'Heroes. Esa es la palabra que vecinos de la calle Mariana repetían una y otra vez sobre dos extranjeros y amigos de la infancia que, en un viaje de placer por la Isla, no pensaron dos veces arriesgar sus vidas para salvar a dos personas aún pilladas dentro de una residencia que se incendió la noche del martes en Santurce.

Pablo Galego Estévez y Félix García Cid son dos oficiales del orden público en España. El primero, un guardia civil de 32 años de edad y con base en Barcelona que, junto a su amigo y miembro de la Policía Nacional en Madrid, se encontraban esta semana en Puerto Rico disfrutando de unos días de ocio.

Pero poco sabían que, en un abrir y cerrar de ojos, sus vacaciones se tornarían la noche del martes en una operación de rescate que los convertiría en bomberos incidentales,

luego que dos residencias fueran consumidas por las llamas, dejando el saldo de cuatro personas afectadas, una de ellas con quemaduras en un 50 por ciento de su cuerpo.Al llegar a Santurce, tras un largo día en Areciboen el que aprovecharon practicar el paracaidismo, se prestaban para registrarse en un pequeño hostal aledaño a las propiedades afectadas por el fuego cuando se percataron de un fuerte olor a quemado, primera señal de que algo andaba mal.'Cuando empezamos a hacer el check-in, empezamos a oler a quemado. Salimos a la calle y vimos que salía humo de la casa que estaba al lado del hotel, una casa de una planta (piso) y de madera', contó García Cid. A pesar del humo y el intenso calor, se acercaron a la residencia para corroborar si había alguien en su interior. Los vecinos comenzaron a gritar que sí, había alguien adentro. Sin pensarlo dos veces, patearon la puerta y entraron a una de las casas.'Salió (por la puerta) una lengua de humo bien grande. Había un señor mayor que estaba en estado de shock. Lo acompañamos para afuera pero estaba completamente paralizado mientras que por el lateral de la casa salía el otro hombre que tenía toda la espalda quemada, muy desorientado', recordó Galego Estévez.Con asistencia de los presentes, ayudaron a los hombres en lo que paramédicos y bomberos llegaban a la escena. El fuego destruyó las residencias rápidamente. Sin su ayuda, seguramente el desenlace hubiese sido uno diferente y lamentable. Todos los afectados se encuentran en el Centro Médico de Río Piedras en condición estable.'Fue sin pensarlo. Vimos que salía humo, que había gente gritando que había gente adentro y en ese momento uno no lo piensa. No me imagino como el Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, que son tan experimentados, lo hacen. Son cosas que no piensas. Actúas. Quizás en frío reflexionas un poco pero al momento solo actúas', explicó García Cid.Por su heroica acción, los dos españoles fueron reconocidos el miércoles por el jefe de los Bomberos de Puerto Rico, Ángel Crespo, como bomberos honorarios.

'Es una tradición de nosotros los bomberos. Tenemos la facultad de agregar a nuestras filas a personas que entendemos tienen las cualidades que debe tener un bombero. Como decía Raúl Gándara, el padre de los bomberos en Puerto Rico y de habla hispana en el mundo entero, los bomberos tenemos que tener espíritu cívico, fortaleza física, resistencia y unos valores de moralidad bien profundos. Pero no todo el mundo nace con ese desprendimiento', explicó el jefe Crespo.

'Estamos un poco sorprendidos por el agradecimiento de la gente, del Cuerpo de Bomberos y de cómo nos han tratado porque, después del incendio, nos ayudaron los paramédicos y los vecinos. Vimos que el pueblo de Puerto Rico se ayudan entre ellos y cuando hay momentos como este, están encima ayudándose mutuamente. Es algo que nos ha chocado y gustado mucho', añadió García Cid por su parte.

Pero, a pesar del reconocimiento hecho a estos dos hombres que, por su entrenamiento y entrega como oficiales del orden público en España, arriesgaron sus vidas por un tercero desconocido, el jefe Crespo recordó lo peligroso que es ingresar a una estructura en llamas e instó a la ciudadanía a tener mucha precaución al momento de enfrentarse a una situación como esta.

'Lo recomendado es que en un combate de incendio, deben ser bomberos profesionales con nuestro equipo. En este caso, que se trató de un fuego en etapa incipiente, es una decisión bien personal, un momento que como se dice en Puerto Rico se separan los hombres de los niños. Ellos sintieron el deber, se expusieron y por eso el reconocimiento. Es un reconocimiento a su valor. Pero la recomendación es que la gente salga y no regrese al lugar', sentenció Crespo.

Finalmente, sobre qué sentían estos dos 'héroes' al ser llamados como tal, ' García Cid dijo que'como un héroe no me siento. Aunque uno sea policía, yo creo que cualquier persona no pensaría las cosas y entraría. Cualquiera pudo haber estado en esta situación'.

Por otro lado, Galego Estévez agregó que 'sencillamente es la vocación. Es poder ayudar a la gente, que es lo bonito de nuestro trabajo del día a día con los ciudadanos. Si un día sale una acción como esta, (quisiera) llevarnos el hecho a casa de que, más allá de ser reconocidos, ayudamos a alguien y no murió nadie'.

Y así fue. Dejaron su marca en Puerto Rico y la Isla dejó la suya en ellos. Quizás por eso, les dijo el jefe Crespo, 'nos sentimos en deuda con ustedes'.