Caminar por La Perla me recuerda dos cosas: cultura y todas las veces que mi mamá me dijo que no podía entrar ahí.

Bajo un sol demasiado fuerte para lo temprano que era, entré a La Perla como 'Juan por su casa'. Por qué? Porque hasta alguien que nunca haya pasado por esta comunidad sabe que el 'party' que La Perla hace durante las Fiestas de la calle San Sebastián tiene una tarima más encendida que cualquier otra y 'palos' baratos (lo que lo convierte en un evento al que todo el mundo debería ir aunque sea una vez en su vida... por lo menos a mirar).

Entré con un amigo que caminaba con una seguridad que me hizo pensar que sabía más del área que yo y, una cosa fue evidente: La Perla está lista para las Fiestas de la calle San Sebastián.

Las promociones de diferentes marcas de bebidas alcohólicas ya estaban bien acomodadas (es más, siento que hay demasiadas), los kioscos improvisados estaban tan amarrados que ni una ráfaga de huracán los mueve y, a las 11:00 a.m., la mayoría de los negocios ya tenías sus puertas abiertas.

'A las 12 del medio día empieza a llegar la gente, pero a las 6:00 p.m. es que esto se va a poner bueno', nos comentó el dueño de un negocio. 'Ah, y hoy va a haber música', añadió. 'Dónde?', preguntamos. 'Ahí', respondió. Miramos a lugar que señaló. No había nada, pero la autoridad con que lo dijo promete que esa música va a estar ahí sí o sí.

Un mural reune a Ismael Rivera, Rafael Cortijo, Frankie Ruiz y Héctor Lavoe. Otro rinde honor a De La Ghetto y René Pérez. Entre un mural y el otro, una imagen sirve para recordar a un joven que (a lo mejor porque no soy de La Perla) no puedo reconocer.

Luego nos encontramos con un residente que se prepara para hacer su menudo durante el evento. Sacó su BBQ, le pegó manguera y estaba listo para tirar los pinchos.

Seguimos caminando y, luego de preguntarle a un muchacho por dónde salíamos y no obtener ninguna respuesta, una señora nos explicó que si seguíamos 'por ahí, se encuentran las escaleras'. Así que seguimos sus instrucciones, brincamos la soga que sostiene un letrero que dice 'Residentes San Miguel Solamente', y vimos la cancha.

'Esa cuesta cansa!', nos gritó un señor desde una esquina de la cancha. Entramos. Pero hoy no se juega baloncesto en esa cancha. Mientras caminábamos preparaban el área para encender el 'party' por la noche y, aunque nadie nos dio muchos detalles, en el medio de la cancha acomodaron un ring de lucha libre… Sí, de lucha libre. Algo que solo La Perla puede ofrecer durante las Fiestas de la calle San Sebastián.