En la intervención se logró la ocupación de ocho armas de fuego y sobre cuatro mil municiones en una residencia abandonada en el barrio Playita Cortada, en Santa Isabel.

El comisionado del Negociado de la Policía, Antonio López Figueroa, informó el viernes los resultados obtenidos en un operativo realizado, en la madrugada por agentes del Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales del área de Ponce y la Unidad Canina, bajo la Superintendencia Auxiliar en Operaciones Especiales.

De acuerdo al jefe policial, durante esta operación, que formó parte del plan de trabajo 100 x 35, se logró la ocupación de ocho armas de fuego y sobre cuatro mil municiones en una residencia abandonada en el barrio Playita Cortada, en Santa Isabel, perteneciente a una organización criminal del área sur.

“Mis policías continúan dando la milla extra y con este operativo prácticamente desmantelaron de armas y municiones a esta organización del bajo mundo”, señaló López Figueroa en declaraciones escritas.

En el lugar, los agentes de la Uniformada ocuparon un mini arsenal descrito como una pistola marca Glock, modelo 17, calibre 9mm, con aditamento para disparar automático; siete rifles Pistol, tres calibre .223 y cuatro multicalibre; 25 cargadores de rifle de diferentes tamaño y capacidad; seis cargadores tipo tambor; 26 cargadores de pistola calibre 9mm; 13 cargadores de pistola calibre. 40.

Además de piezas y aditamentos para armas de fuego (culata rifle, speed louder, cañón de pistola, esprines, agarraderas); 4,149 municiones de diferentes calibres y chalecos a prueba de balas.

En la estructura abandonada, también se halló una bolsa de plástico conteniendo cocaína con un peso aproximado de 246 gramos; una bolsa de plástico conteniendo picadura de marihuana; parafernalia; dos caretas en tela color negro con dibujo de carabela; dos guantes color negro y rojo; cuatro cajas de plástico con tapa; un bulto tipo back pack color negro con diseño blanco y rojo, y un recibo de compra de municiones.

Los agentes que tuvieron a su cargo la investigación fueron Ángel Ortiz Rodríguez y Samer Collazo Pérez, bajo la supervisión del teniente Héctor Millán y la sargento Maribel Feliciano Echevarría.