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La Calle

El recuerdo de Luis Vigoreaux, padre

Han transcurrido casi 40 años desde su asesinato y en la víspera del Día de los Padres, su hijo, el productor Luisito Vigoreaux, dice estar en paz.

Luisito Vigoreaux Lorenzana habló con El Push de la Mañana de NotiCel en la víspera del Día de los Padres. Foto tomada en el Fairmont Hotel de Isla Verde.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

Llegó a la entrevista puntual, a las diez de la mañana, saludando a todo el mundo y vistiendo una peculiar camisa con diseño de sombrillas a tono con su pantalón color melocotón.

Al agradecerle el tiempo para la entrevista, se enteró medio hotel que Luisito Vigoreaux estaba ahí: “¡Ya era tiempo!” Y rió a su característica manera.

Mientras se afinaban los detalles técnicos, se le comentó que era invitado porque la entrevista de El Push de la Mañana, edición estelar, pretendía ser su reflexión del Día del Padre. Miró al techo y respiró profundamente. “Ok”, dijo.

Luisito Vigoreaux es publicista de formación, productor y empresario. Y también hijo de la gran leyenda y pionero de la televisión puertorriqueña, Luis Vigoreaux, quien junto a Rosaura Lorenzana, dieron vida a Luisito y a Roberto.

Contrario a la percepción generalizada, Luisito no tuvo una relación extremadamente cercana con su padre más allá de las cámaras debido al divorcio de sus padres. Y un día como mañana, trata de pasarla lo más normal posible y sin darle mucho pensamiento al trágico fin de su padre el 17 de enero de 1983.

“Mira, en realidad no le dedico mucho pensamiento. Mi relación con papi fue mientras él estuvo vivo. Y la disfrutamos”, dijo.

Aseguró que en su crianza se enfrentó con una situación que “no era la usanza”, el divorcio, cosa que no entendió sino pasado el tiempo.

“Tuvimos un crecimiento que no era de nuestra generación y por un tiempo, en lo que maduramos como seres humanos, de nenes a adolescentes, a adultos, la relación no fue tan cercana con papi, de día a día. Yo, por ser el hijo mayor, tuve la suerte de que siempre, cuando ya estaba en high school, me metía a ayudarlo en los programas, y quizás teníamos una relación más estrecha. Robert era más chiquito así que no pudo tener este tipo de relación con él hasta que ya fue adulto”, narró.

Vigoreaux, padre, sin embargo, sigue estando en el pensamiento de su hijo y un día como mañana, tendrá como todos los años, un momento especial con él.

“Hago mi oración, le hablo, lo regaño, le pregunto por qué me metió en este revolú. Yo jamás pensé estar en los medios. Comparto buenos momentos. En el caso de papi yo creo que es casi tan difícil regalarle como a mí. Así que yo llegaba con dos botellas de champán. Hablábamos lo que teníamos que hablar y se acabó lo que se daba”, dijo.

¿De qué le hablas ahora?, preguntamos.

“Le hablo de cómo la gente todavía lo recuerda, que es una sensación bien especial. Ya son casi cuatro generaciones. Ya papi cumple en el 2021, 38 años de haber fallecido y todavía la gente lo recuerda como si fuera ayer. Eso te da un relief, un sosiego, de que wow, hizo algo que caló hondo, no solo con esa gente sino con generaciones después. Eso te da mucha paz. Por lo menos a mí y a mi hermano nos da mucha paz”, aseguró.

El tema, sin embargo, lo pasa rapidito, como evitando entrar en detalles mayores, más dramáticos y dolorosos.

Llama la atención que habla de él con una distancia que la gente no necesariamente percibió. Al preguntarle cómo recuerda a su papá, respondió haciendo referencia a lo que conoce por terceros.

“Por lo que me dicen sus amigos, papi era brillante. Tenía una visión bien clara de lo que quería hacer. Era bien profesional en su trabajo… Su alegría por estar con la gente y ayudarlos, era sinfín, sin límite. Lo respetaban mucho, lo escuchaban mucho”, dijo.

Ahora es padre biológico de dos niñas, Priscilla y Patricia. Creciendo, se aseguró de estar lo más presente que pudo y de separar días para buscarlos a la escuela y hacer con ellas las asignaciones. Es además padre de los hijos de su esposa Dana Miró, Andrea Sofía, Paula y Jean Paul Reverón.

El abuelo de Rafael Antonio y de Lena, de 14 y 7 años respectivamente, es otro cuento.

“No tengo la fiscalización que tuve con mis hijos. Los nietos le tocan a los hijos y uno está pa' alcahuetearlos. La disciplina y la rutina son de sus padres. A mí me toca alcahuetearlos. Al principio tendía a meterme. Ahora soy más relax”, aseguró.

Casado hace 27 años con Dana Miró, hija del también icónico presentador Eddie Miró y de la coreógrafa Ita Medina, asegura que su carácter de bohemio es parte de su personalidad, como lo es su “piscina vigorizante”, que se hizo tan famosa durante la pandemia.

Para más sobre esta entrevista, pulse aquí:

Egresada de la Universidad de Puerto Rico. Periodista con 23 años de experiencia en los medios de comunicación. Mamá de Manu, portavoz de la adopción de niños grandes y creadora de #primerizayqué