Cuestionan el futuro de más de 500 escuelas cerradas
Urgen al Gobernador a firmar proyecto de ley para destinar un nuevo uso a escuelas abandonadas.
El Centro para la Reconstrucción del Hábitat (CRH) urgió al gobernador Pedro Pierluisi Urrutia a firmar una medida que busca crear un rango de prioridades públicas y comunitarias al destinar un nuevo uso a más de 500 escuelas cerradas en Puerto Rico.
En el P. del S. 274, se priorizarán los usos públicos, municipales y comunitarios al momento de disponer de un plantel. El proyecto, de la autoría de la senadora Elizabeth Rosa Vélez y con amplio apoyo de senadores novoprogresistas, propone un proceso uniforme, con sensibilidad hacia la comunidad, pero sin cerrar la puerta a iniciativas que podrían generar ingresos significativos para la comunidad o el Estado.
"Hay una realidad que tenemos que reconocer. Puerto Rico perdió población y entendemos que no era justificable mantener ciertas escuelas abiertas. Pero cerrar los planteles sin un plan de reutilización fue el gran pecado de nuestra generación. Ahora tenemos oportunidad de ir corrigiendo eso para el beneficio de las comunidades", expresó Luis Gallardo Rivera, Director Ejecutivo del CRH.
El proyecto de ley implementa medidas para atender señalamientos identificados por una investigación publicada en el 2020 por la Universidad de Berkeley y el CRH, organización sin fines de lucro dedicada a promover la conversión de propiedades vacantes y abandonadas en activos para el desarrollo comunitario de Puerto Rico.
La investigación, titulada “Cierre de escuelas públicas en Puerto Rico: impactos comunitarios y recomendaciones”, demostró que entre el periodo de 2014 al 2019 únicamente se vendieron diez planteles por un total de $4.1 millones y se arrendaron sólo 113 de un total de 673 escuelas cerradas.
Paralelamente, la Oficina del Procurador del Ciudadano publicó en septiembre una investigación con hallazgos que incluyen: documentos con data sensitiva que nunca fueron retirados de planteles, propiedad y equipo público abandonado y utilidades de agua y luz aún sin desconectar en varios planteles en desuso alrededor de Puerto Rico.
“El proceso actual de disposición de escuelas cerradas y concesiones de uso no está atendiendo las necesidades de nuestras comunidades'', indicó Alicia Díaz Santiago, abogada del CRH. “Y lo triste es que mientras más pasa el tiempo, se siguen deteriorando estas facilidades. Esto afecta directamente la calidad de vida de las comunidades aledañas y municipios”, añadió.
Actualmente, el manejo y disposición de las escuelas públicas cerradas se rige por la Ley Núm. 26-2017, la cual está diseñada para la venta y alquiler de los planteles escolares sin priorizar las necesidades de interés público. Originalmente, el Gobierno de Puerto Rico justificó el cierre de las escuelas por los supuestos ahorros y necesidad de traer nuevos recursos al erario público.
“Sin embargo, esto no ha pasado. La pérdida de fondos y activos públicos ha sido monumental y se ha lacerado la educación de miles de niños que se vieron afectados por el cierre de sus escuelas, muchas de las que han quedado en el abandono total perturbando la paz de las comunidades”, concluyó Díaz Santiago.