Las plataformas digitales de alquileres en Isabela tenían alrededor de 500 anfitriones activos ofreciendo viviendas para alquiler.

El alcalde de Isabela, Miguel ‘Ricky’ Méndez Pérez, informó que la iniciativa municipal de procurar la aportación financiera de los negocios de alquileres turísticos a corto plazo, ha sido una estrategia que ha allegado fondos nuevos al Municipio, tanto como $80,000 mensuales.

“Esta es una medida que inició el 1 de julio de 2023 para allegar recursos al Municipio, que regresan a las comunidades mediante servicios de todo tipo. Cada dueño de alquiler de local turístico a corto plazo hace una aportación de entre $250 y $1,000 una vez al año, depende de la capacidad de cada negocio”, señaló el alcalde.

La iniciativa municipal cuenta con un reglamento debidamente estudiado y aprobado, fruto de la investigación de campo, disposiciones legales y cuatro vistas públicas realizadas en las comunidades. La Oficina de Gerencia de Desarrollo de Proyectos y Rentas Internas realiza los trabajos, conforme a la Ley Número 107 del 14 de agosto de 2020, conocida como Código Municipal de Puerto Rico, que faculta a los municipios a ejercer su poder de la reglamentación para proteger el bienestar general, siempre dentro de criterios de razonabilidad.

“Aquí en Puerto Rico, al igual que en el resto del mundo, el arrendamiento de propiedades a corto plazo, se ha convertido en una industria que genera una actividad económica muy próspera, tanto para las compañías como para los arrendadores o anfitriones. Particularmente Isabela, conocido como Jardín del Atlántico, es un polo turístico de primer orden. Ciertamente el espíritu empresarial puertorriqueño se ha insertado efectivamente en esta tendencia mundial, ofreciendo para alquiler desde cuartos hasta apartamentos y viviendas de todo tipo”, añadió Méndez Pérez.

La Ordenanza #20 Serie 2022-2023 reglamenta el proceso, y señala que según la fuente de datos Airbnb, al 15 de mayo de 2022 las plataformas digitales de alquileres en el Municipio de Isabela tenían alrededor de quinientos anfitriones activos ofreciendo viviendas para alquiler. A esos fines, se creó un registro de propietarios y de facilidades disponibles como primer paso para la regulación, clasificación y ordenación de dicha actividad.