Un día como hoy hace 12 años, el excampeón mundial de boxeo recibió un disparo que provocó su muerte y cuyos autores todavía no han enfrentado la justicia.

La noche del 20 de noviembre de 2012 ocurrió un violento incidente que cuyos autores aún no han enfrentado el proceso judicial. Héctor "Macho" Camacho se encontraba en Bayamón junto a Adrián Mojica Moreno cuando varios individuos se acercaron al auto y realizaron múltiples disparos.

Mojica Moreno, amigo de la infancia de Camacho falleció en la escena. Una bala perforó la mandíbula izquierda de Camacho que fracturó su quinta y sexta vértebras cervicales, alojándose en su hombro derecho y formando una lesión en su arteria carótida que restringió el flujo sanguíneo a su cerebro.

Camacho estuvo varios días en el Centro Médico de Río Piedras. El pronóstico de los doctores que lo atendían no alentador después que el exboxeador sufrió un infarto que lo dejó con mínima actividad cerebral. Camacho requería la asistencia de una máquina para recibir oxígeno.

María Matías, madre de Camacho, anunció tres días después del incidente que determinó desconectarlo de la máquina una vez los tres hijos llegaran a Puerto Rico. Al día siguiente, los médicos certificaron la muerte de Camacho, quien solo tenía 50 años de edad.

En marzo de 2022, el Departamento de Justicia anunció que tenía bajo custodia a cinco individuos imputados por la muerte violenta del excampeón mundial de boxeo.

Los imputados Wilfredo Rodríguez Rodríguez, Juan Figueroa Rivera, Luis Ayala García, Jesús Naranjo y Joshua Méndez Romero acudieron ante la juez Milagros Muñíz Mass para la vista de Regla Seis y se les encontró causa para arresto por todos los cargos radicados por el Ministerio Público.

El total de presuntos implicados eran siete. Sebastián Méndez Romero fue asesinado en el 2013 durante un incidente en Santa Rosa Mall en Bayamón y Alberto Weir Rivera también murió en un suceso violento en el 2015.

En junio del mencionado año, el juez Elmer Rodríguez determinó no causa para acusar a los cinco individuos que fueron arrestados como sospechosos. La decisión ocurrió después que el Ministerio Público no presentara testigos adicionales como parte del desfile de prueba.

El Ministerio Público confrontó múltiples traspiés en el camino para probar que los acusados debían ser enjuiciados por los crímenes. Primero, Janet Parra, quien era la directora de la División de Crimen Organizado, renunció al cargo y, además, el Departamento de Justicia tuvo inconvenientes para presentar el principal testigo que pudo presentar un panorama de lo que ocurrió en el 2012.

Se suponía que William Ojeda Ramos estuviera presente en la sala del Tribunal de Primera Instancia en Bayamón para ocupar el banquillo de los testigos. Sin embargo, se encontraba en el estado de Florida cumpliendo con una probatoria.

"Como no hay prueba adicional, el Tribunal entiende que el caso se está dando. Ha pasado un solo testigo (agente Jesús Morales Caro) y este Tribunal no tiene los elementos basados en derecho para determinar causa probable. Basado en eso, se determina no causa en cada uno de los delitos imputados”, dijo el juez Rodríguez en sala.

Doce años después, la familia Camacho continúa esperando que se haga justicia.

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