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La Calle

Santuario pide ayuda para salvar iniciativa de esterilizaciones gratuitas

Tribunal anuló las ordenes ejecutivas que permitían que veterinarios extranjeros se unieran a los eventos de castración en la isla.

Las clínicas de Spayathon se llevan a cabo desde el 2018 en Puerto Rico.
Foto: Archivo

El Santuario de Animales San Francisco de Asís lamentó hoy la determinación judicial que anuló las órdenes ejecutivas que permitían la realización de eventos como el Spayathon for Puerto Rico.

La iniciativa que se lleva a cabo desde el 2018, consiste en realizar esterilizaciones y castraciones masivas y gratuitas.

Además de anular las órdenes ejecutivas, la determinación judicial establece que los veterinarios que participen en esos esfuerzos tienen que estar licenciados por la Junta Examinadora de Médicos Veterinarios de Puerto Rico.

“En la práctica, esta decisión del Tribunal de Primera Instancia de San Juan básicamente prohíbe la realización de próximas rondas del Spayathon porque estos esfuerzos se realizaban con veterinarios de Estados Unidos expertos en cirugías de alta calidad y alto volumen que donaban sus servicios por tres semanas distintas al año”, explicó Stella Ramírez, vicepresidenta del Sasfapr.

En la demanda, incoada por tres veterinarios locales, se alegaba que los expertos que participaban en estas iniciativas sin fines de lucro lo hacían por virtud de una dispensa no contemplada en la ley que regula el ejercicio de la medicina veterinaria.

Con el fallo del juez Anthony Cuevas, fueron anuladas las órdenes ejecutivas 2020-15 y 2020-18, que entre otras cosas les permitían a veterinarios estadounidenses venir a Puerto Rico y ofrecer su tiempo, conocimiento y experiencia de manera voluntaria para las clínicas gratis de Spayathon, organizadas por The Humane Society de los Estados Unidos (HSUS) y con el apoyo de decenas de organizaciones sin fines de lucro de dentro y fuera de Puerto Rico.

En las seis rondas realizadas de Spayathon desde el 2018 se han esterilizado o castrado 52,524 perros y gatos. De este número, el 64 por ciento son perros y el 36 por ciento gatos.

“Spayathon ha sido diseñado como una serie de clínicas temporales: solo una semana, tres veces al año. Además de ser operados, se vacunan contra la rabia. Más de un 60% de los animales que acuden a estas clínicas nunca habían recibido servicios veterinario. Y no es porque los guardianes no amen esas mascotas. Es simplemente porque no tenían el acceso económico o los recursos para ir a una clínica veterinaria. ¿Cómo se trabajará ahora para atender a este público que también quiere lo mejor para sus mascotas?”, expresó Ramírez.

Según datos de HSUS, el 63.9% de los animales atendidos en las seis rondas del Spayathon nunca habían visitado un veterinario; el 70.72% de los perros y gatos de cinco meses o más nunca habían sido vacunados contra la rabia; y se logró prevenir el nacimiento de 316,680 animales (durante el primer año tras las cirguías).

“Las clínicas de Spayathon han ayudado a decenas de miles de animales. Más allá de los servicios de esterilización y castración, las mascotas también se vacunan y reciben alimentos, así como otras donaciones, totalmente libre de costo. Nos apena muchísimo este dictamen porque no sabemos entonces qué pasará con el futuro del bienestar animal en Puerto Rico. A pesar de que hemos podido atender tantos, falta mucho por hacer”, puntualizó la rescatista.

La resolución judicial indica, además, “que existe un daño irreparable basado en la devaluación de la licencia de los médicos veterinarios que practican su profesión en Puerto Rico”. Pero, según Ramírez, “ningún veterinario que se desempeña en Spayathon vino a robar empleos de veterinarios boricuas”. “Ningún equipo está aquí para destruir las clínicas veterinarias locales. Los veterinarios y voluntarios estadounidenses han venido a Puerto Rico para ayudar y complementar esfuerzos locales a la causa del bienestar animal en Puerto Rico, además de ofrecer mentoría a estudiantes de medicina veterinaria que han sido voluntarios en estos eventos”, puntualizó la también profesora universitaria.

“Se han difundido mentiras viciosas sobre los veterinarios y los equipos que dirigen Spayathon. Se han hecho alegaciones de que los veterinarios no tenían licencia, mientras también se decía que le estaban quitando el trabajo a los veterinarios puertorriqueños. Nuestros veterinarios, técnicos y asistentes están debidamente licenciados en sus estados de origen, y son peritos en cirugías de esterilización y castración de alto volumen y alta calidad. Estos veterinarios también vienen de programas de medicina veterinaria con base en la Universidad de Cornell, de Nueva York, y otras instituciones prestigiosas. También tenemos veterinarios puertorriqueños que viven en los estados y se han unido a la causa”, reiteró.

Ramírez puntualizó, además, que todas las personas que trabajan en la iniciativa lo hacen de manera voluntaria, solicitando días de vacaciones o sin paga en sus trabajos. “Los equipos no han ganado dinero alguno por trabajar en Spayathon. La subvención que cada equipo recibe (de parte de HSUS) por ronda se invierte en cubrir los gastos de hospedaje y comida para los voluntarios y veterinarios, al igual que en la compra de recursos y materiales necesarios para el funcionamiento óptimo de las clínicas”, explicó.