha invertido sobre $20 millones en equipos, sistemas y protocolos, entre los cuales se encuentra la cifra más grande de cámaras instaladas en el aeropuerto, con aproximadamente 2,000 mil unidades a través de la instalación.