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Testigo despierta dudas sobre entrada del 'Manco' a casa de Cacho

El perito en instalación de puertas Juan Giusti, dueño de Universal Windows, acudió a reforzar las puertas mal instaladas en la residencia donde murió asesinado el niño Lorenzo González Cacho. Solo que lo hizo seis años despues del trágico incidente.

Con su testimonio se llevó a cabo el duodécimo día de vista preliminar contra Luis Gustavo Rivera Seijo, apodado 'El Manco', a quien se le imputa el asesinato en primer grado del niño de ocho años. La voz pericial de Giusti y el directo conducido por el fiscal Mario Rivera Géigel, se vieron opacados por las numerosas objeciones que presentó la defensa de 'El Manco'.

Giusti lleva 10 años aproximadamente trabajando en la industria de instalación de ventanas y puertas de seguridad. Contratado por los nuevos dueños de la residencia en Dorado del Mar, acudió en el 2016 a reforzar las puertas, que carecían de las fallebas necesarias para asegurar las puertas de dos hojas, una contra otra.

Sustituyó fallebas de plástico por unas de metal, instaló las que faltaban – deben tener cuatro para máxima seguridad –, añadió varillas gruesas, e incluso, pudo observar fallebas dobladas, lo cual puede ser signo de que la puerta en algún momento fue forzada, explicó el perito.

Sin embargo, tanto la defensa como el juez Carlos Salgado Schwarz sostuvieron que 'no hay forma' de inferir que encontrar fallebas dobladas en el 2016 sea prueba de que estuvieron en ese estado en el 2010, por lo que el testimonio podía resultar impertinente.

En su testimonio, la madre del niño, Ana Cacho, repitió en varias ocasiones que las puertas del patio estaban mal instalados porque le faltaban piezas para reforzarla y no cerraban bien.

Incluso, la madre de Cacho, Yvette González, quien se encontraba en la sala 403 del Centro Judicial de Bayamón durante la sesión, comentó a la prensa que el 4 de mayo del 2010 contrató a un perito para que verificara las puertas, el cual aparentemente certificó que las puertas en efecto estaban mal instaladas y que habían sido forzadas.

Esa contratación se debió a que la Policía no creía su versión de que la puerta había sido forzada, a pesar de que habían provisto con la información a los agentes Nicolás Maldonado y Rafael Córdova al inicio de la pesquisa, sostuvo González.

Cuestionada sobre por qué entonces no sentaron como testigo a ese perito que en el 2010 certificó la mala instalación de las puertas, la fiscal Aracelis Pérez explicó que prefirieron sentar en la silla a un perito que no hubiese tenido relación alguna con el caso ni hubiese sido contratado por la familia de Cacho por razones de neutralidad.

Confrontado con las fotos tomadas en marzo del 2010 de las puertas de la casa, Giusti solo alcanzó a identificar que faltaban las fallebas debajo de las puertas de dos hojas que daban al patio trasero de la residencia. Para que una puerta en esas condiciones pudiera forzarse, solo hacía falta halarla o empujarla.

Sin embargo, dejó claro que esas puertas abrían hacia fuera. En el testimonio del agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), John Meléndez, cuando intentó repetir el gesto que hizo 'El Manco' en el momento que le confesó que había forzado la puerta para entrar, su gesto dio indicios de que la había empujado hacia dentro con el peso de su cuerpo, específicamente de su hombro izquierdo.

Debido a la impertinencia del testimonio, a juicio de la Defensa, esta se abstuvo de realizar un contrainterrogatorio. La vista preliminar continuará el 25 y 26 de abril con los testimonios de Grethel Pillot y Claudia Bonilla, ambas agentes del FBI quienes leyeron advertencias a 'El Manco' y tomaron su confesión, así como de la patóloga Darinka Mileusnik Polchan.

Residencia de Ana Cacho en Dorado del Mar. (Archivo/NotiCel)
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