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Testifica patólogo sobre los golpes que recibió Lorenzo

De acuerdo al patólogo forense Carlos Chávez, quien ha practicado un aproximado de 2,550 autopsias, entre ellas la de Lorenzo González Cacho, un golpe con un objeto contundente fue el primer impacto violento que recibió el niño de ocho años en la madrugada de su muerte el 9 de marzo del 2010.

Sentado a la silla de testigo en el undécimo día de vista preliminar contra Luis Gustavo Rivera Seijo, apodado 'El Manco', imputado por el asesinato en primer grado del niño, Chávez explicó que ese primer golpe contundente debe haber dejado el cuerpo de Lorenzo inmovilizado mientras recibía los demás ataques.

Eso explicaría la regularidad de las otras tres heridas, causadas con un objeto cortante, las cuales lucen sus bordes limpios, muestra de que no hubo forcejeo. Según el testigo, el niño no se defendió y tampoco pidió ayuda. Todo lo contrario, ese primer golpe contundente parece haberlo dejado en un estado de 'inconsciencia profunda', según el patólogo.

En la confesión que obtuvo el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), El Manco relató el 6 de agosto del 2010 que había causado heridas cortantes al niño – no incluyó ningún golpe con un objeto contundente – y que mientras lo atacaba, el niño abrió los ojos y respiró como si se estuviera ahogando.

A las 7:30 de la mañana del 10 de marzo del 2010, Chávez recibió el cuerpo del niño Lorenzo, cubierto de sangre en el rostro, el tórax y la espalda. El infante varón de ocho años, de 50 pulgadas de estatura y 60 libras de peso, vestía solo un bóxer con diseños de dinosaurios, apuntó en el examen externo. Aparentaba buen estado nutricional y de salud.

Las heridas todas parecían haber sido hechas con el mismo objeto cortante. Probablemente sería un cuchillo, pero a preguntas del licenciado Jesús Hernández de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL), quien forma parte del cuerpo de defensa del Manco y lideró el contrainterrogatorio, también pudieron haber sido causadas con una cuchilla plegadiza.

La profunda máxima que alcanzaron fue de una pulgada y un cuarto, en la herida de la sien derecha, cortante en el hueso. No se encontraron dientes de cuchillo enterrados en el hueso ni de la trayectoria podría inferirse que se tratara de un cuchillo de doble filo, afirmó Chávez a preguntas del juez Carlos Salgado Schwarz.

La segunda herida de tres pulgadas se perpetró sobre la nariz, en la región maxilar derecha. Aunque todas contribuyeron a la muerte del niño, quien probablemente falleció de cero a 30 minutos luego del ataque – y máximo dos horas después del mismo según un examen con proteínas –, fue esa herida del tabique la más letal de las tres ocasionadas por un arma blanca.

Mientras, la tercera herida era de media pulgada de ancho y un cuarto de pulgada de profundidad, y se ubicaba sobre el párpado del ojo izquierdo.

Las tres agresiones se mostraban limpias. En los bordes no había golpes ni muestras de laceraciones, tampoco trayectorias simultáneas. El objeto agresor había entrado y salido tal cual.

Fue cuando abrió el cráneo en la autopsia que halló la hemorragia y la fractura lineal del hueso frontal izquierdo, que de por sí ya es frágil en un niño de ocho años. Quince mililitros de sangre semicoagulada cubrían la parte izquierda del cerebro. También halló sangre en los pulmones, material espumoso en la tráquea y sangre semilíquida en el estómago. El niño parece haberse asfixiado con su propia sangre. Murió desangrado y sin oxígeno en el cerebro.

En su contrainterrogatorio, también el licenciado Hernández estableció que el niño murió sobre un colchón, el cual debe haber absorbido parte del impacto, a lo cual el patólogo asintió. También indicó que el golpe contundente pudo haber sido ocasionado por un puño, el cabo de un cuchillo o una pared.

Por último, a preguntas del juez, Chávez indicó que el niño probablemente estaba acostado apoyando su mejilla izquierda sobre la cama, para que le perpetraran la herida en la sien derecha, que aparenta haber sido luego de que le golpearan con un objeto contundente en la porción izquierda del cráneo, provocándole un profundo trauma que redundó en su muerte.

Durante todo el proceso, 'El Manco' se mantuvo calmo una vez más, sentado en su silla al lado del cuerpo de defensa. No se inmutó cuando el patólogo levantó las fotos de la autopsia de Lorenzo, las cuales fueron tomadas en cada etapa del proceso.

La vista continúa mañana, jueves, a la 1:30 p.m. con el testimonio del señor Giusti, perito en instalación de puertas.

Recibió un golpe con un objetivo contundente. (Archivo/NotiCel)
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