La agencia indicó que su respuesta fue según el protocolo

El Sistema 9-1-1 rechazó que haya manejado mal el caso de la niña de nueve años que falleció en Caguas, tal como denunciaron vecinos del residencial Raúl Castellón.

Informes de prensa han reportado que la tardanza de la ambulancia obligó a la madre de la niña a trasladarla en un vehículo privado hasta el hospital HIMA de Caguas.

“El Negociado de Sistemas de Emergencias 9-1-1 (NSE-911) del Departamento de Seguridad Pública (DSP) lamenta la irreparable pérdida de una menor residente del Residencial Castellón en la zona de Caguas. A las 10:00 p.m., de ayer (1 de febrero) el Centro de Llamadas de Emergencias recibió la alerta y en 58 segundos activamos la primera respuesta como establece nuestro protocolo”, indicó la agencia en declaraciones escritas.

“El Negociado de Emergencias Médicas Estatal despachó la ambulancia a las 10:03 p.m. Sin embargo, Emergencias Médicas Estatal realizó gestiones de comunicación como parte del pre-arribo al lugar de la emergencia a las 10:07 p.m., y fueron notificados que la menor se estaba siendo transportada a una institución hospitalaria en un vehículo privado”, agregó.

“El NSE-911 y el DSP se solidariza con el dolor que atraviesa esta familia y rogamos al Todopoderoso que les brinde fortaleza”, añade el comunicado.

De acuerdo con la Policía, la niña fue certificada muerta en el hospital. La investigación arrojó que la niña aparentemente se suicidó en su habitación colgándose con una toalla.

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El capitán Carlos Alicea Contreras, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas, informó ayer que, de la entrevista realizada con la mamá de la niña, y de lo que se ha podido corroborar, todo tiende a confirmar un suicidio.

“Alrededor de las 10:00 de la noche fuimos informados de un cuerpo sin vida de una niña en el hospital HIMA de Caguas. La madre nos notificó que la niña había entrado al baño alrededor de las 9:30 de la noche y que al salir del baño entró en su habitación. Luego de unos 20 minutos ella notó que no escuchaba ningún tipo de ruido y cuando entró en la habitación encontró a la niña colgada de una celosía de una ventana con una toalla amarrada en su cuello”, relató Alicea Contreras.

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