La 'última' jugada de gallos
A horas de entrar en vigor la ley federal que prohibirá las peleas de gallos en la Isla, en el Club Gallístico de Puerto Rico se celebran unas 50 peleas que se extenderán hasta el último minuto del día, con la esperanza de que el aval estatal sea suficiente para continuar este llamado 'deporte de caballeros' en el futuro inmediato.
El rugir de los aviones que despegaban de la pista del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, localizado a pasos del Club Gallístico, fue opacado por el bullicio de los presentes, en su mayoría hombres, quienes apostaban a uno de los peleadores o animaban a los gallos dentro del terreno de batalla.Por tratarse de una 'jugada especial' enmarcada en una fiesta de Navidad, las postas consistían de $1,000 entre dueños de gallos. El público, en cambio, podía apostar la cantidad de su preferencia.Le llaman 'deporte de caballeros' porque el dueño del gallo perdedor debe llevarle el dinero de la apuesta al ganador, quien permanece sentado. Así, fluyó el dinero en efectivo en la gallera, lo que se sumó al costo de entrada al evento, que fluctuó entre $12 y $75. Sin embargo, los dueños de estos animales no consideran estos ingresos como ganancias, porque afirman que invierten más en la preparación y el mantenimiento del gallo, como alimentos y cuidados.'En la industria, nosotros encomendamos un estudio económico y aparece que la economía mueve 65 millones de dólares y sabemos que, añadiéndole a la economía informal, estamos hablando de sobre 100 millones de dólares que se dejan de mover en esta industria nada más. Prohibirlas sería devastador', aseguró Orlando Vargas, presidente de la Junta Directores del Club Gallístico de Puerto Rico.Aunque prefirieron no identificarse o hablar ante una cámara, otros galleros coincidieron en que eliminar las peleas de gallos tendría un efecto adverso en la economía de cada individuo y en el fisco, además de que les dejaría desprovistos de un pasatiempo.[naviga:img embed-content-articleid='1153192748' embed-content-groupid='593030471' embed-content-id='1153211898' embed-content-imgalign='none' embed-content-index='0' embed-content-location='input_story-body' embed-content-type='GALLERY' src='https://ntc-legacy-assets.s3.amazonaws.com/photo/2019/12/20/19-12-20%20-%20PELEAS%20DE%20GALLO%20GALLEROS%20PROHIBICION%20JRCR%201102_1576876239122.jpg_39754058_ver1.0_1280_720.jpg' style='width:100%;']'Yo voy a jugar gallos donde sea. Si me quitan esto, me matan', aseguró uno de los presentes en el local, quien afirmó que trabajar con gallos es lo único que conoce y que a sus 57 años ninguna empresa lo contrataría. 'Gracias a los gallos', afirmó, construyó su casa y paga su Seguro Social.Así como él, otros se inclinaron a permanecer en el anonimato, pues en las próximas horas aquellos que continúen con las peleas de gallos se verán expuestos a unos cinco años de cárcel federal, mientras que los espectadoras podrían enfrentar hasta un año de reclusión.El jueves, el Tribunal Apelativo de Boston denegó la petición levantada por los galleros para paralizar la aplicación de la ley federal, denominada 'Animal Welfare Act', cuya prohibición entra en vigor el sábado, 21 de diciembre.La ley fue aprobada por el Congreso de los Estados Unidos el pasado 20 de diciembre de 2018. En respuesta, la gobernadora Wanda Vázquez Garced firmó un proyecto de ley que viabilizaría las peleas de gallo a nivel estatal, lo que se unió a la directriz a la policía estatal y municipal de no encausar a los participantes de estas peleas, pese a que las leyes federales rigen por encima de aquellas promulgadas en Puerto Rico. Esto deja la puerta abierta para que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) efectúe arrestos a partir de la fecha de vigencia de la ley.'El ambiente, obvio, es un ambiente triste, es un ambiente de un poco de incertidumbre. Nosotros vamos a respaldar el decreto de la Gobernadora. Nosotros vamos a jugar gallos. Sé que hay muchos galleros que quizás, por miedo a la ley federal o lo que sea, pues no jugarán, pero a esos les tengo que decir que si nuestra Gobernadora se atrevió a ayudarnos, pues nosotros tenemos que ayudarla a ella a entrar en ese diálogo con el gobierno federal', explicó Vargas.[naviga:img embed-content-articleid='1153215586' embed-content-groupid='593030471' embed-content-id='1153238008' embed-content-imgalign='none' embed-content-index='0' embed-content-location='input_story-body' embed-content-type='subStoryType' height='240px' src='https://ntc-legacy-assets.s3.amazonaws.com/photo/2019/12/20/19-12-20%20-%20PELEAS%20DE%20GALLO%20GALLEROS%20PROHIBICION%20JRCR%201100_1576876243155.jpg_39754059_ver1.0_1280_720.jpg' style='width:100%;' width='360px']De acuerdo a Vargas, 200 gallos llegaron al Club para la jugada especial. O sea, más gallos de lo que hubo peleas programadas.Las peleas tienen un máximo de duración de diez minutos en ciertas modalidades y 12 minutos en otras. 'Los gallos no se obligan a pelear', según Vargas, porque 'eso viene en los genes del animal'. El Presidente de la Junta de Directores añadió que el gallo de pelea de la Isla es el mejor del mundo, por lo que prohibir peleas de gallos sería igual a extinguir una especie.'Se ha ido logrando una raza única que, de golpe y porrazo, la quieren eliminar porque lo que no se dan cuenta es que no es que están eliminando una pelea de gallos, están eliminando una raza de ave. Un grupo de personas que quiere a los animales quiere exterminar una raza. Eso es inconcebible', argumentó Vargas.El día antes de entrar en vigor la prohibición, la secretaria del Departamento de Recreación y Deportes (DRD), Adriana Sánchez Parés, emitió una carta circular en la que, conforme a la ley firmada por la Gobernadora, se extendieron las licencias de operación de las galleras por dos años adicionales, independientemente de la fecha de vigencia establecida al momento de su emisión.'Nunca hemos querido hablar en esos términos [de prohibición definitiva], pero sería nefasto. Sería muy triste para los que llevamos toda la vida como dueños de gallos y como galleros. Este es nuestro pasatiempo y la gente no entiende que nosotros venimos a la gallera igual que los muchachos van al cine. Nosotros venimos aquí, compartimos con amigos y a veces ni jugamos un gallo, pero sí venimos y nos entretenemos y va a ser nefasto', subrayó Vargas.