Cuando Ana Cacho se entrevistó con la fiscal Wanda Casiano días despues de que su hijo falleciera víctima de un sangriento y misterioso incidente que se suscitó en la madrugada del 9 de marzo de 2010, su abogado le indicó que ejerciera su derecho a guardar silencio.

Según Cacho, no se le olvidan las palabras de aquella fiscal: que ella se encontraba en la Fiscalía de Bayamón en calidad de sospechosa, que no le importaba con cuántos hombres se hubiera acostado, que sabía más de ella en unos pocos días que miembros de su familia.

En la prensa ya la involucraban con la muerte de su hijo, la acusaban de negligencia, corría como pólvora la noticia sobre 'una orgía de sexo y drogas' que se había llevado a cabo en su casa, y su familia la quería proteger. Prosiguió su testimonioCacho, seis años después, con la voz quebrada por el llanto que se repite en la sala 403 del Centro Judicial de Bayamónen la tarde de hoy, miércoles.

En el segundo día de vista preliminar contra Luis Gustavo RiveraSeijo, alias 'El Manco', a quien se le imputa la muerte del niño de ocho años Lorenzo González Cacho, la madre del niño, Ana Cacho, se sentó nuevamente en la silla de testigo para trazar una cronología de los eventos que se desataron luego del trágico suceso.

Luego de que el martesrememorara, ahogada en llanto, el preciso momento en que encontró al niño inerte envuelto en un charco de sangre encima de una cama del dormitorio de su hermana menor en la residencia de Dorado del Mar, Cacho prosiguió con lo que ocurrió en el Centro de Diagnósticos y Tratamiento (CDT) de Dorado, a donde llevó al infante herido.

En su testimonio, enfatizó la actitud que asumió su exesposo y padre de sus tres hijos, Ahmed Alí González, una vez arribó al CDT. Cacho manifestó ante el juez Carlos G. Salgado Schwarz, y a preguntas de la fiscal María del Carmen Rodríguez, que le sorprendió ver a González tan bien vestido, a pesar de la urgencia con que lo había llamado y que llegara gritándolepor qué había tardado tanto, cuando le tomó unos cinco minutos según su versión, trasladar a su hijo a la sala de emergencias.

'Yo le dije 'tú tienes que estar sintiendo lo mismo que yo', y él me empujó y salió corriendo como un loco', testificó. Una reacción similar tuvo cuando esta sugirió que se donaran los órganos de su hijo 'sano, deportista, con un corazón de oro', para que 'viviera en otro niño'. Este se negó rotundamente y 'salió corriendo como un loco de nuevo'.

También la dejó sin habla cuando se toparon en el Instituto de Ciencias Forenses (ICP), a donde acudió para identificar el cuerpo de su hijo. Allí, González le gritó que 'por qué tanto golpe'. 'No supe qué responder', testificó Cacho.

La segunda mitad del testimonio de Cacho estuvo sumido en lágrimas, cuando Fiscalía le presentó una serie de fotografías tomadas luego del asesinato.

Con la voz quebrada por el llanto, Cacho identificó imágenes de los últimos zapatos que usó Lorenzo para sus prácticas deportivas, de los juguetes de los niños, de conos de balompié, de la libreta de asignaciones sobre la cual trabajó antes de acostarse en el dormitorio de su hermana.

A su vez, contempló en fotografías el pasillo que recorrió con su hijo herido en brazos, el patrón de sangre, la cama manchada, hasta que emitió un gemido de dolor cuando se topó con la foto del cadáver de su hijo, tras la cual se cubrió el rostro mientras la mostraba a la defensa de 'El Manco'.

La vista preliminar continuará el viernes en la mañana con el contrainterrogatorio que realizará el cuerpo de abogados defensores de 'El Manco' a Cacho. Mario Moczó, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL), verificará una serie de documentos que podrían arrojar luz sobre las preguntas que hará a Cacho.

A su salida de la sala, la fiscal Aracelis Pérez, aseguró en un aparte con la prensa que Cacho no había contemplado las fotografías hasta su testimonio durante esta tarde, lo cual hizo sus reacciones 'espontáneas' y 'nada ensayadas'.

Por su parte, Moczó reiteró que su ejercicio como abogado de defensa le impide sentirse conmovido por las lágrimas de Cacho – o 'sentir apatía o antipatía ante testigo alguno' –, aunque lamentó la muerte de 'un niño inocente'.

En las fotos, también Cacho identificó la puerta que instaló su exesposo Ahmed Alí González con un amigo, la cual era difícil de cerrar. En su aparte con la prensa, la fiscal Pérez negó que se esté intentando enfatizar la presencia de González, quien será uno de los quince testigos que prestarán su palabra ante el juez durante esta etapa del proceso.

El próximo viernes también testificará William Marrero, que compartió con Cacho en su casa durante la noche antes del asesinato de Lorenzo. La fiscal Pérez defendió a Cacho por no haber dado detalles sobre la naturaleza del encuentro. 'Algunas personas lo criticarán y pensarán que es el delito mayor', lamentó.