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La Calle

La Fondita de Jesús condena el pobre servicio de energía eléctrica y de agua potable

Una de las principales entidades sin fines de lucro en el país sostiene que han seguido haciendo su labor, pero han visto cómo sus fondos operacionales se han agotado rápidamente al tener que asumir una responsabilidad que corresponde al Estado.

La Fondita de Jesús ha brindado la mano a miles de desamparados.
Foto: Foto suministrada

A dos semanas del paso de la tormenta Ernesto y tras la denunciada ineficiencia de LUMA y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados en proveer los servicios esenciales de electricidad y agua, las organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico han reclamado que han asumido el rol de primera respuesta a las comunidades y poblaciones vulnerables.

“Es inaceptable que, en pleno 2024, dos de los sistemas más esenciales del país para llevar agua y electricidad a nuestra gente no estén funcionando adecuadamente,” expresó Josué Maysonet Colón, portavoz y director ejecutivo de Corporación La Fondita de Jesús. “Nuestro rol como organización de primera respuesta es crucial, pero no debería ser necesario que estemos utilizando nuestros limitados recursos para suplir las fallas de unos sistemas que deben operar con responsabilidad y eficiencia”.

En particular, La Fondita de Jesús ha intensificado sus esfuerzos para asistir a los más afectados, incluyendo a muchos adultos mayores, que han quedado en condiciones críticas debido a la falta de servicios básicos de electricidad y agua potable en momentos de un calor extremo.

“A pesar de que la tormenta Ernesto no alcanzó la magnitud de eventos como los huracanes María o Fiona, las fallas en los sistemas de LUMA Energy y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados han dejado a miles de puertorriqueños en una situación de vulnerabilidad extrema. Los servicios, que deberían ser esenciales y continuos, han sido intermitentes e ineficientes, agravando las condiciones de vida de los más necesitados”, comentó Maysonet Colón.

El director de La Fondita de Jesús, ubicada en Santurce, indicó que esta crisis ha tenido un impacto directo en la salud física y mental de las personas afectadas, aumentando significativamente los casos de enfermedades relacionadas con el estrés, la ansiedad, y la depresión. Además, la falta de acceso a agua potable y electricidad ha exacerbado problemas de salud física, como la deshidratación, la falta de acceso a medicinas refrigeradas, y el deterioro de condiciones crónicas en una época de calor extremo. Las organizaciones sin fines de lucro, como La Fondita de Jesús, se han visto obligadas a asumir la responsabilidad de atender estas necesidades críticas, a pesar de los recursos limitados.

La Fondita de Jesús, junto con otras organizaciones del tercer sector, ha estado proveyendo alimentos calientes, agua potable, y otros artículos esenciales a aquellos que lo han perdido todo o que no pueden acceder a servicios básicos debido a las interrupciones continuas. Sin embargo, esta labor ha tenido un alto costo para la organización, que ha visto cómo sus fondos operacionales se han agotado rápidamente al tener que asumir una responsabilidad que corresponde al Estado, según denunciaron.

“Nos encontramos en una situación inaceptable, donde la ineficiencia de los sistemas eléctricos y de acueductos está poniendo en riesgo la vida de nuestros ciudadanos más vulnerables”, añadió Maysonet Colón. “Es inaceptable que, a pesar de los altos costos que paga la ciudadanía por estos servicios, las agencias responsables no estén respondiendo como deben. Esta falta de acción está literalmente matando a nuestra gente”.

Maysonet Colón manifestó que “La Fondita de Jesús hace un llamado urgente a las autoridades correspondientes para que tomen las medidas necesarias para asegurar que los sistemas de electricidad y agua potable funcionen de manera continua y eficiente, especialmente durante la temporada de huracanes. Las organizaciones sin fines de lucro están al límite de su capacidad y no pueden seguir asumiendo la carga de un sistema que debería estar al servicio de toda la ciudadanía puertorriqueña”.